El calzado moderno o de moda no siempre es el más adecuado para nuestros pies, por ello en la actualidad las deformidades en los pies no son infrecuentes. Una de ellas se trata del dedo en martillo, deformidad que se desarrolla frecuentemente debido al uso de calzado inadecuado por tiempo prolongado y como consecuencia de traumatismos, sin embargo, otros factores pueden promover su aparición. Conoce en el siguiente vídeo que otros factores causales pueden promover su aparición, cuales son los tratamientos más usados y que medidas pueden prevenir su aparición:
Los dedos pequeños de los pies por su tamaño son considerados insignificantes, pero son más importantes para la marcha de lo que se piensa. Si bien el dedo gordo del pie juega un papel extremadamente importante en la marcha y otros movimientos del pie, los otros dedos tampoco están inactivos, la interacción de todos los dedos y sus músculos, tendones y articulaciones, aseguran la estabilidad y el equilibrio del cuerpo y permiten secuencias complejas de movimiento para que puedas correr, bailar y saltar con facilidad. Si existe una alteración en la postura de uno o más dedos de los pies del pie, como es el caso de los dedos en martillo, puede ser más un problema de salud que una mera desalineación de los dedos.
En el caso de un dedo en martillo, el dedo está tan doblado debido a una flexión sostenida en la articulación proximal (articulación interfalángica proximal) que el hueso del dedo apunta hacia el suelo como la cabeza de un martillo. Por lo general, el segundo dedo del pie desarrolla con mayor frecuencia esta deformidad, sin embargo, puede afectar todos los dedos del pie de manera individual o grupal. Dado que los dedos pequeños son un componente importante en la biomecánica y el equilibrio del pie, así como en la distribución de la carga, las deformidades pueden conducir a cambios compensatorios de la marcha, problemas cosméticos, formación de callos sobre los dedos y dolor articular. Esta alteración suele ir acompañado de otras deformidades como el pie cavo, pie plano o el hallux valgus (juanetes).
Estas deformidades se desarrollan como resultado de un desequilibrio muscular del pie: músculos intrínsecos débiles y músculos extrínsecos más fuertes. Cualquier desequilibrio favorecerá unos músculos extrínsecos más fuertes y, por lo tanto, dará como resultado una falange proximal extendida y una posible hiperextensión de la articulación metatarsofalángica, así como una flexión de la articulación interfalángica proximal debido a un flexor largo de los dedos sin oposición.
Las deformaciones de los dedos pequeños de los pies constituyen uno de los problemas más comunes que afectan la salud del pie y tobillo, con hasta un 20% de las incidencias reportadas. El desarrollo de estas alteraciones aumenta con la edad, son más frecuentes en las mujeres generalmente por el uso prolongado de zapatos estrechos o tacones altos y tienen una alta heredabilidad. Su aparición también tiene una fuerte correlación con la presencia de una alteración del hallux: juanete o hallux valgus, aumento de la longitud del dedo afectado, así como el pie plano.
El dedo en martillo es una curva anormal en la articulación de uno o más de tus dedos y generalmente es causado por el uso prolongado de zapatos estrechos o tacones altos. Los dedos en martillo son propensos a sufrir callos, rigidez de las articulaciones, hinchazón y dolor. pic.twitter.com/7RQ721L6hF
— Hospital Militar Universitario Dr. Carlos Arvelo (@HospiMilCaracas) September 19, 2019
En las primeras etapas, los dedos en martillo generalmente no causan ninguna molestia. Sin embargo, cuanto más pronunciada sea la deformidad del dedo del pie, es más probable que se presente dolor. Los signos y síntomas del dedo en martillo son los siguientes:
Si se producen lesiones cutáneas como resultado del frotamiento y la fricción con el zapato, también puede producirse una infección e inflamación, que en el peor de los casos puede requerir una amputación. Además, la deformación puede desplazar a otros dedos del pie progresivamente. Se debe tener en cuenta que todos los síntomas anteriormente descritos, no tienen por qué estar relacionados con el grado de deformidad. Incluso un dedo levemente deformado puede causar una gran incomodidad a la persona que lo padece, mientras que otras personas con dedos notablemente deformados no sienten ningún síntoma.
Como señalamos anteriormente el desarrollo de esta deformidad se produce principalmente debido a un desbalance muscular entre la musculatura extrínseca e intrínseca del pie. Los factores que promueven esta situación son:
La mayoría de los factores causales anteriormente mencionados pueden ser en parte modificables, por lo cual les dejaremos algunas recomendaciones para mantener la salud de tus pies y evitar la formación de esta afección:
La elección correcta del calzado es una medida preventiva muy útil para tratar este tipo de deformidades. Sabemos que muchas personas ya sea por preferencia o por ocupación requieren el uso de tacones, si este es tu caso te recomendaos ver el siguiente vídeo en donde se abordaran importantes temas sobre el uso de tacones:
Teniendo en cuenta que existen varias deformidades que afectan los dedos de los pies, el dedo en martillo puede ser confundido con otras alteraciones, por ello es importante descartar o confirmar su presencia antes de diseñar un plan terapéutico. Los diagnósticos diferenciales más destacables son:
Una manera fiable para descartar o confirmar estos diagnósticos son los estudios de imagenología, tales como: radiografías o resonancias magnéticas.
Una inspección médica por parte de un profesional de salud calificado suele ser suficiente para diagnosticar los dedos en martillo. Para determinar la extensión de la desalineación, los médicos o fisioterapeutas valoran si los dedos de los pies todavía se pueden llevar pasivamente a su forma fisiológica normal. También prestará atención a otros signos en el pie, que a menudo se asocian con los dedos en martillo. Estos incluyen, por un lado, callosidades y puntos de presión y, por otro lado, otras desalineaciones como pie plano, cavo o hallux valgus.
