Diferentes causas pueden conllevar a la alteración de la morfología del pie, especialmente a la alteración del arco plantar. Cuando este se ve descendido se denomina pie plano, mientras que cuando se incrementa se denomina pie cavo. Una deformidad puede no ocasionar síntomas en muchos casos, sin embargo, varias lesiones y afecciones ocurren promovidas por esta alteración en los pies. Conoce a continuación, qué consecuencias puede tener el pie cavo, si es posible prevenirlo y cuáles son los tratamientos disponibles para resolver esta deformidad:
Términos como pie cavo, arqueado, excavado o hueco se utilizan para describir una deformidad del pie que se caracteriza por el arqueamiento excesivo del arco longitudinal o plantar del pie (constituido por huesos, ligamentos y músculos, que en conjunto permiten la distribución y absorción del peso al caminar). Esta deformidad puede ser congénita o adquirida, siendo la segunda la más frecuente; en la mayoría de los casos, la deformación se desarrolla por una alteración en la tensión muscular de los músculos del pie y la pantorrilla, que progresivamente va deformando el pie en el transcurso de la vida. Sin embargo, existen otros factores causales de los cuales hablaremos más adelante.
El pie cavo o arqueado es una deformidad del pie que se caracteriza por el arqueamiento excesivo del arco longitudinal o plantar del pie..."
Aunque la alteración del arco o la bóveda plantar puede estar bien acentuada y ser visible, generalmente cursa de manera asintomática, por lo que las personas que notan esta anormalidad no suelen buscar atención médica para resolverla. Sin embargo, es importante destacar que los pies son la base biomecánica del cuerpo y si estos se ven alterados pueden desestabilizar otras zonas, ocasionando cambios estructurales importantes que consecuentemente provocan dolor o promueven la aparición de variedad de lesiones.
Frecuentemente el pie cavo se le considera lo opuesto a pie plano, principalmente porque esta deformación se presenta con elevación de la bóveda del pie por encima de lo normal (lo contrario a pie plano) que frecuentemente se acompaña de dedos en garra, pronación del antepié, pisada supinadora, retropié o talón en varo (inclinado hacia adentro) y aducción del antepié:
Inicialmente se divide según el factor causal: congénito (que esta desde el nacimiento), adquirido (que aparece en el transcurso de la vida) y se considera un tercer tipo: idiopático (cuando no se lograr definir el origen de la deformación). Además, también se dividen según el predominio posicional de la deformación:
Cuando se presentan características de ambos tipos se considera una deformación mixta.
En muchos casos las articulaciones del antepié, retropié y las del tobillo intentan compensar esta deformación con predominio en el mediopié. Esto da como consecuencia una importante sobrecarga y desbalance en los miembros inferiores, que puede tener graves consecuencias en varias zonas del cuerpo tales como:
Hay pocas estimaciones adecuadas de la prevalencia e incidencia del pie cavo, posiblemente esto sea debido a que los reportes de esta alteración se dan en casos sintomáticos o en diagnósticos accidentales. Diversos estudios basados en análisis de población sugieren que la prevalencia del pie cavo es aproximadamente del 10%. En un estudio de pacientes que se presentaron para la evaluación de pie cavo sintomático, aproximadamente dos tercios tenían una anomalía neurológica subyacente. No se conocen diferencias notables entre cual es el género más afectado.
La desalineación del pie es fácil de reconocer cuando está muy pronunciada:
Dado que el pie está particularmente estresado en algunos lugares más que en otros debido a la desalineación, por lo que los cambios en la piel del pie también son comunes. Frecuentemente, se presentan callosidades en el interior y exterior del metatarso, así como también sobre los dedos y planta del pie. Además, teniendo en cuenta que esta deformación puede alterar la posición de la rodilla, cadera, columna y otras partes del cuerpo, se puede presentar síntomas como: dolor lumbar, dolor de rodilla o de cadera, síntomas que no son frecuentemente relacionados directamente con la presencia de pies cavos.
Detectar la formación de esta alteración en los pies puede resultar difícil en el inicio de su formación (en caso de ser adquirida), por ello queremos mostrarte en el siguiente vídeo algunos consejos sobre cómo detectarla y tratarla adecuadamente:
El desarrollo de esta alteración puede ser congénito o adquirido, sin embargo, también existen casos en que el factor causal no puede ser identificable los pies cavos idiopáticos. Cuando se desarrolla en ambos pies frecuentemente es de origen congénito, mientras que los casos unilaterales se presentan como consecuencias postraumáticas. Los factores causales que conllevan a esta deformación son variados, por lo que en muchos casos es difícil establecer el factor desencadenante, sin embargo, se consideran que las más destacables son las siguientes:
Un cambio patológico a nivel nervioso puede conllevar a importantes desbalances musculares que consecuentemente conducen a la deformación del pie, algunos de ellos son:
neuropatías motoras y sensoriales hereditarias.
En general, variedad de alteración de origen traumático pueden alterar tanto los nervios como los músculos y su interacción en el pie, algunos de las causas más destacables son:
Todas las causas anteriormente mencionadas pueden conllevar a desbalances musculares de manera directa e indirecta. Ahora bien, hablando directamente de las deficiencias musculares que conllevan al desarrollo del pie cavo, podemos decir que existen dos teorías sobre los desbalances musculares que originar el pie cavo son:
Los pies cavos congénitos no se pueden prevenir, pero algunas acciones pueden ayudar a prevenir la formación los adquiridos:
Aunque su detección en muchos casos es fácil a simple vista, es necesario una valoración diagnóstica para determinar qué tipo de pie cavo está presente y cuál es la causa subyacente para diseñar un plan terapéutico adecuado para el caso. Para ello el médico realizará variedad de pruebas diagnósticas que darán inicio con la anamnesis o historia clínica, en donde se podrán detectar antecedentes médicos asociados al pie cavo (lesiones musculoesqueléticas, alteraciones neurológicas).
