¿Tensión de cuello? ¿Su cabeza no se mueve tan ampliamente como antes? ¿Suele despertarse con dolor y rigidez de cuello al despertar? ¿Presenta mareos, trastornos visuales u hormigueo en las manos y dedos? Entonces una artrosis cervical o cervicoartrosis podría ser la razón de sus molestias. En los casos sintomáticos puede ser una enfermedad muy limitante. Conoce más acerca de ella a continuación:
Históricamente hablando antes del siglo 18 toda afección inflamatoria y degenerativa a nivel articular se diagnosticaba como Gota, pero a medida que surgieron nuevas investigaciones se desarrollaron, permitiendo el descubrimiento de la artritis, trastorno que comúnmente precede la artrosis. Ahora bien, al final del siglo 18 el médico William Heberden describió el “digitorum nodi”, signos radiológicos de osteoartritis (artrosis) que actualmente conocemos como ganglios de Heberden y son una característica clásica de artrosis, por lo tanto, fue este médico el primero en diferenciar la osteoartritis de la gota, aclarando además que este era un signo progresivo de otra enfermedad que no era la gota. Pero quién acuño el término utilizado hoy en día osteoartritis (artrosis) fue el doctor de origen inglés John Kent Spender en 1886.
En la antigüedad la artrosis era diagnosticada como gota, hasta que en el siglo XVIII William Heberden logró diferenciar la osteoartritis de la gota.
La artrosis tiene su origen etimológico en las palabras griegas “ἀρθρον/arthron” que significa articulación, y la palabra “ωσις/osis” que se traduce procesos de formación, esta última también es asociada a procesos patológicos. Por lo cual, al enlazar este término con cervical, se hace referencia al proceso patológico degenerativo del cartílago de las articulaciones cervicales, que a largo plazo conducen a una restricción de la función articular en cuanto a movilidad y resistencia. Las causas frecuentemente asociadas son el desgaste del cartílago relacionado con el envejecimiento y la carga incorrecta sobre el cuello.
La artrosis cervical es un proceso patológico degenerativo del cartílago que afecta a las articulaciones de la columna cervical.
Todas las articulaciones pueden padecer de artrosis, sin embargo, las más afectadas son las de la cadera, las manos y la columna, siendo los tipos más frecuentes de artrosis en la columna, las artrosis lumbar y cervical.
La cervicoartrosis puede afectar varias estructuras articulares de la región cervical, tanto al mismo tiempo como por cada una separado:
Como podrán observar en la anterior imagen las alteraciones patológicas que presentan las vértebras con artrosis son las siguientes:
Estas características alteraciones pueden en ocasiones generar dolor, que aparece con frecuencia en la mañana, cuando las articulaciones están nuevamente expuestas a la gravedad después de relajarse durante la noche. El dolor se manifiesta en el cuello, pudiendo también irradiarse a los brazos y a las manos.
La cervicoartrosis es muy común, pudiendo observarse con mayor frecuencia en adultos mayores. El 80% de los adultos de 60 años presentan signos de artrosis vertebral, así como también el 20% de las personas entre 20 y 30 de edad. En estos casos puede presentarse o no síntomas, tales como la aparición de dolor localizado. Como media estadística se puede considerar que, se encuentra evidencia radiológica de artrosis cervical en un 25-50% de la población alrededor de los 50 años.
Se encuentra evidencia radiológica de #artrosis cervical en un 25-50% de la población alrededor de los 50 años https://t.co/5dNQDMubkm pic.twitter.com/TfC6bP1ynb
— Equipo De la Torre (@EquipodelaTorre) July 15, 2019
La prevalencia de esta afección puede incrementar con la edad, siendo un signo casi permanente en adultos mayores a 75 años. Con respecto al género, suele afectar con mayor frecuencia a mujeres con un 52%, frente al 29% en los hombres.
Es considerada uno de los principales factores causales de incapacidad en el adulto, ocasionando repercusiones negativas en la situación económica y el estilo de vida de los afectados.
