El consumo de tabaco y la exposición al mismo, son unos de los factores asociados al origen de esta enfermedad respiratoria, que en la actualidad se ha convertido en la cuarta causa de muerte a nivel mundial. Conocer más acerca de esta enfermedad (causas, síntomas, tratamientos) te ayudará no sólo a prevenirla, sino también a mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados, por lo cual te recomendamos leer el siguiente artículo.
Históricamente esta enfermedad ha sido reportada desde el siglo XVI, siendo reconocida formalmente debido a la progresiva creación de instrumentos y métodos de diagnóstico: estetoscopio (s. XVIII), espirómetro (1846) y espirometría (1947) siendo estos métodos usados aun en la actualidad. Aunque muchos de los síntomas que comprenden esta enfermedad han sido descritos durante más de 200 años, no fue sino hasta 1962 que el Comité de la Sociedad Torácica Americana sobre estándares de diagnóstico (American Thoracic Society Committee on Diagnostic Standards, en inglés) brindaron la descripción de los componentes de la EPOC:
Una vez establecidos los componentes de esta patología, se cree que William Briscoe fue la primera persona en usar el término “EPOC” en una discusión en la 9ª Conferencia sobre Enfisema en Aspen llevada a cabo en 1965. A partir de allí se hace referencia a este término para abreviar la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, que se caracteriza por vías respiratorias inflamadas y permanentemente estrechas debido a la presencia de dos enfermedades respiratorias bronquitis crónica y enfisema.
Los síntomas típicos de la EPOC son tos con expectoración y dificultad para respirar durante el esfuerzo físico, pero que con la progresión de la patología también se presenta en reposo.
Las personas con mayor riesgo de padecerla son los fumadores activos y los fumadores pasivos.
La obstrucción de las vías respiratorias que ocurre en la EPOC es el resultado de cambios tanto los bronquios (el sistema de tubos ramificados de las vías respiratorias) como en el tejido de los pulmones (parénquima pulmonar), ya que ambos en sí están dañados. Tanto la bronquitis crónica como el enfisema contribuyen a los síntomas y a la limitación del flujo respiratorio.
La EPOC se caracteriza por la existencia de tos crónica y expectoración (bronquitis crónica) y de enfisema. Ambas enfermedades acaban apareciendo de manera simultánea en la mayoría de los afectados, sin embargo, existen los casos en los que aparece una y luego la otra.
Debido al estrechamiento permanente de las vías respiratorias, tanto la absorción de oxígeno como la liberación de dióxido de carbono se hacen progresivamente más difíciles. La insuficiencia de los músculos también produce una disminución en el rendimiento respiratorio, lo que en conjunto da como resultado un suministro insuficiente de oxígeno que afecta a todo el cuerpo.
A mediano o largo plazo es afección respiratoria puede conllevar a la aparición de otros importantes problemas de salud, de los cuales destacamos los siguientes:
Es una de las principales enfermedades en términos de morbilidad y mortalidad, alrededor de 600 millones de personas en todo el mundo están afectadas. Siendo la tercera causa de muertes en Europa, la cual va en aumento, debido principalmente al aumento del consumo de tabaco en las últimas tres décadas. La prevalencia de esta enfermedad es significativamente mayor entre los fumadores y ex fumadores que entre los no fumadores o fumadores pasivos. Afectando con mayor frecuencia a las personas mayores de 40 años que a las menores de 40 años, presentados más en hombres que en mujeres.
La mayor prevalencia de personas con EPOC se da conforme la edad, pero no solo les da a personas mayores, el 70% de las personas diagnosticadas con EPOC, son menores de 65 años de edad. Estas personas son responsables del 67% de las visitas al médico.#EPOC #CuidaTuSalud pic.twitter.com/CAXLYDHgMY
— Red EPOC de México (@RedEPOCdeMexico) March 31, 2020
La falta de aliento (disnea) es el principal síntoma de esta enfermedad, así como la tos crónica que aparece al despertarse acompañado del esputo o moco de color amarillo-verdoso y seguidamente las sibilancias o silbidos al respirar, esta sintomatología se presenta diariamente cuando la enfermedad haya ocasionado una degeneración significativa.