Una inspección médica por parte de un profesional de salud calificado suele ser suficiente para diagnosticar los dedos en martillo..."
Además del examen físico y la inspección, el médico puede preguntar sobre los hábitos del paciente, por ejemplo, qué zapatos habitualmente usa, esta información es importante a la hora de establecer un factor causal y un método de tratamiento adecuado. Si los dedos de los pies están claramente deformados o el paciente refiere un dolor intenso, puede ser que el médico indique una radiografía o resonancia magnética del pie, la información obtenida con estos estudios es útil para la planificación de un plan terapéutico adecuado.
Dependiendo de qué tan pronunciada sea la deformidad, el médico puede elegir entre diferentes alternativas de tratamiento:
Si solo hay puntos de presión y dolor leves, los zapatos se pueden ajustar a las características del pie. Una posibilidad, por ejemplo, es ensanchar la punta del zapato para que los dedos tengan más espacio en el zapato. Otra posibilidad son los anillos de fieltro que se pegan en los zapatos y corrigen la deformación y distribuyen la presión, reduciendo así los puntos de presión que hay sobre los dedos. El uso de plantillas ortopédicas y la fisioterapia son indicadas por muchos médicos ya que pueden prevenir un mayor daño por presión y fricción, disminuye el dolor y además que evitan que la enfermedad progrese.
En muchos casos el abordaje conservador ofrece alivio a los síntomas y las molestias relacionadas, sin embargo, en algunos casos solo ayudará una cirugía correctiva. Los médicos especialistas en traumatología pueden elegir uno de los siguientes abordajes quirúrgicos, el factor decisivo para la selección de uno de ellos depende principalmente de cuánto este curvada la articulación y si aún se puede mover o si está rígida:
Independientemente de qué tan avanzada esté la deformidad o qué tan rígidas estén las articulaciones, la fisioterapia puede resultar útil para la reducción de las molestias y los síntomas. En caso de que la deformidad se encuentre en sus primeras etapas de desarrollo, el fisioterapeuta prescribirá ciertos ejercicios de fortalecimiento, con el objetivo de mejorar el equilibrio muscular entre los músculos profundos (intrínsecos) del dedo del pie y los músculos superficiales (extrínsecos). Además, con las intervenciones activas se combinarán intervenciones pasivas para lograr reducir eficientemente los síntomas y promover la recuperación funcional del paciente afectado, algunas muy usadas son:
La alineación anormal de los dedos puede comprometer la biomecánica de miembro inferior, por lo cual también se indican ejercicios de fortalecimiento o estiramiento para áreas que lejanas al pie, como cadera, rodilla o pelvis. Estas áreas, son particularmente importantes para mantener la alineación y la biomecánica de la marcha a través de la pierna y en el pie.
Las deformaciones conllevan variedad de molestias a corto y largo plazo para quien las padece, es por ello que para ayudarte en tu proceso de recuperación te mostramos algunos vídeos con importante información y recomendaciones realizadas por fisioterapeutas expertos en distintas áreas de la salud, los cuales pondrán a tu disposición sus conocimientos sobre esta lesión. Teniendo en cuenta que cada cuerpo es distinto, te recomendamos que antes de realizar algunos de los ejercicios de nuestros vídeos en nuestro canal FisioOnline en YouTube consultes con tu fisioterapeuta.
Inicialmente te recomendamos relajar la zona del antepié, ya que es donde se inicia el desbalance muscular que origina el dedo en martillo. Para hacerlo correctamente te recomendamos ver el siguiente vídeo:
La fascia plantar puede estar contraída y ocasionar importante dolor en los pies, para solucionarlo te recomendamos realizar la siguiente técnica de automasaje:
Los dedos en garra y martillo prácticamente ocasionan las mismas molestias, pero en diferentes niveles, por lo cual este masaje enfocado en los dedos en garra puede resultar altamente útil para aminorar las molestias que este padeciendo:
El dolor en los metatarsos es una de las molestias relacionada a esta deformidad, por lo que es importante tratarla a tiempo antes que se cronifique. Conoce que tratamiento es el más adecuado en el siguiente vídeo a continuación, en donde un profesional fisioterapeuta te brindará importante información sobre cómo tratar esta afección al realizar ejercicios, automasajes y estiramientos y demás, técnicas para aliviar el dolor en el metatarso:
Esta deformación en los dedos de los pies no desaparece por si sola y aunque los tratamientos conservadores pueden reducir e incluso eliminar las molestias que aquejan al paciente, no pueden alinear una deformación avanzada. La deformidad generalmente empeora con el tiempo, por lo tanto, debe tratarse lo antes posible, para evitar el empeoramiento de la deformación y las molestias.
El tiempo de curación suele ser de entre tres y seis semanas después de la intervención quirúrgica..."
El pronóstico del proceso de curación va a depender de varios factores, principalmente de la gravedad de la deformación y del método terapéutico seleccionado. Si la afección aún se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo, se puede en ocasiones evitar una cirugía de corrección. Por el contrario, si se encuentra en una fase avanzada de deformación la cirugía es inevitable. El tiempo de curación suele ser de entre tres y seis semanas después de la intervención quirúrgica. El paciente obtendrá una recuperación total y podrá retomar su actividad deportiva en torno al mes y medio y los dos meses de la cirugía (dependiendo del procedimiento realizado por el cirujano).