Las causas son variadas y diferentes, si bien el estrés mecánico y la sobrecarga se mencionó como causa principal en el pasado, estudios recientes muestran que tanto la genética como la presencia de ciertas hormonas tienen un impacto negativo en las células del cartílago. Otro factor asociado es el envejecimiento, en la mayoría de las personas mayores de 50 años, los discos intervertebrales entre las vértebras se vuelven menos esponjosos, disminuyendo el espacio intervertebral ocasionando dificultades para soportar el peso y los movimientos de la cabeza. Otros factores asociados son:
Además, existen otros posibles factores que pueden influenciar en la aparición de esta enfermedad, los cuales resaltamos desde nuestra visión Fiit Concept – Fisioterapia Integrativa. La cervicoartrosis también puede darse producto de factores bioquímicos asociados a una inadecuada alimentación y a disfunciones hepático biliares, así como también a factores nerviosos y emocionales asociados a situaciones de estrés, de ansiedad o preocupación. Tener estos factores en cuenta es fundamental para un tratamiento eficaz.
Como ya se ha destacado anteriormente es fundamental realizar una valoración integral para determinar las causas verdaderas de la artrosis, es imperativo la detección de la misma si se quiere obtener un resultado satisfactorio en el tratamiento. Si quieres saber más acerca de las verdaderas causas relacionadas a la artrosis, te recomendamos ver el siguiente vídeo:
La cervicoartrosis inicial a menudo es asintomática, lo que significa que no causa dolor ni rigidez. Sin embargo, al aumentar el desgaste del cartílago, la columna se deforma, se producen pequeños crecimientos óseos (osteofitos) y las estructuras pueden presionar contra una raíz nerviosa o incluso la médula espinal. En estos casos, los síntomas principales son:
En una etapa avanzada de cervicoartrosis, los osteofitos al presionar la médula espinal, puede ocasionar otra sintomatología, tal como:
En casos graves, la artrosis en las vértebras cervicales también puede provocar problemas de coordinación, reflejos anormales y calambres musculares en uno o ambos brazos. Finalmente, la fusión del cuerpo vertebral puede ocurrir a medida que progresa la osteoartritis.
Otro síntoma que suele ser referido por lo paciente afectados por cervicoartrosis es la sensación de ruidos, crujidos o crepitación cervical durante movimientos del cuello y la cabeza. Estos es producto de las irregularidades presentes en las carillas articulares a esto se suma la proliferación de osteofitos y a cambios proliferativos en el cartílago. Si en algún momento te preguntaste que causan esos ruidos y crujidos en el cuello, en el siguiente vídeo obtendrás la respuesta:
En muchos casos, la artrosis en la región cervical puede prevenirse moviendo y entrenando los músculos cervicales circundantes. Existen otras recomendaciones simples que pueden ayudarle a prevenir la cervicoartrosis o a disminuir la velocidad de la degeneración articular, tales como:
Quiere saber ¿Qué sucede cuando cruje o truena la espalda? Y si es ¿bueno o malo? para la salud de tu espalda, te recomendamos que le des un vistazo al siguiente vídeo:
Esta afección puede confundirse con otras enfermedades que causen dolor a nivel cervical, tales como:
La artrosis puede contribuir a la formación de muchas de ellas, sin embargo, la diferenciación entre ellas es posible mediante estudios de imagenología.
El diagnóstico es posible principalmente por la realización del historial médico seguido por un examen físico, en el cual se evalúa la posición, el funcionamiento y la movilidad del cuello. Para lograr obtener el estado físico actual del cuello, se realizan pruebas musculares y de amplitud articular, adicionalmente se palpan los músculos cervicales y se realizan pruebas neurológicas para evidenciar alguna afección nerviosa. Si hay un desgaste pronunciado en la articulación, el especialista puede sentir al movilizarla las estructuras cervicales afectadas un fino roce o incluso un ligero crujido (crepitación).
En estadios avanzados de la artrosis cervical es posible percibir un fino roce o incluso un ligero crujido audible (crepitación).
Esta evaluación inicial permite establecer una posible presencia de cervicoartrosis, sin embargo, un diagnóstico certero solo es posible a través de estudios de imagenología. Incluso en las primeras etapas de la cervicoartrosis, se puede ver en una radiografía si el espacio articular de la articulación afectada está reducido. Una estructura ósea densificada debajo del cartílago articular (escleroterapia subcondral) aparece más blanca en la imagen de rayos X. Los aditamentos óseos (osteofitos) suelen ser tan brillantes como los huesos mismos. Los quistes, por otro lado, dejan una cavidad oscura en el hueso (radiolúcido en la imagen) en la imagen de rayos X. Además, a través de este estudio se puede valorar las malposiciones y los cambios en la estructura ósea.
