El dolor inguinal y de cadera acompañado de movimiento restringido, son a menudo los primeros signos de artrosis, sin embargo, en muchos casos estos síntomas pueden estar relacionados a una enfermedad preartrítica, te hablamos del pinzamiento o choque femoroacetabular. Conoce en el siguiente artículo todo lo relacionado a este problema de cadera, que frecuentemente afecta a jóvenes deportistas:
La articulación de la cadera es la más grande del cuerpo y junto con la columna vertebral brindan estabilidad y movimiento al cuerpo. La cadera, que también se conoce como art. coxofemoral, ya que está compuesta por la cabeza del fémur, que representa la convexidad de la articulación, y el acetábulo del hueso de la cadera (coxal), que representa una cavidad en forma de media luna.
Para lograr un movimiento eficiente de los miembros inferiores, debe existir una unión y una estrecha coaptación de la cabeza de fémur con el acetábulo. Para garantizar la estabilidad, hay una ampliación anatómica en la región cóncava, que se conoce como labrum acetabular, esta estructura acompañada de numerosos ligamentos y músculos brindan una mayor seguridad y estabilidad a la articulación durante el movimiento.
Cuando existe un pinzamiento femoroacetabular, las características anatómicas y estructurales del acetábulo y de la cabeza femoral cambian patológicamente, ocasionando un desbalance en el contacto de estas estructuras que conlleva finalmente a la degeneración de los componentes articulares.
Se trata de un síndrome articular cuyo descubrimiento es relativamente reciente, siendo descrita por primera vez en 2003 por el cirujano ortopédico Dr. Reinhold Ganz, quien la señaló como una de las causas que conlleva a la artrosis de cadera. El pinzamiento o choque femoroacetabular se trata de una afección articular, en donde existe una alteración en la morfología de los huesos de la art. coxofemoral, que origina un conflicto entre el acetábulo y la cabeza femoral. Como ya hemos mencionado las características morfológicas de estas estructuras (cóncavo - convexa) son necesarias para lograr obtener un movimiento fluido y eficiente de la cadera, un conflicto entre ellas significa que existe un contacto anormal, que conlleva a que ciertas estructuras cercanas a la articulación, como el labrum o el cartílago articular, puedan degenerarse, pellizcarse o lesionarse, induciendo un dolor punzante en el área de la ingle.
Este síndrome se clasifica principalmente en dos tipos que varían según el hueso comprometido y se considera un tercer tipo que trata de la combinación de ambos:
La prevalencia e incidencia de esta afección no está del todo establecida, sin embargo, se estima que 10-15% de la población presenta este diagnóstico. En Estados Unidos la tasa de cirugía para resolver esta alteración aumentó siete veces entre 2006 y 2010, y se prevé que esto aumente aún más. El más frecuente de los pinzamientos es el mixto, prevaleciendo en el 86% de los casos.
Distintos estudios han demostrado que el choque femoroacetabular, que se sospecha que afecta al 15% de la población, podría ser el causante de hasta el 70% de las artrosis de cadera hasta ahora consideradas idiopáticas, que afectan a menores de 50 años y pueden acabar en prótesis pic.twitter.com/tmOHy79Ib9
— Dr. Adolfo Reque (@dr_adolforeque) January 21, 2020
En las primeras etapas de formación, esta alteración no genera notables síntomas por lo que no es notada por el paciente, sin embargo, a medida que aumenta el cambio morfológico y se evidencie pellizcamiento de algún tejido, puede inducir variedad de molestias. Inicialmente el dolor ocurre en la ingle o glúteo durante ciertos movimientos (flexión y rotación interna de la cadera) y al practicar actividad física. El dolor a menudo desaparece en reposo. Sin embargo, el reposo puede resultar contraproducente, ya que, sentarse durante mucho tiempo también puede tensar la zona articular y causar molestias en la ingle.
Inicialmente el dolor ocurre en la ingle o glúteo durante ciertos movimientos (flexión y rotación interna de la cadera) y al practicar actividad física.
A medida que va progresando el pinzamiento, las caminatas cortas o estar de pie por mucho tiempo provocan dolor intenso de cadera e ingle. Otras acciones como subir escaleras o correr cuesta arriba suelen ser muy incomodas para los afectados. En las etapas más avanzadas, esta enfermedad ocasiona dolor que irradia desde la cadera hasta el muslo y al bloqueo de la cadera, lo que restringe el movimiento de la articulación y la realización de diversas actividades de la vida diaria.
