Un tropiezo, una caída o un fuerte impacto en la muñeca, estas son situaciones que pueden ocurrirle a cualquiera y que en muchos casos puede conllevar a una fractura de muñeca. Esta lesión ósea conlleva variedad de complicaciones, por lo cual requiere el trabajo combinado de traumatólogos y fisioterapeutas para lograr la recuperación funcional de la persona lesionado. Conoce más acerca de esta frecuente lesión en muñeca en el siguiente artículo:
Las primeras publicaciones sobre esta lesión ósea datan desde el siglo XVIII, a medida que transcurría el tiempo varios médicos realizaron publicaciones en distintos años describiendo diversos tipos de fracturas de muñeca, por ello varios tipos de fracturas llevan su nombre, tales doctores fueron Claude Pouteau en 1783, Abraham Colles en 1814, John Barton en 1835, Jonathan Hutchinson en 1866 y Robert Smith el cual describió en 1847 un tratado sobre fracturas sobre distintas fracturas, entre ellas una de muñeca.
En esa época todos estos médicos coincidían que las fracturas distales de radio presentaban un pronóstico favorable, sin importar el tratamiento seleccionado.
Sin embargo, hoy en día sabemos que esa afirmación no es del todo cierta y que se debe prestar un especial cuidado a estas lesiones, para evitar complicaciones a corto y largo plazo. La fractura de muñeca significa la pérdida de la continuidad de alguno de los huesos que la constituyen, teniendo en cuenta que la muñeca está compuesta por las regiones distales de los huesos radio y cúbito enlazadas a los huesos del carpo, una lesión ósea de este tipo puede presentarse en cualquiera de estas estructuras y se considera una fractura de muñeca
Como ya se ha destacado anteriormente, cualquiera de los huesos que constituyen la muñeca, pueden verse fracturados, dependiendo del hueso afectado y el trazo de la fractura se establecen los siguientes tipos:
Una lesión de este tipo pasa por un proceso de curación totalmente distinto a otro tipo de lesiones, ya que el tejido involucrado posee un proceso de curación distintos. En la siguiente infografía podrás observar de manera detallada cuales son las fases de consolidación por las que pasa las fracturas de muñeca-
Las fracturas son lesiones traumáticas que pueden ocasionar variedad de complicaciones y lesiones concomitantes a corto o largo plazo, de las cuales destacamos las siguientes:
Una cuarta parte de todos los huesos rotos en humanos son fracturas cercanas a la muñeca. Siendo la fractura distal del radio la más común, ya que representa aproximadamente el 25% de todas las fracturas en adultos. Ocurre en personas de cualquier edad, pero se presenta más frecuentemente entre las edades 6 y 18 y entre las personas con 60 y 70 años.
En los adultos mayores, las fracturas del radio distal ocurren es siete veces más frecuente, debido a la osteoporosis (pérdida ósea).
De las personas famosas que han pasada por esta lesión destacamos al esquinero del fútbol americano de los Raiders Damon Arnette quien sufrió esta lesión el año pasado.
Nada lo detiene: Pese a sufrir una fractura de muñeca, Arnette solo se perdió un partido de la temporada de 2019 y fue muy productivo en la final de la Conferencia del Big Ten ante Wisconsin.
— NFL en Español (@NFLEspanol) April 24, 2020
En la mayoría de los casos, toda el área de la muñeca se encuentra muy dolorosa por la inflamación, la cual se presenta seguidamente después de la lesión o traumatismo. Al tratar de mover la mano, también puede haber un roce de los fragmentos fracturados, por lo cual otro signo es la crepitación o sensación de crujido. Las personas que padecen esta lesión mantienen la muñeca en una postura suave y estable, ya que el movimiento desencadena el dolor. En el caso de una fractura desplazada, hay una deformidad o desalineación evidente en la muñeca.
La combinación de la deformidad y la crepitación es un signo seguro de fractura.