Cabe destacar que la detección de signos radiológicos de artrosis, no quiere decir que el paciente presente síntomas. A veces se pueden observar cambios graves en la radiografía, pero el paciente puede no experimentar ninguna queja o malestar. Si quieres observar los cambios patológicos de una artrosis cervical y como son diagnosticados mediante radiografías te recomendamos ver el siguiente vídeo:
A veces puede ser necesaria una tomografía computarizada (TC), una gammagrafía ósea o una resonancia magnética (RM) para determinar la gravedad de los signos de desgaste, descartar otras posibles causas asociadas.
El tratamiento adecuado la artrosis cervical difiere individualmente y depende del tipo y la intensidad de las molestias y de si ya hay presencia de una compresión nerviosa. El tratamiento médico debería ayudar a hacer que la vida cotidiana del paciente con cervicoartrosis sea menos dolorosa, para ello el tratamiento en primer lugar es conservador con medidas ortopédicas como el uso de collarín y medidas farmacológicas. La terapia quirúrgica sólo es considerada si la combinación de la terapia conservadora no conduce al resultado deseado.
Inicialmente el tratamiento médico consiste en la indicación de fármacos analgésicos y el uso de un collarín ortopédico para reducir las molestias.
Los medicamentos indicados inicialmente para esta afección son los analgésicos, relajantes musculares y los antiinflamatorios no esteroideos (AINES). Alternativamente, el médico puede considerar agregar otros medicamentos directamente a la articulación afectada, tales como infiltraciones de corticoides o infiltraciones de anestésicos este proceso se llama terapia neural. Además de estos medicamentos se suelen indicar fármacos como condroitín sulfato o sulfato de glucosamina, estos fármacos son altamente eficaces para reducir el dolor y aumentar la capacidad funcional del paciente con cervicoartrosis.
En los casos en que el dolor no logre dismininuir, algunos médicos suelen indicar terapia neural (infiltraciones de anestésicos en la región dolorosa)
Los analgésicos y antiinflamatorios suelen surtir efectos por poco tiempo si el factor causal de esta enfermedad no se resuelve, además el uso de collarín no podrá eliminar los síntomas permanentemente, la explicación para esto es obvia: si el cuello es apoyado desde afuera por la órtesis, en un principio es esto puede resultar conveniente para él, ya que le impide hacer cualquier cosa en la dirección de la degeneración. Sin embargo, si la función de soporte del collarín cesa el dolor retornará y los músculos y fascia que brindan soporte al cuello se volverán más inestables que antes de usar el collarín, por la inactividad. Por lo cual se recomienda utilizar esta órtesis por tiempo limitado.
Se recomienda utilizar collarín cervical por tiempo limitado, para evitar afectar la función de soporte de la musculatura del cuello.
Ahora en los casos que ninguna de las opciones conservadoras surta algún efecto positivo en el paciente con cervicoartrosis, se consideran el tratamiento quirúrgico para solventar las molestias presentas.
No existe una técnica quirúrgica establecida en caso de cervicoartrosis, sino varias. La elección de las intervenciones quirúrgicas dependerá del factor causal que origine la sintomatología, siendo los siguientes los más utilizados:
En algunos casos, la cervicoartrosis puede implicar una limitación tan severa en la vida cotidiana y laboral de los afectados. Por lo que tratamiento fisioterapéutico va a ir orientado a la recuperación funcional, mediante estrategias terapéuticas para el alivio del dolor, la reducción de la inflamación y el aumento de la fuerza muscular y la coordinación del cuello. Con ello se logra que las cervicales rígidas vuelvan a ser más flexibles y las cargas incorrectas sean compensadas.
Las estrategias terapéuticas en caso de cervicoartrosis van a ir orientadas a la recuperación funcional del paciente afectado.
El tratamiento fisioterapéutico de la cervicoartrosis o artrosis cervical está enfocado no sólo en la sintomatología que la patología ocasiona, sino también en las causas que pueden ser de diversa índole. Desde nuestra visión Fiit Concept – Fisioterapia Integrativa no sólo consideramos los desbalances musculoesqueléticos como el único factor causal, ya que existen otros factores como la mala nutrición, las disfunciones hepáticas biliares y el mal manejo de emociones que pueden promover la aparición de esta patología en el cuello.
Las medidas terapéuticas para tratar una cervicoartrosis o artrosis cervical son variadas y la elección de las mismas va a depender de las necesidades y características individuales del paciente afectado. Teniendo esto claro, los abordajes más utilizados son los siguientes:
Otras herramientas terapéuticas como el láser terapéuticas, el ultrasonido, la magnetoterapia, el infrarrojo y la diatermia suelen ser altamente útiles en caso de cervicoartrosis, ya que tienen estímulos que detienen el deterioro de la articulación, contribuyen a la obtención de una buena calidad de vida.
