Los bebés durante su desarrollo en el útero de la madre se encuentran propensos a padecer de distintas lesiones y enfermedades, y una de ellas es la malformación conocida como espina bífida. Esta patología no tiene una causa concreta pero si se tienen teorías que indican que la falta de vitamina durante los primeros meses de gestación puede aumentar el riesgo de que aparezca la lesión en la médula.
La columna vertebral es una estructura alargada y compuesta de múltiples vértebras, que se localiza en la parte media de la espalda y que gracias a su resistencia es la encargada de proteger a la médula espinal.
La médula espinal constituye una de las porciones del sistema nervioso central, debido a que esta es la que se encarga de ser un puente de comunicación con el sistema nervioso periférico. Es decir, que gracias a sus haces de fibras ascendentes y descendentes permite que se transmita la información motora hacia la periferia, con el fin de producir un movimiento y la información sensitiva hacia los lugares del encéfalo que se encargan de regular esa función.
Al principio de la gestación comienzan los procesos biológicos que permitirán la formación y el desarrollo de cada uno de los tejidos que componen al ser humano, y en el caso del tubo neural esta constituye el primer paso para la formación del sistema nervioso central, y así mismo para el desarrollo del cerebro, cerebelo, tronco encéfalo y la médula espinal.
Este tubo neural empieza a formarse y diferenciarse desde la concepción, hasta que llega un punto, aproximadamente a la mitad del segundo mes de gestación, en el que ya se encuentra completo y comienzan a cerrarse sus partes, para que pueda continuar el desarrollo de los tejidos nerviosos. Entonces, cuando este proceso no ocurre como debería es que aparecen los defectos del tubo neural y con ello la aparición de malformaciones.
Los defectos del tubo neural son llamados de esta forma, ya que constituyen una serie de problemas y anomalías de la médula espinal o del encéfalo, al momento que debería ocurrir el cierre de las estructuras neurales. Por eso es que no se trata de una patología concreta, sino que más bien agrupa a un conjunto de malformaciones que pueden afectar el crecimiento normal de lugares como la médula y el cerebro, tal como ocurre con la espina bífida.
La espina bífida es una malformación perteneciente al grupo de los defectos del tubo neural, ya que se produce por alteraciones al momento que se está cerrando el tubo neural. Esta patología en específico se puede presentar en diferentes clases de acuerdo a la afectación que presenta la médula espinal, por eso sus características clínicas varían desde leves hasta severas.
Entonces, entre los síntomas y signos podemos mencionar parálisis, alteraciones visuales, problemas sensitivos, disminución de la fuerza muscular e hidrocefalia. Siendo algunos más complicados que otros por las limitaciones y las afecciones que producen en la salud en general del bebé.
“La espina bífida es unas de las malformaciones que se produce durante el embarazo y que afecta la salud en general del bebé”
La investigación de los defectos neurales y más específicamente de la espina bífida comenzó en los años 1970 cuando un médico concluyó que las manifestaciones clínicas se debían a una lesión ocupante de espacio (tumores) que se localizaba en la columna vertebral. Sin embargo, un siglo después un médico de apellido Recklinghausen, fue el que profundizó en el tema y más específicamente sobre la espina bífida tipo abierta, que es la más severa.
Las malformaciones que afectan a la médula espinal y a la columna vertebral, presentan una clasificación bien detallada, ya que se pueden diferenciar fácilmente de acuerdo al daño estructural de la región. Por lo que sus tipos se identifican de la siguiente manera:
Referente al lugar de la columna vertebral que más resulta afectada, podemos mencionar que la región lumbar es la que más frecuente presenta la alteración.
“La espina bífida se clasifica en tres tipos: oculta, Meningocele y Mielomeningocele”
Las estructuras que componen al tubo neural una vez que se encuentran desarrolladas deben proceder a cerrarse para permitir la formación del encéfalo y de la médula, entonces cuando este proceso se altera es que se desarrolla la espina bífida, la cual puede afectar la piel, los huesos, las meninges y las fibras nerviosas, por lo que dependiendo de la lesión del sistema nervioso central se encontrarán ciertas complicaciones.
Entonces el proceso patológico ocurre de la siguiente manera:
Las complicaciones que se derivan por el defecto neural pueden ser muy variadas, ya que como sabemos no todas se manifiestan con la misma severidad. Por lo que los problemas médicos van desde parálisis, incontinencia urinaria y fecal, debilidad muscular, hidrocefalia, convulsiones, problemas visuales, trastornos en la sensibilidad, plagiocefalia posicional, hasta la producción de otras malformaciones que aumentan la intensidad de los síntomas, tal como es la malformación de Chiari.
La vida con #EspinaBífida: el control de la vejiga desde el nacimiento puede ayudar a evitar complicaciones https://t.co/MmGkE9xX0h pic.twitter.com/XVNDhR4LK8
— Coloplast Continencia (@ColoplastCC) September 6, 2020
Aunque sabemos que existen muchas complicaciones, siempre es importante que se realicen intervenciones para prevenir secuelas en el niño. Tal como se menciona en el tweet.
Los signos y las características clínicas van a depender del nivel de la lesión y del tipo de espina bífida que presente el bebé, ya que por ejemplo la oculta no genera síntomas por lo que no produce ningún tipo de problemas en la persona. En cambio la espina bífida abierta puede presentarse con las siguientes manifestaciones clínicas:
La espina bífida es una malformación que afecta directamente a la vida del bebé y luego cuando ya es adulto, debido a que en casos como la Meningocele y la Mielomeningocele se altera tanto el movimiento como la sensibilidad, lo cual conlleva a limitaciones para realizar de manera independiente las actividades de la vida diaria.