En los casos que existan compromiso nervioso, la persona lesionada también puede percibir hormigueos o sensaciones anómalas en los dedos de la mano. En resumen, los signos y síntomas que ponen en evidencia una fractura de muñeca son:
El factor causal en la mayoría de las fracturas es traumático, por ejemplo, una caída sobre las manos o un fuerte impacto en la muñeca. Siendo las fracturas distales de radio (Colles y Smith) las más comunes, podemos diferenciar su mecanismo lesionante según el tipo de fractura:
Aunque esta lesión normalmente es de origen traumático, existen otros factores que pueden favorecer su aparición, tales como:
Teniendo en cuenta que el principal factor causal es traumático, su aparición es imprevista por lo que son pocas las medidas preventivas que se pueden utilizar para evitar su aparición. A continuación, te dejaremos las más destacables:
Los diagnósticos que pueden confundirse con esta lesión ósea son poco, de los cuales destacamos:
Un simple estudio de rayos X puede diferenciar o confirmar los diagnósticos anteriormente mencionados.
Inicialmente se presume de esta lesión ósea, si antes de las molestias el paciente ha sufrido algún tipo de accidente o traumatismo. Ahora bien, la búsqueda del diagnóstico da inicio con la construcción de la anamnesis, la cual está compuesta no sólo por los síntomas que presenta el paciente sino también por los antecedentes médicos y farmacológicos que posea.
Seguidamente se procede a una valoración médica del paciente, en donde el médico o traumatólogo procede a identificar cambios externos como inflamación o deformación. El médico también verifica si hay trastornos circulatorios, motores o sensitivos y escanea la región afectada y busca más lesiones que comúnmente la acompañan.
Para garantizar el diagnóstico, será necesario un estudio de imagenología como la radiografía, ya que un hueso roto casi siempre es visible en este tipo de estudios. En algunos casos, puede ser necesaria una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (RM), por ejemplo, en el caso de sospechar lesiones acompañantes o fracturas complicadas.
El objetivo del tratamiento médico es restaurar la anatomía alterada, con la finalidad de obtener una muñeca flexible, funcional e indolora a largo plazo. Decidir si tratar una fractura con tratamiento conservador o quirúrgico a menudo es difícil y depende de muchos factores individuales en cada paciente, tales como:
En principio, se hace una distinción entre atención médica sin cirugía (tratamiento conservador) y atención médica quirúrgica.
Este tratamiento es seleccionado principalmente en caso de fracturas "simples", ya sea sin compromiso articular o sin desplazamiento significativo de los fragmentos fracturados. Si los extremos de los fragmentos están ligeramente desplazados, se pueden volver a colocar en la posición correcta (método de reducción). Para hacer esto posible, el paciente recibe los fármacos necesarios para suprimir el dolor, una vez suprimido el dolor, el médico o traumatólogo procede a realizar la reducción del foco de la fractura.
El método de reducción utilizado depende del tipo de fractura, ya que existen diferentes métodos para restablecer los extremos del hueso fracturado.
Finalmente se mantiene esta reducción mediante una inmovilización, ya que una férula de yeso o una férula de polipropileno. El yeso o la férula en caso de una fractura de muñeca se mantiene durante unas cuatro o seis semanas. dependiendo de la edad del paciente y el hueso afectado. Durante este tiempo, se realizan exámenes de seguimiento mediante radiografías para ver si el hueso se está curando en la posición correcta.
El tratamiento quirúrgico es tomado como una opción terapéutica en los siguientes casos:
Dependiendo del tipo de fractura, se utilizan diferentes métodos y materiales para estabilizar la fractura. Se pueden usar diferentes materiales de osteosíntesis como: tornillos, alambres (alambres de Kirschner), fijadores externos (dispositivo de retención externo para fracturas conminutas) o placas de metal.
Luego de la intervención, generalmente se inmoviliza la zona con una férula de yeso. El cirujano o traumatólogo decide la duración
de la férula de yeso, dependiendo del hueso fracturado, el procedimiento utilizado, las lesiones que lo acompañan y la capacidad de regeneración del paciente. Es probable que más adelante sea necesario la extracción del material de osteosíntesis usado para estabilizar los fragmentos fracturados.
La fisioterapia en esta lesión no es considerada como el primer método de tratamiento, ya que es necesario la intervención médica para lograr la correcta curación de esta fractura. Una vez estabilizados los fragmentos de la fractura se da inicio a las intervenciones terapéuticas desde la fisioterapia, las cuales se dividirán según la etapa del tratamiento médico en la que se encuentre, bien sea durante la inmovilización o posterior a ella.
