Algunas afecciones musculoesquelética si no son resueltas a una temprana edad, puede traer importantes discapacidades en la adolescencia y adultez. Una de estas afecciones musculoesquelética más destacables en el recién nacido es la displasia de cadera. Esta malformación puede tener un origen congénito o adquirido. Conoce en el siguiente artículo cuáles son sus factores de riesgo, que tratamientos médicos y de fisioterapia están disponibles para evitar sus complicaciones en la adultez y mucha información más sobre esta afección de la cadera:
El origen etimológico de esta condición médica ya nos hace pensar que se trata de una anormalidad de la cadera, ya que el término “displasia” está constituido por las palabras griegas δυσ-dys y πλάσσω-plasia que enlazadas significan aspecto anormal. La primera descripción de la displasia de cadera se la acredita al padre de la medicina Hipócrates (400-300 a. C.), el mismo afirmo la displasia de cadera en niños durante el desarrollo en el útero. Mucho más adelante en el tiempo Dupuytren describió la displasia de cadera al nacer y la calificó como una enfermedad congénita.
Trastorno o alteración de todos los componentes que constituyen la art. coxofemoral, lo que puede provocar la subluxación o luxación de cadera..."
En la actualidad, se define a la displasia de cadera (DDC) cómo un trastorno o alteración de todos los componentes que constituyen la art. coxofemoral: el acetábulo, la cabeza femoral y la cápsula articular; que se puede desarrollar en el período de gestación, en el período perinatal, así como en las primeras semanas después del nacimiento, lo que puede provocar la subluxación o luxación de cadera, en la cual la cabeza femoral se va lateralmente hacia arriba / hacia atrás, fuera del acetábulo de la cadera. Si esta afección de la cadera se detecta temprano, hay una muy buena posibilidad de cura. A través de un tratamiento dirigido y consistente, generalmente se pueden desarrollar articulaciones sanas de la cadera y, por lo tanto, cualquier operación que pueda ser necesaria más adelante, se puede evitar cojera grave o desgaste prematuro de la cadera.
Según el grado de desplazamiento del fémur con respecto al acetábulo, se puede clasificar la DDC en displasia acetabular, en donde la cabeza femoral permanece de manera superficial en cavidad articular; subluxación, en donde la cabeza del fémur no contacta con el acetábulo y luxación, en donde la cabeza del fémur está completamente fuera de la cavidad articular.
Esta afección de la cadera no reconocida o tratada demasiado tarde en bebés, limita significativamente la movilidad en la edad adulta y puede causar dolor incluso en adolescentes. Por lo que, a largo plazo, esta alteración en la cadera del bebé puede ocasionar numerosas complicaciones, tales como:
Se ha estimado que esta alteración articular ocurre en 1 - 1.5 de cada 1000 nacimientos. Siendo más común en los bebés del género femenino. En los casos unilaterales la cadera izquierda es la más frecuentemente afectada. También existe la posibilidad de que la dislocación sea bilateral.
El 64% de los pacientes con displasia de cadera pueden desarrollar displasia residual por un diagnóstico tardío - https://t.co/C6DczieQdB https://t.co/Ls73lG9MrL pic.twitter.com/xQM6bQxvqD
— Lima NewsWeek (@LimaNewsWeek) June 17, 2019
En el bebé recién nacido la DDC causa síntomas y signos casi imperceptibles, pero a medida que se desarrolla el bebé puede presentar los siguientes síntomas:
Cuando el infante afectado crece e inicia la marcha la clínica de este trastorno es más notoria, a menudo aprender a caminar más tarde que los demás, pueden desarrollar dolor de cadera y cojera al caminar.
Básicamente, existen tres causas diferentes de displasia de cadera:
En la actualidad no existe un método profiláctico efectivo para evitar la aparición de esta alteración en la cadera, sin embargo, se puede reducir el riesgo de que el bebé la desarrolle, si se toma en cuenta los factores causales y de riesgo modificables (estos no incluyen los factores genéticos). Algunas de las recomendaciones útiles son:
Diferentes patologías pueden ocasionar la clínica de esta esta afección médica y alterar la forma y el funcionamiento de la cadera del bebé, por lo que es importante mantener presente durante la valoración, los siguientes diagnósticos diferenciales:
Si esta alteración médica se desarrolló en el periodo de gestación, el médico pediatra puede detectarla esta alteración inmediatamente después del nacimiento mediante ultrasonido/ecografía y un examen físico. En los casos en donde la afección se desarrolló después del nacimiento, es posible su detección durante la 4-6 semana de vida, mediante los exámenes de control, constituidos por la anamnesis, examen físico y estudios de imagen.
Consiste en la construcción del historial médico en función de los factores causales y de riesgo mencionados anteriormente. En esta fase el pediatra inspecciona los síntomas y signos característicos de esa afección, la posición y diámetro de las piernas, así como también los pliegues del bebé, en busca de asimetrías. Sin embargo, no se puede concluir que la presencia de una asimetría en los pliegues sea un indicativo único de una luxación de cadera, por lo que se procede al examen físico.
