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La enfermedad de Parkinson es una entidad clínica que se caracteriza porque la persona realiza movimientos que son involuntarios, temblores, alteraciones en la postura y en el equilibrio, que ocasionan limitaciones en las actividades de la vida diaria, por lo que se requiere de un tratamiento tanto médico como terapéutico. Un dato importante sobre la patología, es que genera afectación de los ganglios basales, los cuales se encargan de la función motora y de todas las tareas que se tienen que activar para poder lograrlo.
El sistema nervioso central se divide principalmente en cerebro, cerebelo, tronco encéfalo y médula espinal, pero además también existen otras regiones importantes, entre los cuales se encuentra el cuerpo calloso, los ganglios basales y el sistema límbico.
Los ganglios basales son un conjunto de neuronas que forman una especie de circuitos que se conectan para cumplir funciones relacionadas con el movimiento y su control. Estos núcleos para poder funcionar crean conexiones con áreas como la corteza frontal, lóbulo parietal, sistema límbico, sistema visual, cerebelo y con dos estructuras del diencéfalo.
Esta región anatómicamente se conforma de otras zonas más pequeñas igual compuestas de núcleos, entre las cuales podemos mencionar el putamen, el globo pálido, la sustancia negra, el núcleo caudado y los ventrículos. Estas reciben aferencias de varias estructuras, por lo que también intervienen en el procesamiento de las emociones.
Además de las zonas mencionadas, el globo pálido junto al tálamo crean un área por la cual pasan los haces piramidales, es decir los que se encargan del control del movimiento. Esta zona es denominada cápsula interna, y tiene especial relevancia médica cuando ha ocurrido un accidente cerebrovascular.
La función de los ganglios basales es recibir y transmitir señales provenientes de otras zonas cerebrales, para así poder iniciar e integrar los movimientos del tronco, extremidades, cabeza y cuello. Esto explica porque sus alteraciones generan problemas como lo que ocurre en el síndrome parkinsoniano.
"El Parkinson se caracteriza por temblor, rigidez, postura en flexión, trastornos del sueño y movimientos lentos"
La enfermedad de Parkinson o también llamado síndrome parkinsoniano, comprende un conjunto de trastornos del movimiento, que se caracterizan porque el individuo presenta temblores, cambios en la postura, aumento del tono muscular y dificultad para comenzar con un movimiento en concreto, lo cual tiende a imposibilitar a la persona para realizar múltiples actividades de la vida diaria.
Los síndromes que forman parte del parkinsonismo pueden clasificarse en dos grandes grupos de acuerdo a su relación con otros problemas neurológicos, por eso encontramos los que asocian con patologías como el Alzheimer y otros que se refieren a los que causan degeneración del cerebro, tal como es el caso de la hipotensión postural.
La persona que descubrió esta enfermedad, fue conocida por ser el primero en describirla y este hecho ocurrió en el año 1817, sin embargo años más tarde fue que se nombra de esta forma, ya que Charcot otro médico de la época lo designo con el apellido de la primera persona que se percató de las alteraciones del movimiento.
La enfermedad de Parkinson se desarrolla debido a causas generalmente desconocidas que producen déficit en los neurotransmisores que se localizan en dos regiones de los ganglios basales, es decir en el cuerpo estriado y en la sustancia negra. Estas deficiencias de los núcleos de la base alteran a la dopamina, la cual es una sustancia que interviene en la sinapsis neuronal para aumentar la conducción nerviosa y así activar una tarea final, en este caso los movimientos.
Entonces cuando algún factor ya sea interno o externo afecta a la dopamina, las neuronas pierden velocidad para transmitir la información motora, y así generan que los movimientos sean lentos, incontrolados e incluso involuntarios.
Para entender un poco como funciona la dopamina en el sistema nervioso en la imagen que se encuentra a la derecha, puedes observar el recorrido que realiza el neurotransmisor, el cual incluye las zonas de los ganglios basales pero también al lóbulo frontal, el cual es el que ejecuta la orden para que se realicen los movimientos en el cuerpo humano.