Desde nuestra visión Fiit Concept – Fisioterapia Integrativa te proponemos un tratamiento diferente que busca tratar las causas que comúnmente no se tienen en cuenta, por lo que en ocasiones los tratamientos a los problemas de mandíbula resultan infructuosos. Nuestra visión está basada en los estudios realizados desde la Medicina Tradicional China (Medicina Oriental), la cuál considera que la presencia de una disfunción visceral puede ocasionar alteraciones en el sistema articular y musculoesquelético por la relación establecida por el sistema simpático y parasimpático. Siendo estas disfunciones viscerales desarrolladas por la influencia de factores emocionales, nutricionales y por la presencia de estrés.
Toda esta relación en la que se encuentra basada nuestra visión la podrás ver ejemplificada en el siguiente diagrama:
Ya sabiendo, que estos factores pueden alterar el sistema musculoesquelético, no podemos dejarlos de lado y sólo tratar las causas frecuentemente asociadas esta enfermedad, las cuales son físicas o mecánicas (malformaciones cervicales, malas posturas, lesiones o traumatismo cervicales, desbalances óseos, etc.) nombrados en este artículo, conlleva a su aparición, sino que también la presencia de estrés, alteraciones nutricionales y emocionales pueden ser los causantes.
La artrosis cervical desde nuestra visión Fiit Concept – Fisioterapia Integrativa, se origina como consecuencia de una disfunción visceral del estómago, hígado y vesícula biliar. Estos órganos cuando están en disfunción pueden ocasionar inicialmente rigidez articular y contractura muscular en la región dorsal, estas alteraciones a su vez influyen en la biomecánica cervical provocando que la región cervical se vuelva hipermóvil e inestable lo que finalmente ocasiona un aumento de la presión intervertebral que contribuye a la degeneración de estas articulaciones.
En caso de una artrosis cervical derecha es producto de reflejos originados por la disfunción en el hígado, este órgano puede ocasionar bloqueos vertebrales y musculares a nivel cervical que contribuyen progresivamente a la degeneración de los discos intervertebrales promoviendo la aparición de artrosis. Ahora bien, en caso de una artrosis cervical izquierda, esta puede ser debido a disfunciones en el estómago y la vesícula biliar, los cuales ocasionan cambios reflejos en el lado izquierdo del cuello, promoviendo la degeneración de ese lado. Estas disfunciones pueden originarse por variados factores que a continuación te explicaré:
La cervicoartrosis también puede darse producto de factores bioquímicos asociados a una inadecuada alimentación y a disfunciones hepático biliares, así como también a factores nerviosos asociados a situaciones de estrés, de ansiedad o preocupación. Tener estos factores en cuenta es fundamental para un tratamiento eficaz.
Desde nuestro portal de YouTube FisioOnline, te recomendamos el siguiente vídeo en donde te brindamos diferentes recomendaciones terapéuticas como ejercicios, automasajes y estiramientos para reducir el dolor de cuello y los demás síntomas de la artrosis en las vértebras cervicales.
Contrario a la creencia popular, el movimiento de la columna cervical no promueve la aparición de artrosis en la zona, si no por el contrario puede ralentizar el proceso degenerativo que se lleva a cabo en esta enfermedad y también brinda analgesia frente al dolor de cuello. Es por ello que te recomendamos que veas el vídeo adjunto.
La pregunta más común que nos hacen los pacientes es: "¿Es curable la cervicoartrosis?" Dado que el cartílago articular sólo puede regenerarse en los niños, por lo cual la respuesta es: no posible desaparecer la cervicoartrosis. ya que es una enfermedad incurable. Sin embargo, las medidas terapéuticas para el tratamiento de la cervicoartrosis, realizado de por vida, puede aliviar la sintomatología y retrasar la progresión de la degeneración que produce en esta enfermedad.
Como hemos comentado anteriormente el ejercicio físico regular puede prevenir el desgaste de las cervicales. Los deportes en los que las articulaciones se cargan uniformemente son particularmente los más adecuados, por ejemplo, el ciclismo y la natación. Además, la cervicoartrosis se puede ralentizar corrigiendo con higiene postural las malposiciones articulares, evitando de esta manera el sobre estrés sobre el cuello.