“La meningocele y la Mielomeningocele afectan la movilidad y la sensibilidad por debajo del nivel de la lesión”
La prevalencia de las malformaciones del sistema nervioso central varía de acuerdo al país, ya que no en todos los lugares del mundo se tiene la conciencia de que la mujer durante el embarazo debe consumir ácido fólico y estar bien alimentada. Por lo que actualmente en países de Europa se tiene una prevalencia de 5 bebés por cada 10 mil que nacen, mientras que en países de Latinoamérica no se tiene una cantidad que precise el número de niños con esta patología.
Referente a la mortalidad de todos los defectos del tubo neural, según la Organización Mundial de la Salud, esta refiere que constituyen la segunda causa de deceso en los bebés durante el primer mes de nacido.
A pesar de las investigaciones, no se ha llegado a un consenso con respecto a las causas de la alteración, sin embargo, según los estudios realizados con el transcurso de los años, se tienen sospechas de que ciertos factores como déficit en la alimentación de la madre durante el primer trimestre del embarazo pueden desencadenar que el tubo neural no culmine su proceso de cierre.
Aunque no se tienen causantes precisos de la malformación, si existen algunos factores de riesgo que pueden predisponer que un bebé nazca con espina bífida, de los cuales destacan unos que son más predisponentes que otros y por eso se mencionan a continuación:
Debido a que no se tiene una causa exacta de este tipo de malformación, no existen situaciones concretas que se pueden evitar para prevenir la aparición de la patología. Pero a pesar de lo anterior, los médicos sugieren que el consumo adecuado de ácido fólico antes de la concepción y después del embarazo, puede disminuir de manera significativa la probabilidad de que un bebé nazca con espina bífida. Ya que el ácido fólico es una vitamina que necesita nuestro cuerpo para el desarrollo de los tejidos corporales y para la formación de las células sanguíneas que se encargan de transportar el oxígeno en la sangre.
Además, es importante que la madre mantenga un control prenatal, evite el consumo de sustancias nocivas, realice ejercicio adaptado a su estado y que además siempre mantenga una alimentación balanceada rica en proteínas, vitaminas y minerales.
“El consumir ácido fólico antes y durante el embarazo pueden disminuir la aparición de las malformaciones que afectan al sistema nervioso central”
Los dos tipos de espina bífida se detectan de forma diferente, ya que mientras una se observa, la otra no muestra señales por la parte externa de la piel. Por lo que el diagnóstico es esencialmente médico, mediante la realización de pruebas de imagen específicas.
La espina bífida oculta es una de las menos frecuentes, ya que en su mayoría no es diagnosticada sino hasta que el paciente ya se encuentra desarrollado, debido a que no muestra señales. Por lo que el diagnóstico se realiza de forma diferente en ambos tipos, siendo de la siguiente manera:
Además de la resonancia, el eco y los rayos x, cuando se tiene sospecha de que el feto tiene la malformación, se pueden realizar exámenes de laboratorio específicos en la madre, en los cuales se analiza la proporción de las proteínas en sangre para determinar la lesión.
El tratamiento médico va a depender de las complicaciones, del tipo de lesión y de los signos que presenta el paciente, sin embargo existen intervenciones que son generales según la gravedad de la espina bífida.
Entonces entre las técnicas y tratamientos se incluyen los siguientes:
La fisioterapia incluye en su repertorio de técnicas infantiles un grupo de maniobras e intervenciones que ayudan a proporcionar funcionalidad a los niños con espina bífida desde que se ha realizado el diagnóstico y posterior a la recuperación de la cirugía. Por lo que entre sus áreas se incluye el trabajo de los siguientes ítems:
Además, de las intervenciones mencionadas es importante y necesario que el niño permanezca en constante vigilancia y con los respectivos cuidados médicos, para evitar otras complicaciones, procesos infecciosos y cualquier otra alteración que afecte la salud general del paciente.
La fisioterapia infantil especializada en neurología brinda múltiples beneficios para los niños que tienen este tipo de malformaciones, ya que incluye un conjunto de intervenciones que ayudan a que los padres aprendan a identificar las señales y también cuales actividades ayudan a disminuir las características clínicas. Es por eso que en nuestro canal de youtube de FisioOnline podrás encontrar información al respecto.
Los animales son seres vivos que nos brindan compañía y que nos ayudan en muchas situaciones, por eso se han convertido es un tipo de terapia para el tratamiento de distintas patologías, entre las cuales se incluyen los niños con espina bífida.
Los caballos son algunos de los animales que se utilizan para la terapia con niños con alteraciones neurológicas, ya que brindan efectos positivos con respecto al movimiento natural, que no tienen estos pacientes por causa de la lesión del sistema nervioso central.
La plagiocefalia posicional consiste en un aplanamiento de la cabeza, debido a que el bebé no realiza un movimiento adecuado y mantiene la parte posterior de la cabeza contra una superficie. Y esto puede ocurrir como una complicación cuando los niños además presentan hidrocefalia por acumulación del líquido cefalorraquídeo.
Los padres son los principales cuidadores de los niños, por eso resulta necesario que sepan identificar el tiempo de aparición de las distintas fases o hitos motores que son normales para la edad, y así posteriormente puedan detectar las señales que indiquen alteraciones neurológicas.
No existe un pronóstico general para todos los niños que padecen de espina bífida, debido a que las complicaciones y el daño nervioso no se presentan de la misma manera. Por eso es que los niños que presentan el tipo oculto pueden llevar una vida normal sin alteraciones en su salud en general, mientras que los niños que tienen Mielomeningocele pueden llevar una vida relativamente normal, pero la probabilidad de caminar si varía de acuerdo a la lesión de las fibras nerviosas.