¿Tiene un dolor insoportable en la parte interna del codo? Es probable que sufra de epitrocleitis o codo de golfista, esta afección al igual que el codo de tenista, es una de las causas más frecuentes de dolor de codo. Obtén mayor información sobre la también llamada epicondilitis medial a continuación, aquí se desarrollarán sus causas, síntomas que permiten detectarla, tratamiento desde la fisioterapia con ejercicios y muchos temas más.
Históricamente se habla de esta afección desde 1882, cuando el cirujano británico Henry Morris, describió el dolor medial de codo en atletas de remo, este cirujano es conocido por describir el “brazo de tenis de césped” que actualmente conocemos como codo de tenista. El origen etimológico de esta afección parte de las palabras griegas “epí-ἐπί” que significa “sobre”, “trokh- τρόχος” que significa “tróclea” y la palabra “îtis” que significa “inflamación” todas estas palabras enlazadas hacen referencia a la inflamación de la epitróclea.
La epitrocleitis actualmente es más conocida como epicondilopatía debido a que numerosos artículos científicos han informado que esta enfermedad se origina más por una reparación fallida del tendón que por un proceso netamente inflamatorio, ya que la inflamación parece jugar un papel solo en el inicio, pero no en la progresión y evolución de esta tendinopatía.
Antes de hablar sobre los músculos que se insertan en esta área, aclararemos ¿Qué es la epitróclea? Esta trata de una protuberancia del borde distal interno del hueso largo del brazo (húmero), la misma funge como punto de inserción de los músculos flexores y pronadores de la muñeca.
Siendo el grupo de músculos que se insertan en la epitróclea o epicóndilo medial del húmero los siguientes:
En la siguiente infografía podrás observar una representación esquemática de los músculos anteriormente mencionados, para que te hagas una idea de donde se encuentran ubicados en tu brazo.
Estos cinco músculos comparten el mismo origen y juntos, forman un único tejido tendinoso flexor en la epitróclea (tendón flexor común del codo), el cual está inervado por el nervio cubital (frecuentemente afectado en esta lesión).
La Epitrocleitis o “codo de golfista” se manifiesta con dolores en la zona de inserción de los tendones en la cara interna del codo, debiéndose a movimientos repetitivos, traumatismos directos o sobreesfuerzos al hacer movimientos de flexión y pronación.
La Epitrocleítis o “codo de golfista”
Se manifiesta con dolor en la zona de inserción de los tendones en la cara interna del codo, debiéndose a movimientos repetitivos, traumatismos directos o sobreesfuerzos al hacer movimientos de flexión y pronación.https://t.co/8SksYnTET9 pic.twitter.com/mJAzmqFUSh— Clinica Fisio Vida (@clinicFisioVida) May 5, 2018
Por la alta demanda mecánica a la que está expuesta los flexores de codo del golfista, en ellos se produce frecuentemente este tipo de lesión, por lo que se suele pensar que esta es una afección exclusiva de este tipo de actividad deportiva y que es la única relacionada con el golf, sin embargo, las personas que nunca han practicado el golf pueden padecerla, así como también es importante aclarar que los golfistas no sólo padecen esta tendinopatía, sino que están expuestos a muchas más lesiones.
El codo de golfista o epicondilitis medial es menos frecuente que el codo de tenista o epicondilitis lateral, representando el 10-20% de todas las epicondilitis. Su prevalencia es del 0,4% en toda la población general. Afectando a personas entre los 45 a 65 años, siendo más común en mujeres que en hombres. 3 de cada 4 casos de epitrocleitis se encuentra en el brazo dominante de la persona afectada.
Su prevalencia es del 0,4% en toda la población general.
Es considerada además una enfermedad ocupacional, que tiene una alta prevalencia del 3,8% a 8,2% en algunas ocupaciones y aunque es conocida por afectar a algunos que practican deporte (golfistas, beisbolistas y jugadores de fútbol americano), del 90 al 95% de todos los pacientes diagnosticados con esta lesión no son deportistas.
Si tienes epitrocleitis o codo de golfista sufrirás una notable molestia, la cual se manifestará como un dolor punzante en el interior del codo, que en ocasiones puede irradiarse por todo el lado flexor o anterior del antebrazo, además la molestia puede presentarse al aplicar presión sobre la región interna del codo, lo que nosotros llamamos epitróclea.