"La dopamina disminuye y así mismo sus efectos en el cerebro que ayudan a la transmisión de señales nerviosas"
Las zonas que resultan afectadas cuando aparecen los trastornos hipercinéticos o hipocinéticos, es decir alteraciones en la amplitud y velocidad del movimiento, son las partes que componen a los ganglios basales, ya que estas son las partes del cerebro que se encargan del control motor y de todos los factores que se necesitan para realizar un movimiento que sea considerado de calidad o mejor dicho fisiológico.
El Parkinson no es una enfermedad que suele afectar a personas jóvenes, por lo que la prevalencia se mantiene en personas mayores, generalmente en edades comprendidas entre 40 y 80 años. En cuanto al sexo este no suele un factor discriminativo, ya que puede aparecer tanto en hombres como en mujeres. En el año 2016 se realizó un compendio de actualización referente a la enfermedad, y se encontró que existe un aproximado de 1% de personas a nivel mundial con la patología, y que en su mayoría forman parte del sexo masculino.
Prevalencia estandarizada de la Enfermedad de Parkinson según la edad (2016) pic.twitter.com/Lp9PGgujoR
— ingrid estmann (@estmannmd) October 5, 2018
Los trastornos del movimiento se manifiestan con afectación y problemas para controlar las funciones motoras del cuerpo, es decir que la persona con el síndrome comienza a presentar una serie de síntomas que se pueden identificar gracias a que se presentan movimientos sin control, lo que implica que no se pueden regular voluntariamente. Entre los síntomas más característicos podemos mencionar los siguientes:
Además es importante mencionar que los síntomas suelen incrementarse con las emociones, sobre todo ante la presencia de estrés.
"Para disminuir los síntomas es necesario administrar medicamentos y ejercicios terapéuticos"
Las enfermedades degenerativas que afectan al cerebro, van generando la aparición de síntomas de forma progresiva, por lo que no todos aparecen al mismo tiempo, es por eso que resulta importante mencionar cuales son los signos tempranos que pueden alertar a la persona de la enfermedad.
Entre los signos de inicio del Parkinson se encuentran los mencionados a continuación:
En conclusión, lo síntomas del Parkinson son muy variados, por lo que es necesario que las personas de edad avanzada sepan identificar las señales temprana de la enfermedad, para así poder comenzar el tratamiento médico y la rehabilitación física lo más rápido posible, ya que será imprescindible para que el individuo aprenda a lidiar con los nuevos signos.
En la actualidad no se tiene claro cuales son las causas de la enfermedad de Parkinson, ya que a pesar de los estudios los investigadores no han podido concluir una causa concreta de los trastornos del movimiento, por lo que aunque no se manejan causantes directos si se tiene una lista de factores que pueden predisponer que un individuo padezca de la alteración de los ganglios basales, mientras otras no.
Los factores que pueden predisponer que una persona tenga Parkinson mientras otra no, incluyen alteraciones genéticas, exposición a ciertos ambientes, personas mayores de 40 años, sexo masculino y presencia de unas estructuras que alteran al citoplasma celular, las cuales son denominadas como cuerpos de Lewy.
El parkinsonismo tiene síntomas detallados, lo que hace que su diagnóstico se base en la manifestación clínica, por lo que existen ocasiones que la enfermedad puede ser confundida con otras alteraciones del movimiento, entre los cuales se encuentran las ACV, la demencia, atrofia del sistema nervioso central, parálisis supranuclear, atrofia de la corteza cerebral y otras patologías que aunque se presentan como el Parkinson, no tienen la misma afección de los ganglios basales, sino que más bien alteran otras regiones cerebrales.
Para establecer el diagnóstico médico de la enfermedad no se cuenta con una prueba concreta que la identifique, por lo que los médicos se basan en la progresión de la enfermedad y en la aparición de los síntomas característicos de alteración de los ganglios basales, es decir en general el paciente debe presentar temblor, rigidez, postura encorvada, inexpresión facial, alteraciones del sueño, problemas en el equilibrio, y marcha lenta. Así mismo, pueden realizarse otras pruebas médicas con el objetivo de descartar otros problemas neurológicos en zonas aledañas a los núcleos de la base.
