Si bien no se le considera una enfermedad o lesión, las escápulas aladas son un signo indicativo de la presencia de un desbalance o alteración de los músculos escapulares, aquellos encargados de fijar la paletilla o escápula al tórax. El desequilibrio puede promover la aparición de dolor de hombro y de espalda. Conoce más acerca de este déficit muscular, cuáles son sus causas y cómo puedes tratarlo a través de ejercicios en el artículo a continuación:
Las escápulas aladas son una alteración muscular que conlleva a que los huesos planos de la espalda (llamados escápulas, omóplatos o paletillas) sobresalgan por su borde interno, como si fueran alas, por ello se le conoce como “escápulas aladas”. Las escápulas cuentan con unas características biomecánicas bastante particulares, por lo que esta alteración de la dinámica muscular no solo se ve antiestética, sino que también puede causar dolor en el hombro y la región media de la columna vertebral producto de movimientos restringidos e inestables del hombro, los brazos y la parte superior y media de la columna vertebral. La mala postura, el sedentarismo, la falta de ejercicio y un estilo de vida no saludable son algunas de las causas más comunes de este problema en la biomecánica muscular de la articulación escapulotorácica. Pero, ¿qué músculos del cuerpo se ven afectados exactamente?
En mayor o menor medida todos los músculos que nombraré a continuación están subdesarrollados, lo cuál ocasiona que la escápula se separe del tórax:
Un músculo serrato anterior o mayor débil a menudo el principal causante de que aparezcan las escápulas aladas.
Este músculo está ubicado en el costado del tórax y se parece a unos dedos alargados.
El serrato anterior está realmente involucrado en mantener a las escápulas/omóplatos adosadas al tórax cuando se levanta el brazo.
Varios factores causales asociados al estilo de vida actual (malas posturas durante el uso de dispositivos electrónicos) pueden hacer que este músculo se debilite y que estos ya no puedan fijar la escápula al tórax, por lo que la misma sobresale durante el movimiento del brazo.
El trapecio es uno de los músculos más grandes de la espalda y cuenta con tres porciones.
En las escápulas aladas están involucrados las porciones medias e inferiores.
En muchas personas, la porción media e inferior de este músculo está debilitada por una columna vertebral dorsal muy redondeada (hipercifosis) o una posición extendida de la cabeza (cabeza adelantada).
Estas porciones se encargan de la depresión de las escápulas, por lo que una debilidad del trapecio se manifiesta en una postura incorrecta.
Producto del déficit de estas porciones del trapecio, vemos cómo sobresale la escápula desde la parte superior interna hasta la parte inferior interior fomentando las escápulas aladas.
Los romboides también están involucrados en el desbalance muscular de las escápulas, estos músculos junto con la parte media del trapecio actúan cómo un retractor de la escápula.
Estos se extienden desde la primera hasta la cuarta vértebra torácica hasta el borde medio de los omóplatos.
Debido a un estilo de vida predominantemente sedentario, a menudo sucede que la parte superior de la espalda se debilite, especialmente estos músculos, por lo que ya no pueden controlar adecuadamente la posición de la escápula, resultando en escápulas aladas.
El signo clásico de alteración muscular es la escápula sobresaliente que es notable por otras personas y por la misma afectada. Debido a que la articulación glenohumeral (hombro) está compuesta por dos huesos: el húmero y la escápula, la alteración en la biomecánica de este último afecta el comportamiento y la funcionalidad del hombro. El desbalance muscular presente ocasiona una alteración biomecánica de la articulación escapulotorácica, provocando que sean ineficaces los movimientos de elevación del brazo o las acciones que requieran una estabilización previa de esta articulación (por ejemplo, empujar un objeto o realizar una flexión de brazos).
Otros síntomas o signos que indican la presencia de este déficit de activación muscular son:
Básicamente este comportamiento anómalo en la articulación escapulotorácica, se produce por tres factores causales, primero por la debilidad de los músculos estabilizadores escapulares (serrato anterior, romboides, trapecios), segundo por la lesión de un nervio (torácico largo, espinal, escapular dorsal) y finalmente por la compresión o bloqueo espinal. Estos tres factores causales de la escápula alada son promovidos tanto por situaciones de la vida diaria como por procesos patológicos, los cuales nombraremos a continuación:
Debido a que las malas posturas son un factor predominante dentro de las causas de este déficit muscular, es importante mantener una buena postura si desea prevenirse. Otras recomendaciones para prevenir que aparezca la escápula alada son:
El diagnóstico de la escapula alada suele ser fácil de realizar, tanto para los fisioterapeutas como para los médicos, ya que con una inspección clínica de la postura y el movimiento activo de la articulación escapulohumeral es posible detectar las deficiencias musculares presentes. El diagnostico sirve no sólo para detectar el factor causal asociado, sino para establecer cuál es el grupo muscular alterado, esto contribuye al diseño de un plan de tratamiento adecuado para el caso.