Los síntomas suelen presentarse según la etapa que en la que se encuentre la enfermedad, siendo las características de cada una las siguientes:
Pero la EPOC no solo afecta la capacidad pulmonar, ya que en etapas avanzadas puede afectar a muchos órganos diferentes del cuerpo, por lo cual puede desarrollarse otros síntomas en el individuo afectado, tales como:
La causa principal de la EPOC es el tabaquismo activo o pasivo, los pulmones y los bronquios son los que más sufren el consumo de nicotina y la exposición constantes a humo del cigarrillo (tabaco). Aunque esta es la principal causa asociada, existen otros agentes gaseosos potencialmente dañinos para el sistema respiratorio como el humo generado por empresas industriales, laboratorios químicos, minerías, cocinas a leña o carbón entre otros. Además, se pueden distinguir los factores causales entre factores internos o intrínsecos y exógenos o externos:
Dejar de fumar es la medida más efectiva y rentable para prevenir el desarrollo de esta enfermedad, así como también retrasa la progresión de la misma. Una combinación de medidas de terapia conductual y farmacoterapia pueden lograr tasas de abstinencia a largo plazo. Teniendo en cuenta que algunas toxinas pueden provocarla, otras medidas preventivas incluyen higiene y protección respiratoria en el lugar de trabajo, si este se encuentra dentro de los factores de riesgo (procesadoras de polvo de origen mineral, minería del carbón, fábrica de productos vegetales, fábricas de algodón, laboratorios...).
Siendo la medida preventiva más efectiva, te dejaremos a continuación algunas recomendaciones para lograr dejar de fumar.
Son variadas las entidades patológicas que ocasionan limitación en la capacidad respiratoria, por lo las siguientes se pueden confundir con la EPOC:
Su diferenciación es posible mediante estudios diagnóstico, como estudios de imagenología en tórax y pruebas de valoración de la capacidad y función pulmonar.
Aunque en un paciente con la enfermedad avanzada pueden ser notables los síntomas, la obtención de un diagnóstico certero es posible por varios pasos. Inicialmente el médico valora los síntomas percibidos por el paciente y lleva a cabo la construcción de una anamnesis en donde se recaban datos como:
Posterior a esto se lleva a cabo un examen físico que inicia con la auscultación, con esa técnica el médico escucha mediante el estetoscopio ciertos sonidos respiratorios, como sibilancias al exhalar. A menudo también se escucha un ruido de respiración debilitado (murmullo vesicular disminuido), esto ocurre cuando los pulmones están hiperinsuflados (enfisema pulmonar) y el paciente ya no puede exhalar el volumen de la respiración inspirado.
Estudios de imagenología que involucren a los órganos torácicos (Rx, tomografía computarizada, resonancia magnética) tiene sentido para el diagnóstico diferencial y la detección de comorbilidades significativas, como un carcinoma de pulmón, tuberculosis.
El instrumento más fiable para confirmar la presencia de EPOC es el espirómetro, este instrumento permite diagnosticar efectivamente esta enfermedad y evaluar el curso de la misma.
En la espirometría, el paciente respira a través de la boquilla del espirómetro, que mide el volumen corriente. Se mide los parámetros para la función pulmonar: capacidad vital forzada – CVF (volumen pulmonar total que se puede exhalar con fuerza después de una inhalación profunda) y volumen espiratorio forzado – VEF1 (el mayor volumen pulmonar posible que se puede exhalar con fuerza en un segundo). Si la capacidad de un segundo es menos del 70 por ciento de lo normal, hay una EPOC y su nivel de severidad en cuanto a obstrucción depende de las variables en los resultados:
El tratamiento médico a largo plazo depende de la gravedad y la etapa en la que se encuentre la enfermedad. Pero en general, el tratamiento médico para la EPOC está constituido por medidas farmacológicas y no farmacológicas. Siendo la medida no farmacológica más importante que el paciente afectado deje de fumar, evitar el consumo de tabaco y la exposición al humo de tabaco estabiliza la función de los pulmones en pacientes con EPOC en comparación con aquellos que continúan haciéndolo. En algunos casos será necesario apoyo médico y psicoterapéutico para lograrlo.
Ahora bien, las medidas farmacológicas consisten en la indicación de:
La cirugía sólo se considera en pacientes con deterioro avanzado, que sufren cada vez más por la inflación excesiva de los pulmones y que no han obtenido lo mejores resultados en cuanto a la terapia farmacológica o medidas de fisioterapia respiratoria. Existen varios métodos quirúrgicos que pueden usarse como tratamiento, de los cuales destacamos los siguientes:
Existe un tipo de fisioterapia que funciona efectivamente como método de rehabilitación para el paciente con EPOC, le hablamos de la fisioterapia respiratoria. Sin bien esta enfermedad no es curable, las técnicas fisioterapéuticas permiten la mejora de las funciones respiratorias y por ende permite una notable mejora en la calidad de vida del paciente afectado. Los pacientes con EPOC experimentan una dificultad creciente para respirar durante el esfuerzo físico, es por eso que la mayoría de las personas afectadas se mueven cada vez menos. Trayendo como consecuencia que los músculos se debiliten, se reduzcan su capacidad de lidiar con el estrés, por lo que los afectados se vuelven cada vez más inactivos y finalmente inmóviles. Por lo tanto, el entrenamiento dirigido desde la fisioterapia es muy importante para las personas con EPOC, ya que puede prevenir la degeneración muscular y la pérdida de resistencia.