Los síntomas a menudo aparecen con mayor intensidad cuando los músculos de los tendones afectados (o sea, de los flexores o pronadores de muñeca) se ven activados, esto ocurre, por ejemplo, cuando se forma un puño, se flexiona la muñeca o cuando se quiere alcanzar un objeto a distancia.
Los síntomas a menudo aparecen con mayor intensidad cuando los músculos de los tendones afectados (o sea, de los flexores o pronadores de muñeca) se ven activados.
El codo de golfista suele afectar la flexión y pronación de la mano y el antebrazo más aún cuando se realizan movimientos contra la resistencia, por lo que los pacientes afectados están cada vez más restringidos en sus actividades de la vida diaria, incluso tareas simples como escribir o levantar objetos de poco peso pueden convertirse en un problema debido a la presencia de dolor. Además, no solo el movimiento activo causa molestias, sino también el máximo estiramiento pasivo y si la lesión progresa sin tratamiento también puede ocurrir dolor en reposo.
En el caso de un codo de golfista o epitrocleitis crónica el proceso degenerativo que se produce en los tendones (tendinitis, tendinopatía) se hace cada vez más agresivo, por lo que puede ocasionar una neuropatía en el nervio cubital que se encuentra adyacente a la zona afectada, esto conduce a la aparición de síntomas como hormigueos o parestesias en la región flexora de la mano y dedos.
Si bien la lesión se denomina “codo de golfista” o “codo de beisbolista”, como ya hemos destacado anteriormente, esto no implica que estos deportistas sean los únicos afectados, de hecho, la prevalencia de esta enfermedad es menor en estos casos.
Otro tema a aclarar es que contrariamente a la creencia popular, la “inflamación” que suele estar presente al inicio de esta afección no causa dolor.
Los dolores en el lado interno del codo se deben más a la tendinopatía y a la degeneración tendinosa que lo acompaña, que a la inflamación. Con este tipo de dolencia, su cuerpo le advierte que las tensiones en un área determinada son demasiado grandes y que existe el riesgo de daños tisulares graves en la zona. Para evitar el daño, su cerebro proyecta el dolor de alarma exactamente en la ubicación de la amenaza: la región interna del codo.
La inflamación es solo una reacción de su cuerpo, en un intento de reparar el tendón cuando es sobrecargado o lesionado.
Esta sobrecarga y degeneración tendinosa en el codo del golfista se ve asociada a microtraumatismos y a movimientos repetitivos que impliquen un uso excesivo de la biomecánica flexora y pronadora en el antebrazo, es por ello que se suele presentar en algunas personas con labores que implican estos movimientos, tales como: artesanos, pescadores, guitarristas, mecánicos, trabajadores de obras y construcción, así como también las secretarias o aquellas personas que usen mucho el ordenador.
Algunas situaciones pueden promover la degeneración tendinosas del codo y por lo tanto provocar la epicondilopatía, tales como el consumo de tabaco y la presencia de diabetes tipo II.
De igual forma desde nuestra visión Fiit Concept - Fisioterapia Integrativa, defendemos otros factores causales que frecuentemente no suelen ser tomados en cuenta durante la valoración, por lo que en ocasiones los tratamientos suelen se infructuosos. Además del sobreesfuerzo sobre los tendones, tenemos que el origen de la afección puede radicar en un desbalance biomecánico a nivel cervical, producto de disfunciones viscerales hepático-biliares, que se ven reflejadas en forma de bloqueos en la columna cervical. Estas disfunciones a su vez pueden ser producto de situaciones de estrés y conflictos que produce frustración o impotencia, de igual forma una inadecuada alimentación puede también alterar las funciones hepático-biliares. Por lo podemos interpretar que esta lesión puede originar por causas psicosomáticas.
Si tomamos en cuenta que una inadecuada biomecánica y un desbalance muscular unos de los principales causantes, definitivamente la epicondilopatía puede ser prevenible en la mayoría de los casos. Siendo así, debes realizar ciertos cambios en tu estilo de vida, si no quieres afectar la salud de tu codo.