En esta fase de la valoración diagnóstica, el médico pediatra verifica la estabilidad y la resistencia de la art. coxofemoral, mediante la ejecución de diversas pruebas manuales tales como:
En la maniobra de Barlow, se hace un intento de sacar selectivamente la articulación de la cadera desde el exterior en la cabeza femoral o al menos colocarla en el borde de la pelvis. Mientras que en la prueba de Ortolani, el especialista intenta hacer que la cabeza femoral entre de nuevo a la cavidad, lo que ocasiona, un chasquido o clic claramente notable. Este fenómeno se le denomina un signo positivo de Ortolani. Con una art. de la cadera sana el signo de Ortolani no se puede activar.
El tratamiento médico para la displasia de cadera depende de la gravedad del desplazamiento en la articulación. Ambas medidas conservadoras y operativas están disponibles para el tratamiento de los pequeños pacientes diagnosticados con esta alteración.
El abordaje conservador de la DDC o dislocación de cadera consta de tres pilares: tratamiento de maduración, reducción y fijación.
Al nacer, la inestabilidad en la articulación de la cadera poco pronunciada, suele resolverse por sí sola en dos meses. Por lo que el médico espera por este proceso de maduración, antes de llevar a cabo otra intervención terapéutica. En esta fase el especialista monitorea el proceso de maduración mediante ultrasonido/ecografía, para apoyar este proceso, el médico puede indicar el uso de arnés de Pavlik o almohada Frejka, con el cual la cadera se separa y se flexiona fuertemente. Lo que influye positivamente en la posición y el contacto de la cabeza femoral con respecto al acetábulo. Este proceso puede durar hasta que el bebé haya cumplido seis - doce meses y puede ser comprobado con radiografías.
Si la cabeza femoral se ha salido del acetábulo (luxación), el especialista efectúa una reducción, en donde posiciona al fémur dentro del acetábulo y luego mantiene la posición mediante la fijación de la articulación coxofemoral con vendajes de yeso o férulas. El contacto restaurado con la reducción y la fijación permite que la unión de la porción proximal del fémur con el acetábulo se desarrolle normalmente.
Ahora bien, si las medidas conservadoras para tratar esta afección de la cadera no tienen éxito o si la malposición articular fue diagnosticada demasiado tarde (en niños de tres años o más, en adolescentes o adultos), la cabeza femoral se lleva nuevamente al acetábulo mediante cirugía. En los niños, se usa la osteotomía de Salter, una técnica quirúrgica ortopédica para mejorar mecánicamente el techo de la bola femoral. En la edad adulta, la osteotomía pélvica triple se considera un método efectivo, en el que el acetábulo se separa por completo del hueso de la cadera y se coloca en una posición normal. Posterior a la cirugía, los niños son inmovilizados por algunas semanas con vendajes de yeso y posteriormente con un arnés de Pavlik en un tiempo de 3 a 6 meses.
En la fisioterapia se busca fomentar la estabilidad de los componentes articulares de la cadera afectada y reducir el dolor, con la finalidad de promover el desarrollo psicomotor y funcional del niño con displasia. Para lograrlo el fisioterapeuta lleva a cabo intervenciones activas y pasivas, tales como:
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Cómo ya te habíamos comentado en la información de este artículo, ciertos dispositivos pueden desmejorar la salud de las articulaciones inferiores y promover la alteración de la morfología de las caderas. Uno de ellos son las andaderas o andador, si deseas conocer los efectos perjudiciales que pueden tener estos dispositivos en tu bebé, te recomendamos ver el siguiente vídeo:
El porteo ergonómico no sólo puede ser una medida preventiva, sino que puede contribuir en el tratamiento temprano de tu bebé. Aprende a cómo realizar un porteo ergonómico efectivo que favorezca la salud y el desarrollo del bebé en el vídeo a continuación:
La posición fetal se trata del primer hito del desarrollo normal de un bebé, por lo cual es importante que mantener esta postura en el periodo posnatal, si se quiere reducir el riesgo de formación de esta afección en la cadera. Obtén en el siguiente vídeo, información acerca de la importancia de la posición fetal en el recién nacido:
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En esta segunda parte, una profesional fisioterapeuta pediátrica te enseñará juegos, herramientas y actividades para ayudar a que tu bebé gatee y se desarrolle correctamente:
En ocasiones algunos padres no saben cómo ayudar en el desarrollo de sus hijos en las primeras etapas de vida, por lo que te brindaremos en el siguiente vídeo algunos consejos que pueden fomentar la salud y el correcto desarrollo de su hijo:
Si se diagnóstica una inestabilidad o dislocación de la articulación de la cadera en las primeras semanas de la vida del bebé y se trata tempranamente, el pronóstico es muy favorable, el estado normal y funcional de la cadera se puede restaurar y permanecerá intacto por el resto de la vida. Los tratamientos disponibles actualmente suelen ofrecen excelentes resultados a nivel funcional y en la salud de los pacientes afectados. sin embargo, la cirugía puede implicar riesgos tales como: trastornos del crecimiento del cuello femoral y lo que se conoce como necrosis femoral, lo que significa que el tejido de la región proximal del fémur muere.
Ahora bien, en los casos en que la clínica haya sido detectada más tarde, el pronóstico depende del momento del diagnóstico o del inicio de la terapia. Cuanto más tarde sea el diagnóstico, mayor será el riesgo de esta afección de la cadera sea permanente e importantes complicaciones en la edad adulta, como el desgaste prematuro de las caderas (coxartrosis).