La fisioterapia es es muy importante para las personas con EPOC, ya que puede prevenir la degeneración muscular y la pérdida de resistencia.
Además, la fisioterapia respiratoria fortalece los músculos respiratorios y elimina los bloqueos existentes en el área del tórax. Está fisioterapia está diseñada para optimizar la actividad respiratoria, conseguir una tos efectiva que expulse las mucosidades existentes en las vías respiratorias, así como también para reducir la disnea, aumentando de esta manera la calidad de vida de la persona con esta patología respiratoria. Las técnicas y herramientas más frecuentemente usadas son:
La elección de las técnicas anteriormente mencionadas dependerá de las características individuales de cada paciente y la etapa en la cual se encuentre la enfermedad.
Esta enfermedad requiere la evaluación y supervisión de un profesional de salud especialista en el área respiratoria (neumólogos, fisioterapeutas respiratorios entre otros), por lo que antes de seguir con las recomendaciones que te dejaremos a continuación, te recomendamos consultar con tu profesional de salud de confianza. Teniendo esto en claro, desde nuestro portal en YouTube FisioOnline te dejamos diversas técnicas fisioterapéuticas enfocadas en fomentar la capacidad respiratoria, todas ellas son descritas por expertos en fisioterapia respiratoria para brindarte las mejores recomendaciones.
Para lograr seguir adecuadamente las siguientes recomendaciones, te brindamos a continuación importante información de salud sobre cuáles son las estructuras anatómicas a tratar, además te enseñamos cómo puede autoevaluarlas y entrenarlas a través de ejercicios respiratorios:
Cuando se habla de la función respiratoria el músculo diafragma es el protagonista, por lo cual si no trabaja eficientemente el patrón ventilatorio podría verse alterado negativamente. Por ello te recomendamos que veas el siguiente vídeo en donde aprenderás cómo relajar sus fibras con la finalidad de aumentar su acción funcional:
La capacidad respiratoria es la principalmente afectada por la EPOC, es por ello que te recomendamos que veas el siguiente vídeo, en donde se te brindarán información importante que te ayudará a sobrellevar los efectos de esta afección de salud, así como una serie de consejos y ejercicios para mejorar y aumentar la capacidad, así como la eficacia de los movimientos de inspiración como de expiración.
Te mostramos en este vídeo una rutina de ejercicios automasajes y estiramientos para liberar la respiración, así como también te ofrecemos información y algunos consejos para que te sientas mejor.
Finalmente te ofrecemos otras fáciles maneras de mejorar tu respiración, si nunca has realizado ejercicios respiratorios este vídeo es para ti. Conoce en el siguiente vídeo cinco fáciles ejercicios para que lo hagas en tu casa:
El pronóstico de este problema de salud depende de si la progresión de la EPOC puede ralentizarse en la etapa en la que se encuentra. Pero, en cualquier caso, el pronóstico puede ser favorable para la persona que la padece si mantiene un adecuado tratamiento combinado con el abandono del hábito de fumar, principalmente estas medidas tienen un efecto positivo en el curso de la enfermedad.
El pulmón del fumador mejora solo unas horas después de dejar el último cigarrillo, siendo los efectos positivos visibles a partir de las dos semanas, como: una circulación sanguínea mejorada y una capacidad respiratoria aumentada. Sin embargo, el tejido perdido en los pulmones no se puede recuperar, la terapia farmacológica en estos casos solo puede reducir significativamente los síntomas y mejorar la calidad de vida de la persona afectada.
El pronóstico puede ser favorable para la persona que la padece si un adecuado tratamiento es combinado con el abandono del hábito de fumar.
La EPOC sólo es curable si un trasplante de pulmón tiene éxito, de resto no es una enfermedad curable. Posteriormente, la persona afectada tiene que tomar medicamentos para toda la vida que suprimen el sistema inmunológico del cuerpo. De lo contrario, el nuevo pulmón trasplantado será rechazado.
Como ya se ha mencionado anteriormente en la información de este artículo, esta enfermedad constituye una de las primeras causas de muerte a nivel mundial. La esperanza de vida está directamente relacionada a la edad que tenga el afectado o la presencia de enfermedades graves además de la EPOC. Debido a que tanto la vejez como las comorbilidades crónicas (como enfermedades cardíacas, diabetes u osteoporosis) pueden afectar el curso de la enfermedad y, por lo tanto, reducir aún más la esperanza de vida.