Principalmente, la mejor medida para prevenir el codo de golfista es el entrenamiento de los grupos musculares del antebrazo. Ya que con esto preparas a las estructuras tendinosas para soportar la demanda y estrés a las que se ven expuestas. Con respecto a esto, te dejamos a continuación una infografía sobre epicondilitis, con las cual podrás aprender ocho fáciles ejercicios para evitar la aparición de esta frecuente lesión:
Además, te dejamos algunas recomendaciones:
Para encontrar el diagnóstico correcto y por ende el tratamiento adecuado es necesario descartar la presencia de otras lesiones o enfermedades que se dan en el codo y que ocasionan sintomatología similar a la que produce la epitrocleitis. Algunos de los diagnósticos diferenciales son los siguientes:
El diagnóstico generalmente se puede obtener mediante una anamnesis y un examen físico exhaustivo. Con la anamnesis se busca establecer los posibles factores causales para corregirlo y eliminarlos adecuadamente. Mediante que en el examen físico se busca la presencia de hinchazón, sensibilidad, eritema o calor en casos agudos, ya que en casos crónicos estos signos tienen menos probabilidades de presentarse. Adicionalmente, se valora el estado funcional del codo afecto, la intensidad del dolor, los puntos dolorosos y se realizan pruebas funcionales y provocativas, que indiquen la presencia de esta afección, si al realizar las siguientes pruebas aparece dolor, se puede confirmar el diagnóstico:
El paciente además puede presentar debilidad muscular en el brazo afectado, sin embargo, el rango de movimiento suele ser normal. Para excluir otras patologías o lesiones, se hacen uso de estudios de imagenología como una radiografía, con ella se puede ver si la molestia es causada por fracturas antiguas o recientes, o si existe la presencia de calcificaciones.
Un examen con ultrasonido o ecografía, puede ser útil para determinar el estado actual de la tendinopatía.
La resonancia magnética no es indicada con frecuencia, pero al igual que la radiografía puede aportar información importante para obtener un diagnóstico diferencial para descartar otras causas de los síntomas. Una electromiografía (EMG) puede resultar útil en algunos pacientes para valorar el estado del nervio cubital, que en algunos casos suele estar afectado.
El Gold estándar en el tratamiento de la epicondilitis medial es el tratamiento conservador, que involucra principalmente fisioterapia y puede ser reforzado con medidas farmacéuticas, si el caso lo requiere. Siendo así, en un principio el médico o traumatólogo indica fármacos analgésicos y antiinflamatorios como el ibuprofeno y el diclofenaco, estos pueden ser indicados en diversas presentaciones: grageas, parches o apósitos y geles o cremas.
Junto a esto algunos médicos también indican el uso de órtesis o brazaletes para epicondilitis medial, con el fin de permitir a la región tendinosa de la epitróclea tomar un descanso para regenerarse y desinflamarse adecuadamente.
Si estas medidas conservadoras no surten el efecto esperado, algunos médicos puede aplicar inyecciones de cortisona, toxina botulínica (Botox) o de plasma rico en plaquetas (PRP) en la zona adyacente al tejido tendinoso alterado. Sin embargo, es importante destacar que estas medidas pueden resultar en resultados no deseados, debido a que el tratamiento de los síntomas no implica la solución de las causas.
En los casos crónicos, en los que las medidas terapéuticas conservadoras no generen ningún cambio positivo en un periodo de 4-6 meses en la rehabilitación del paciente afectado, se considera como una opción terapéutica a la cirugía. La cuál realizada bajo anestesia puede consistir en un procedimiento de resección muscular o tendinosa, mediante una pequeña apertura realizada por el médico o traumatólogo en la región de la epitróclea, con la finalidad de exponer la zona afectada y liberar el tendón flexor común en el epicóndilo o realizar un desbridamiento del tejido patológico encontrado.
Las dos técnicas más usadas actualmente son:
Cómo se ha destacado anteriormente, el tratamiento a seleccionar en la mayoría de los casos es el conservador, debido a la alta tasa de recuperación con la que cuenta y a las pocas contraindicaciones y efectos secundarios. Los objetivos a cumplir son principalmente reducir los dolores y recuperar la capacidad funcional, para ello es importante restaurar la flexibilidad y normalizar la fuerza de la musculatura del antebrazo.
Para lograr cumplir con estos objetivos es importante determinar las causas y una vez establecidas, se procede a desarrollar el plan terapéutico adecuado para las características individuales del caso.