El examen físico está constituido por la aplicación variedad de pruebas no sólo a los pies sino a todo el cuerpo en conjunto. Inicialmente el médico valora la movilidad, fuerza muscular, flexibilidad y postura de los tobillos y pies tanto de manera activa (valoración de la marcha) como pasiva, además, inspecciona el estado de la piel en busca de callosidades, de la sensibilidad, propiocepción y de los reflejos neurológicos en esta área.
El test de Coleman es una parte fundamental del examen físico, ya que uno de los principales objetivos del examen físico es determinar la rigidez del pie cavo. Dicha prueba la realiza el médico haciendo que el paciente se pare con un bloque de madera de 2,5 cm debajo del talón y el lateral del pie. Esto permite que el primer metatarsiano realice una flexión plantar fuera del bloque. Si el retropié se corrige a una posición neutra, la articulación subastragalina es flexible (deformidad flexible). Si el retropié no se corrige, la articulación subastragalina es rígida (deformidad rígida).
Sabes qué es el test de COLEMAN en el pie CAVO-VARO???
Te dice si el retropié varo será normal si corriges el cavo de antepié
Si varo corrige = retropié FLEXIBLE
Si FLEXIBLE = corregir el ANTEPIÉ
Si varo NO corrige = retropié RÍGIDO
Si RÍGIDO = cirugía ANTE + RETROPIÉ pic.twitter.com/2MkgVyG4YQ— Dr. Enrique Navarrete (@drenrinavarrete) December 27, 2019
Algunos estudios ofrecen mayor información sobre los cambios que se desarrollan en esta deformidad que en el examen físico y en la anamnesis no se logran evidenciar. Los más usados por los médicos son:
El abordaje terapéutico indicado por el médico varía según la gravedad de la deformación, la presencia o no de síntomas y la causa subyacente. Si se conoce la causa, primero es tratada la enfermedad subyacente. Los médicos presentan dos abordajes terapéuticos: conservador o quirúrgico.
Si la bóveda del pie varo está ligeramente pronunciado y el pie sigue siendo flexible; el especialista suele indicar un abordaje conservador constituido por:
Ahora bien, si el pie cavo es rígido o está muy pronunciado, sí el pie es inestable, las plantas de los pies y la piel de la bóveda muestran lesiones y llagas que provocan dolor, o si la deformación del pie causa notable dolor, entonces el tratamiento quirúrgico es la única opción terapéutica. Existen varios métodos para corregir el arco del pie, en varían en cada caso. Pero básicamente, se usan dos técnicas: osteotomía y artrodesis. En una osteotomía, las partes óseas se cortan y se fijan en una posición alineada. Mientras que la artrodesis, tiene como objetivo reducir notablemente las molestias provocadas por el refuerzo artificial o anclaje total de determinadas articulaciones del pie.
Los pies cavos flexibles pueden resolverse mediante abordajes conservadores como la fisioterapia. Aquí el tratamiento está constituido por medidas activas y pasivas enfocadas en:
Para lograr estos objetivos, el fisioterapeuta realiza una valoración biomecánica exhaustiva con la finalidad de detectar los desbalances musculares presentes para consecuentemente corregirlos mediante el entrenamiento terapéutico y otras medidas terapéuticas. Las más usadas en este caso:
Queremos brindarte las herramientas terapéuticas necesarias para que continúes tu proceso de rehabilitación fisioterapéutica en casa, con este propósito te dejamos a continuación variedad de vídeos de nuestro portal FisioOnline en YouTube. Además, en esta web Fisioterapia – Online podrás encontrar artículos con importante información basada en artículos científicos.
La planta del pie puede suele ser la más afectada por esta deformación, por ello te dejaremos a continuación una técnica de automasaje que te brindará alivio casi instantáneo a las plantas de tus pies:
Otra técnica manual enfocada en brindar alivio a la planta de los pies es la que te mostraremos en el vídeo a continuación. Con ayuda de una pequeña pelota podrás brindar un efecto de alivio inmediatos a esas dolencias en tus pies por lo cual te recomendamos ver el siguiente vídeo:
La musculatura posterior de la pantorrilla cuando esta contraída desmejora la biomecánica de los pies, por ello te recomendamos ver el siguiente vídeo en donde te mostraremos una técnica de automasaje para descargar estas estructuras:
Siendo más específicos con la deformación del arco del pie, hemos preparado un vídeo que te recomendamos ver, ya que en el un profesional fisioterapeuta desarrollará más a fondo sus causas y los métodos terapéuticos que permiten la normalización de la morfología del pie y reduce las molestias causadas por el pie cavo:
No puede establecerse un tiempo de curación, ya que puede ser muy variable en cada caso. El pronóstico está relacionado principalmente por el factor causal subyacente y por el momento en que se realizó el diagnóstico y se ejecutó el tratamiento (temprano o tardío). Un retraso en el diagnóstico y en la terapia, eventualmente puede conducir a una deformación fija y rígida que solo puede remediarse mediante cirugía. la mayoría de estos casos suelen solucionarse tras la cirugía; sin embargo, la cirugía no ofrece los mejores resultados cuando el factor causal subyacente se trata de un desorden o una enfermedad neurológica, actualmente ningún procedimiento quirúrgico puede proteger al pie completamente contra la recurrencia de la deformación. Es fundamental la identificación e intervención terapéutica temprana para prevenir la progresión de un pie cavo flexible y corregible a uno rígido que requiere cirugías u osteotomías para su solución.