Como ya hemos mencionado no existen pruebas clínicas que concreten el diagnóstico médico, sin embargo si resulta necesario realizar exámenes como la resonancia magnética, para así observar como se encuentran las otras estructuras que componen al sistema nervioso central. Siendo de suma importancia evaluar de forma manual los daños neurológicos, mediante pruebas del tono muscular, observación de la marcha y postura, evaluación del equilibrio, calidad de los movimientos y con preguntas detalladas que deben incluirse en la anamnesis del paciente.
"La enfermedad de Parkinson aparece en los adultos mayores, generalmente entre los 40 y 60 años"
El tratamiento médico del Parkinson ha ido evolucionando con el pasar de los años, por lo que encontramos intervenciones en las que se utilizan fármacos y otros casos en los que se emplean procedimientos quirúrgicos para lograr objetivos concretos. Pero siempre en busca de mejorar la funcionalidad del paciente, así como en evitar una mayor progresión de la enfermedad, ya que si se dejan que evolucionen los síntomas, estos pueden llegar a ser discapacitantes para el individuo.
Los medicamentos son el tratamiento que se utiliza como predilecto por los médicos, ya que estos ayudan a disminuir los síntomas, sobre todo aquellos como la rigidez, el temblor y los problemas en el equilibrio que tienden a causar múltiples limitaciones en la actividad. Por eso entre los fármacos más utilizados se encuentran los mencionados a continuación:
Anteriormente se realizaban cirugías como tratamiento del temblor, sin embargo con la aparición de los medicamentos su práctica fue disminuyendo. En la actualidad se han estado utilizando técnicas, como la estimulación eléctrica cerebral profunda, ya que esta ha demostrado su eficacacia para disminuir tanto el temblor como la rigidez, pero existen ciertos criterios que debe cumplir el paciente para que pueda ser considerado como un candidato a la técnica.
La fisioterapia cumple un papel fundamental para las personas que tienen Parkinson, ya que se requiere un tratamiento bien planificado para poder lograr los efectos positivos que se espera. Por lo que es recomendable que el fisioterapeuta sea una persona preparada en el área de neurología, ya que son paciente que deben ser atendidos con cuidado para evitar caídas u otros problemas.
Entre las intervenciones terapéuticas destacan las que se mencionan a continuación:
La fisioterapia juega un rol fundamental para el tratamiento del Parkinson, por eso en nuestro canal de FisioOnline podrás encontrar información que te ayudará a entender un poco las técnicas y ejercicios que ayudan a tratar los síntomas productos de las alteraciones en los ganglios basales.
La coordinación y el equilibrio son dos de las capacidades que se alteran con el Parkinson, por eso te ofrecemos información en el siguiente vídeo al respecto del tema.
La propiocepción es la capacidad que tiene nuestro cuerpo para identificar donde se encuentran sus partes sin necesidad de utilizar la vista, y esta es otro de los ítems que se ven alterados por la patología, por eso en el siguiente vídeo encontrarás información sobre este tema.
Los trastornos del sueño son unos de los síntomas comunes en los pacientes con Parkinson, por eso resulta necesario que las personas aprendan como relajarse para evitar situaciones de estrés y así mismo la aparición de más síntomas.
El Parkinson es una enfermedad que progresa a medida que avanza el deterioro de los ganglios basales, sin embargo con un buen tratamiento médico y de fisioterapia se puede lograr disminuir el avance del daño cerebral, lo cual le proporciona a las personas diagnosticadas prácticamente el mismo tiempo de vida que una persona que no tiene el síndrome.
Cuando una persona es diagnosticada con Parkinson resulta de suma importancia que se comience con la rehabilitación y con los medicamentos más idóneos para el paciente, ya que esto evitará que la enfermedad siga avanzando. Por lo que para evitar el incremento de los síntomas es necesario que se realicen todas las técnicas terapéuticas y se administren los fármacos para controlar el déficit de la dopamina.