En esta etapa es importante conservar la capacidad funcional de los dedos y la mano, de esta manera será posible lograr un proceso de curación satisfactorio. Las técnicas y herramientas usadas en esta etapa son:
Seis o doce semanas después de la cirugía, se puede dejar de usar la férula o el yeso puede ser retirado. En esta fase el movimiento es clave para recuperar las habilidades, destrezas y capacidades funcionales del miembro operado. Para ello se usan variedad de técnicas y herramientas fisioterapéuticas, tales como:
En nuestro canal de YouTube FisioOnline podrás encontrar variedad de tratamientos y recomendaciones, así como información importante sobre cómo tratar variedad de afecciones y lesiones mediante vídeos informativos realizados por profesionales expertos especializados en diversas áreas. Teniendo en cuenta que cada cuerpo es distinto y que cada lesión ósea también lo es, te recomendamos que antes de llevar a cabo algunas de las recomendaciones que a continuación te dejaremos, consultes con tu médico y fisioterapeuta de confianza.
¿Estás escayolado? Aquí te enseñamos qué puedes hacer durante una inmovilización con escayola.
Una vez retirado el yeso es posible que tu médico te recomiendo el uso de una muñequera, si este es el caso, aprende a cómo usarla correctamente en el siguiente vídeo:
Una de las técnicas que más recomendamos los fisioterapeutas para fomentar la absorción y el drenaje del edema y contribuir al proceso de curación son los baños de contraste de agua fría o con hielos y de agua caliente o templada. Aprende a cómo realizar esta técnica en la comodidad de tu casa:
Los músculos del antebrazo pueden verse un poco alterados por el tiempo de inmovilización, así que para activarlos te recomendamos que veas el siguiente vídeo, ya que con el podrás aprender a cómo realizar de manera adecuada la técnica de automasaje, la cual te ayudará a activar esta importante musculatura y reducir la tensión muscular innecesaria:
Aprende a cómo aliviar el dolor que deja una fractura de muñeca, así como también aprende las mejores técnicas para lograr obtener una recuperación favorable con el siguiente vídeo:
Con la terapia adecuada, esta lesión muestra un muy buen pronóstico. A pesar de la buena perspectiva, pueden surgir complicaciones como: trastornos vasculares y circulatorios, restricciones de movilidad y una reducción permanente en el rendimiento, el paciente también está en riesgo de obtener una consolidación en una posición incorrecta. Sin embargo, las posibles complicaciones siempre se pueden prevenir si todo el tratamiento va acompañado de regulares controles de rayos X.
Con la terapia adecuada, esta lesión muestra un muy buen pronóstico.
Como se ha destacado en este artículo la curación ósea se lleva a cabo en varias fases, que comienza con una reacción inflamatoria después de la división ósea, en la cual la sangre fluye hacia el foco de la fractura. Esto conduce a la activación de células inflamatorias, que migran hacia la sangre coagulada en el espacio de fractura y activan las células ubicadas allí para formar nuevo tejido óseo.
En la fase de callo fibrocartilaginoso, la sangre coagulada se convierte en tejido conectivo (tejido de granulación, callo blando), en el que crecen gradualmente nuevos vasos sanguíneos. Las células que degradan los huesos extrae las partículas del hueso roto y mal perfundido de los extremos fracturados, y las células de construcción ósea los reemplazan con hueso nuevo. Hasta entonces, han transcurrido al menos 4-6 semanas en caso de que el hueso afectado sea el radio o cúbito, ahora bien, si el hueso escafoides es el comprometido puede demorar de 10 a 16 semanas en cumplir esta fase y ser resistente a la tensión.
El hueso volverá a ser resistente a la tensión después de varias semanas, si el hueso fracturado son el radio o cúbito (4-6 semanas) y si es el escafoides (10-16 semanas).
En la fase posterior, o sea, la osificación o endurecimiento del callo, los minerales se incorporan progresivamente a los huesos recién formados, para que recuperen su resistencia original. Sin embargo, la fractura solo sana completamente después de 3-4 meses. Con el tiempo, el tejido óseo recién formado del callo endurecido se remodela aún más (fase remodelación) y finalmente después de 6-24 meses está completamente alineado y su estructura corresponde al hueso antes de la lesión.