Las causas exactas para el desarrollo de esta alteración morfológica mecánicamente desfavorable aún no están del todo claras. Se cree que la misma es de origen multifactorial, lo que quiere decir que se desarrolla por varias causas. Principalmente se cree que existe una predisposición genética, lo que indica que esta morfología alterada este presente desde el nacimiento. Otra causa asociada es el aumento del estrés en la placa de crecimiento durante la etapa del crecimiento en la pubertad. En este contexto, las deformidades de CAM se detectan con mayor frecuencia en pacientes que fueron o son muy activos en deportes desde la adolescencia.
El estrés constante durante la práctica de alguna disciplina deportiva, puede desencadenar una remodelación adaptativa en los huesos de la coxofemoral y consecuentemente el desarrollo de morfologías anómalas que conducen al pinzamiento. Los deportes frecuentemente asociados al desarrollo de esta afección, son aquellos que ocasionen cargas constantes y que requieran una constante flexión y rotación interna de la art.de la cadera, por ejemplo, béisbol, hockey, baloncesto o fútbol. Las causas menos frecuentemente asociadas son:
No existe realmente una acción preventiva para evitar padecer un impingement femoroacetabular, debido a que existes factores estructurales genéricos (la forma de la cabeza y el acetábulo) que no puede ser corregidor con medidas profilácticas. Sin embargo, puede ser prevenida indirectamente si tenemos en cuenta que ciertos movimientos y actividades deportivas pueden promover su aparición. En base a ello sería útil mantener la región de la coxofemoral flexible mediante ejercicios de estiramientos, reducir las actividades deportivas de alto impacto y seleccionar deportes que sean menos exigentes como la natación y el ciclismo estacionario.
El dolor inguinal y glúteo asociado a esta lesión pueden también ser provocados por otras lesiones o enfermedades, principalmente aquellas que se desarrollen en las adyacencias de la art. coxofemoral, tales como:
Durante el examen diagnóstico, el médico o fisioterapeuta examina la movilidad de la cadera y se lleva a cabo una prueba de provocación llamada de “test de pellizcamiento o de Impingement”. Si hay dolor adicional en la ingle o los glúteos cuando la cadera se flexiona y gira hacia adentro (test de pellizcamiento positivo), el diagnóstico de sospecha se fortalece. Esto es debido a que, como ya se mencionó anteriormente en el artículo, la rotación interna con la cadera en flexión resulta dolorosa en esta afección.
Si bien las pruebas funcionales y de provocación arrojan un claro vestigio de la presencia de esta afección. Sólo puede ser evidenciada mediante estudios de imagenología. Inicialmente siempre se indica una radiografía o imagen de rayos X en dos proyecciones para evaluar la forma del cóndilo y la cavidad articular. Además, para obtener mayores detalles de la afección se indica una tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM). Mientras que la TC proporciona una buena visión general sobre el cambio en la morfología de la estructura ósea, la RM brinda más detalles sobre el estado de la estructura del cartílago articular. Con la resonancia magnética, se puede mostrar la abrasión y los cambios degenerativos en el cartílago de la superficie de la articulación y en el labrum.
Estos estudios resultan importantes para el profesional en salud, ya que con ellos es posible planificar un plan de tratamiento adecuado en base al daño causado por el choque.
Se ha comprobado que el abordaje quirúrgico es el más indicado para resolver esta afección, sin embargo, no todos los pinzamientos femoroacetabulares son tratados con cirugía, sino con tratamientos conservadores. El médico lleva a cabo un abordaje terapéutico conservador mediante la indicación de reposo, fisioterapia y dosificación de medicamentos dependiendo de las molestias que refiera el paciente (analgésicos, antinflamatorios, relajantes musculares, regeneradores del cartílago articular).
En caso de que estos fármacos no surtan el efecto deseado, algunos médicos suelen aplicar inyecciones de anestésicos y esteroides en las adyacencias de la articulación.
Mientras algunos médicos indican a sus pacientes una serie de ejercicios específicos para realizar en casa, otros remiten el paciente a un fisioterapeuta, ya que se ha comprobado que el ejercicio no controlado a menudo incluso tiene un efecto adverso porque algunos ejercicios de movimiento provocan o incrementan el choque o impingement. En caso graves de malformación el tratamiento conservador no es una opción, por lo cual se indica cirugía.