Para detectar la debilidad muscular que promueve la escapula alada, se hacen pruebas musculares en donde se verifica la fuerza y el estado de los estabilizadores escapulares.
En algunos casos puede ser necesarias algunas pruebas complementarias como la electromiografía (EMG) ya que con ella se puede evidenciar la presencia de parálisis musculares y determinar si hay o no un nervio comprometido. Si bien los estudios de imagen no son frecuentemente indicados en este caso, pueden resultar útiles para detectar alguna anomalía estructural que condicione la escápula alada (lesiones discales, tumores, deformidades).
El tratamiento principalmente de la escápula alada es conservador y es dirigido desde la fisioterapia en la mayoría de los casos. Sin embargo, en aquellos casos que se presente la lesión de un nervio, el médico suele indicar inicialmente medicamentos para regular los síntomas que esta lesión desencadena como el dolor acompañado de fisioterapia y el uso de órtesis.
Si las medidas conservadoras son infructuosas, el siguiente paso a seguir en la cirugía.
El procedimiento y la técnica quirúrgica a seleccionar dependerá de cada caso, las siguientes son las más usadas:
El tratamiento desde la fisioterapia es el abordaje terapéutico por excelencia para tratar esta alteración muscular (escápula alada), ya que con este tratamiento se consiguen los mejores resultados sin complicaciones asociadas. Para ello el fisioterapeuta se centra en las vulnerabilidades presentes y se enfoca en los siguientes objetivos:
Para lograr cumplir con estos objetivos el fisioterapeuta hace uso de diferentes herramientas terapéuticas y técnicas de entrenamiento físico, tales como:
Cómo corregir las escápulas aladas con un ejercicio de TRXhttps://t.co/xXnWN0XcW2 pic.twitter.com/0V1cIMfeMl
— FisioCampus (@Fisio_Campus) June 7, 2016
Una adecuada postura es sinónimo de salud, es por ello que te recomendamos ver los siguientes vídeos de nuestro canal FisioOnline en YouTube, los cuales son realizados por profesionales de la salud expertos en el movimiento corporal humano.
Primeramente, es necesario activar la musculatura escapular con la finalidad de prepararlos para el fortalecimiento y el entrenamiento adecuado. Para ello te enseñamos en el siguiente vídeo ejercicios para elongar la musculatura que se encuentra entre los omóplatos con ayuda de una silla.
La joroba o hipercifosis es una alteración postural que promueve la aparición del déficit de los estabilizadores escapulares, por lo que es importante trabajar la postura mediante ejercicios para hipercifosis mostrados en el siguiente vídeo:
El fortaleciendo es fundamental para corregir la musculatura responsable de las denominadas "escapulas aladas", una técnica de entrenamiento muy eficaces para ello es el entrenamiento de suspensión o “TRX”. En el siguiente vídeo te mostramos como realizar un ejercicio de corrección con TRX:
Otros ejercicios enfocados en el fortalecimiento de la musculatura escapular son los que te mostramos a continuación:
La escápula es uno de los huesos que constituyen la articulación escapulohumeral, mejor conocida como el hombro. Por ello es necesario realizar ejercicios enfocados en esta articulación, obtén importante información sobre ellos a continuación:
Este déficit muscular en la mayoría de los casos tiene un buen pronóstico a corto plazo con el tratamiento adecuado (entrenamiento de musculación y gimnasia postural). Sin embargo, algunos factores causales, como las lesiones nerviosas o enfermedades adyacentes, pueden tener buen pronóstico a largo plazo como la reducción de los síntomas y un mayor control escapular. Una vez obtenido el control escapular, el médico o fisioterapeuta le enseña al paciente las medidas necesarias para gestionar a largo plazo esta alteración muscular, ya que puede volver a aparecer sin el seguimiento adecuado por parte del paciente.