Desde nuestra visión Fiit Concept – Fisioterapia Integrativa, mantenemos que para la resolución definitiva de los síntomas de la epicondilitis medial es necesario valorar todos los aspectos que puedan causar dicha lesión, no sólo los de origen musculoesquelético sino también visceral y emocional. Teniendo esto en claro las diversas técnicas y herramientas terapéuticas de la fisioterapia se orientarán no sólo a la analgesia de los dolores y otros síntomas, sino también a la resolución de las causas presentes.
A continuación, te nombraremos las técnicas y medidas fisioterapéuticas más efectivas para el tratamiento de la presente afección:
La elección de alguna de las técnicas anteriormente mencionada dependerá de las características del paciente a tratar, de las causas y de los objetivos que el fisioterapeuta y el paciente desee cumplir. Si hay déficits en la estabilización de la columna cervical y la cintura escapular, así como trastornos en la coordinación del movimiento, se indica un entrenamiento de estas zonas para realizar tanto durante la terapia, como de manera regular en el hogar y el trabajo.
Si te estás preguntando: ¿Cómo curar el dolor de codo de golfista? En los siguientes vídeos de nuestro canal de YouTube FisioOnline le brindaremos la información que dará respuesta a tú pregunta.
Como ya se ha destacado anteriormente la terapia con frio conocida como crioterapia, induce beneficios efectos en el tejido tendinoso que contribuye a la rehabilitación del codo afectado. Es por ello, que en el siguiente vídeo te mostramos como realizar un automasaje con cool roller en el antebrazo que puede resultar muy efectivo para obtener analgesia en el dolor de codo:
Además de los pronadores los músculos flexores de la muñeca se ven altamente involucrados en el origen de esta afección, descargar la tensión acumulada y relajar sus fibras ayudarán a reducir la tracción que los mismo realizan sobre el tendón flexor, por lo cuál te dejamos a continuación, un vídeo en donde se aprenderá cómo realizar un automasaje para la musculatura flexora del antebrazo:
Otra manera de reducir la tensión en esta musculatura, son los ejercicios de estiramiento de la musculatura anterior del antebrazo, los cuales realizados de manera correcta pueden brindarte grandes beneficios en cuanto al dolor y otras molestias en los músculos flexores. Aprende a cómo realizarlo en el vídeo a continuación:
En las epitrocleitis crónicas, el nervio cubital se ve frecuentemente afectado y no hay mejor ejercicio para reducir los síntomas que ocasiona, que los ejercicios neurodinámicos. Aprende a cómo realizarlos con el siguiente vídeo a continuación:
No podemos dejar de lado la nutrición y el uso de plantas medicinales, ya que estas simples modificaciones, pueden influir de manera positiva en la rehabilitación de esta molesta e incapacitante epicondilitis medial. Es por ello que te dejamos el siguiente vídeo en donde se explica de manera detallada cuál es la alimentación, nutrición y medidas dietéticas para la epicondilitis o codo de tenista, la cual puede resultar muy útil para el codo de golfista:
Y si estás buscando un vídeo que englobe un continuo tratamiento para la epitrocleitis o codo de golfista, te recomendamos ver el siguiente vídeo en donde aprenderás como realizar una serie de ejercicios, estiramientos y otras medidas terapéuticas enfocadas en ponerle fin a esta molesta tendinopatía.
En los casos que no se reciba tratamiento, esta afección suele durar de 6 meses a 2 años o volverse crónica, presentando síntomas de por vida. sin embargo, en la mayoría de los casos tratados el pronóstico es favorable, ya que el codo de golfista responde muy bien al tratamiento conservador, es decir, sin cirugía. Lo que significa que en pocas semanas los síntomas disminuyen con el tratamiento conservador y pueden desaparecer totalmente en un período de un año. Sin embargo, existen casos en donde la enfermedad puede estar presente durante un largo período de tiempo y en esos casos la mejor opción es la cirugía. La cual no puede aliviar el dolor de forma permanente, si no se hacen las correcciones o no se eliminan las causas que dieron origen en un principio a la epicondilopatía o codo de golfista.
La cirugía no puede aliviar el dolor de forma permanente, si no se hacen las correcciones o no se eliminan las causas que dieron origen en un principio a la epicondilopatía o codo de golfista.