Son variados los abordajes quirúrgicos disponibles para tratar esta afección. En el pasado, la técnica quirúrgica que predominaba era la cirugía abierta, sin embargo, en la actualidad estas intervenciones se realizan cada vez menos y se selecciona técnicas menos invasivas como la artroscopia de cadera. Una técnica quirúrgica artroscópica es mínimamente invasiva y asegura un trauma mínimo en la cadera, especialmente en los músculos circundantes. Los tendones y ciertas estructuras cercanas se conservan y no se tocan. En la artroscopia el cirujano realiza un fresado o tallado del hueso deformado (acetabuloplastía y bumpectomía), repara las estructuras articulares lesionadas y estabiliza la coxofemoral para evitar daños en el cartílago a largo plazo y artrosis. El acceso de los instrumentos quirúrgicos en la artroscopia es mínimo, lo que significa: menos pérdida de sangre, una cicatriz pequeña y menos tejido lesionado, para lograr una reparación más rápida que permita al paciente retornar a sus actividades de la vida diaria más rápidamente.
La fisioterapia cumple un importante papel en el tratamiento conservador, ya que puede ayudar modificar el patrón de movimiento que este beneficiando el pinzamiento o choque, además, contribuye a la analgesia del dolor y a la modificación de los movimientos para continuar haciendo las actividades de la vida diaria (AVD). Ahora bien, teniendo en cuenta que la mayoría de los casos se resuelven de manera quirúrgica, las intervenciones desde la fisioterapia generalmente se llevan a cabo como rehabilitación posterior a la operación.
El objetivo principal de la fisioterapia en la rehabilitación, es desarrollar un equilibrio muscular que permita no sólo aliviar el dolor, sino recuperar las habilidades que presentaba el paciente previo a los primeros síntomas, con la finalidad de que se desarrolle en su entorno de manera independiente. Con ese propósito podemos dividir el proceso de rehabilitación posoperatorio en cuatro fases:
La intervención fisioterapéutica da inicio posterior a la operación, y los objetivos a obtener es la disminución del dolor y la inflamación, con la finalidad de evitar la formación de (retracciones y/o fibrosis en cápsula y tejidos blandos que disminuyan a largo plazo la calidad del movimiento del paciente operado. Los procedimientos más usados en esta fase son:
Esta fase da inicio una vez cumplidas las tres semanas del procedimiento quirúrgico. En esta fase se comienza a incentivar y a ganar movilidad, fomentando la elasticidad de los tejidos y de la cicatriz, se indican intervenciones para reeducar el patrón postural y de la marcha. Los procedimientos más usados en esta fase son:
Cuando en el procedimiento quirúrgico partes del cartílago tuvieron que repararse y hubo fijación labral, el paciente solo debe caminar con muletas en el antebrazo y descargar parcialmente la pierna operada hasta la 6° semana. En esta fase se promueve en el aumento de la amplitud articular, flexibilización y elongación de partes blandas, así como también se continúa fomentando el aumento progresivo de la potencia muscular y en la reeducación del patrón postural y la marcha.
De la 7ª a la 9ª semana se trabaja la potencia muscular con el objetivo de alcanzar una marcha autónoma sin ayudas técnicas normalizando paulatinamente las AVD. Sólo hasta la 10° semana se puede entrenar en cadena cerrada (por ejemplo, sentadillas) y también se puede trabajar con una máquina elíptica y gimnasia. Es importante que no haya sobrecarga (en esta fase se trabaja con un 70% de la carga) y que el entrenamiento solo se lleve a cabo en el área libre de dolor. El aumento de la fuerza muscular, la coordinación y el entrenamiento de resistencia también forman parte del plan fisioterapéutica. A partir del cuarto mes en adelante, el dolor puede aliviarse por completo.
Antes de hablar sobre el tratamiento propuesto de esta visión es necesario esclarecer un poco de que trata. Siendo así, la Fisioterapia Integrativa – Fiit Concept está basada en la filosofía de la Medicina Tradicional China (Medicina Oriental, este tipo de medicina establece que cada emoción concreta contribuye al desarrollo de una alteración de algún órgano o víscera en concreto, la presencia de esta alteración podrá repercutir negativamente en el tono muscular y sobre la biomecánica intervertebral, debido a la relación establecida por el sistema simpático y parasimpático. Adicionalmente otros factores causales muy importantes, pero poco tomados en cuenta como la nutrición y el mal manejo del estrés también contribuyen a la instauración de una disfunción visceral que finalmente genere alteraciones en el sistema musculoesquelético.
Toda esta relación la podrás ver ejemplificada en el siguiente diagrama:
Una vez establecidas estas relaciones causales, podemos afirmar que no sólo los factores físicos o mecánicos comúnmente asociados al pinzamiento femoroacetabular (malas posturas, trabajos repetitivos, exceso de ejercicio o lesiones) no son la única causa, también la presencia de estrés, alteraciones nutricionales y emocionales pueden ser los causantes.
El pinzamiento femoroacetabular desde el punto de vista Fiit Concept – Fisioterapia Integrativa se presenta como consecuencia de una disfunción visceral renal, del intestino delgado, útero-próstata o debido a un colon irritable.
Cuando ocurre alguna de las disfunciones anteriormente mencionadas se presentan de manera refleja alteraciones en el sistema musculoesquelético, como rigidez en la zona dorsal baja, lumbar alta y pelvis, que conduce a una coxofemoral inestable por los desbalances musculares de la zona lumbar y pélvica, lo cual aumentará la presión en la articulación que consecuentemente afectará su funcionamiento y ocasionará el pinzamiento femoroacetabular.
Dependiendo del lado de la articulación afectada son diferentes las disfunciones viscerales presentes, por un lado, un pinzamiento femoro - acetabular izquierdo es promovida por alteraciones en la función renal, así como también por un colon irritable. Ahora bien, cuando hablamos de un pinzamiento femoro - acetabular derecho, la misma se ve asociada a una disfunción del intestino delgado y la disfunción del útero-ovarios o próstata, depende del caso. Estas disfunciones pueden originarse por variados factores que a continuación te explicaré:
Todos estos factores influyen negativamente en el sistema musculoesquelético a nivel lumbar, originando tensión y desequilibrio de los músculos lumbares favorecido por la rigidez en la zona dorsal baja, lumbar y pelvis, conduciendo a una zona hipermóvil e inestable que acaba dañando la art.coxofemoral como respuesta refleja ante estas disfunciones viscerales.
Son variados los vídeos que podrás encontrar en nuestro portal de YouTube FisioOnline, todos ellos realizados por profesionales expertos en fisioterapia y rehabilitación que te brindarán información importante sobre distintas lesiones musculoesqueléticas, de manera breve y didáctica.
El psoas ilíaco se ve involucrado en esta afección y es el mismo está en estado de tensión, puede promover el roce inadecuado sobre la art. de la cadera Aprende en el siguiente vídeo la importancia de este músculo y cuáles son los métodos disponibles para prevenir el desgaste de cadera y la contractura de este músculo:
En este vídeo el traumatólogo Gonzalo Samitier te explicará de que trata esta alteración o patología también conocida como choque o impingement femoroacetabular:
El dolor de cadera es muy frecuente en esta afección, si estas presentando dolor de cadera te recomendamos ver el siguiente vídeo, en el podrás encontrar las directrices necesarias para realizar ejercicios que te ayudarán a quitarle tensión muscular a la zona lumbar y de las caderas que te ayudará a disminuir los malestares en esta área:
Después de una operación para resolver el choque femoroacetabular, es importante que la art. de la cadera de los pacientes operados no esté sobrecargada, por lo tanto, se recomienda un entrenamiento cuidadoso al principio. Es por ello que te recomendamos ver el siguiente vídeo en donde un profesional fisioterapeuta te explicará algunos ejercicios fáciles de hacer, que te ayudarán a prevenir la rigidez articular:
El pronóstico de esta enfermedad está relacionado con el estado de la malformación y con el tratamiento seleccionado. El tratamiento quirúrgico ofrece los mejores resultados y la cura de esta alteración, por encima del conservador. Las posibilidades de éxito de la operación dependen en gran medida de la edad del paciente y el daño del cartílago, existente en el momento de la intervención.
El procedimiento quirúrgico puede mejorar la biomecánica de las articulaciones y corregir el choque presente.
Dependiendo del curso de la fisioterapia y la rehabilitación postoperatoria, las actividades deportivas de poco impacto se pueden reanudar después de 6 a 12 semanas. Los deportes intensos con secuencias de salto se pueden practicar nuevamente después de 3 a 5 meses. Con respecto a los atletas competitivos, pueden esperar regresar a los deportes después de 5 a 8 meses (esto es muy variable y dependerá del tipo de deporte). El mayor avance después de la operación se realiza dentro de los 6 meses, el resultado final se puede evaluar después de aproximadamente 9 meses.