Deformidades como un talón en varo y alteraciones de la pisada como la hipersupinación pueden conllevar a la irritación de los tendones laterales del tobillo, lo que consecuentemente ocasiona la tendinopatía o tendinitis de los peroneos. Esta afección es frecuente en deportistas como los corredores, pero no por ello se considera una lesión estrictamente deportiva. Aquí podrás encontrar consejos de prevención, tratamientos efectivos y mucha información más sobre esta tendinopatía el tobillo:
La tendinitis de los peroneos se trata de una patología aguda que puede afectar a uno o ambos ligamentos peroneos laterales, teniendo en cuenta que dicha afección puede cronificarse, el término tendinitis (inflamación del tendón) no logra abarcar del todo el proceso patológico que se desarrolla en dicha afección, ya que la inflamación sólo está presente al principio de dicha patología, posteriormente da inicio la degeneración del tendón (tendinosis) pero dado que dichos ligamentos no sólo sufren inflamación y degeneración, ninguno de los dos términos logra hacer referencia a dichos procesos patológicos, el término más adecuado es el de tendinopatía (tendino=tendones, patía=proceso patológico), por lo cual dicha afección es conocida también como tendinopatía de los peroneos.
Una vez aclarado el significado etimológico de esta lesión, es importante destacar que la misma se desarrolla frecuentemente producto del esfuerzo excesivo o la sobrecarga constante relacionada a actividades deportivas. Es por ello, que los deportistas y los atletas presentan esta patología con mayor frecuencia que otras personas, especialmente aquellos que comienzan a entrenar con aumentos rápidos de carga, sin estar del todo bien entrenados después de una pausa deportiva. Sin embargo, existen otros factores causales que lo promueven, de los cuales hablaremos más adelante.
Existen tres músculos peroneos, de los cuáles dos se encuentran afectados en esta tendinopatía, les hablamos del peroneo corto y del peroneo largo. Los dos tendones de estos músculos cuentan cada uno con su propia vaina sinovial, se extienden por la parte externa del peroné hasta el primer y quinto metatarsiano (tendón largo y corto respectivamente) conectando así a la pantorrilla con el pie. De esta forma, permiten la flexión plantar y la pronación del pie. Además, estabilizan la articulación superior e inferior del tobillo. Como ya hemos dicho, los tendones peroneos pueden inflamarse y degenerarse, pero también pueden luxarse e incluso desgarrase producto de la sobrecarga o esfuerzo excesivo. Las personas afectadas por una tendinopatía de los peroneos sienten dolor en el área externa del tobillo, por lo que frecuentemente es confundida con un esguince de tobillo. En la mayoría de los casos agudos e incluso algunos crónicos se pueden tratar en unas pocas semanas con tratamiento conservador. Pero las luxaciones peroneas y roturas, requieren necesariamente una cirugía para su curación.
Aunque nuestra experiencia clínica nos ha demostrado que es una afección frecuente en jóvenes activos, especialmente en deportistas y en personas que han padecido esguinces de tobillo. Sin embargo, se desconoce la verdadera incidencia en la práctica clínica. Las lesiones en los peroneos se diagnostican erróneamente hasta en un 40% de los casos, ya que a menudo se confunden con esguinces del ligamento lateral del tobillo. De los dos ligamentos peroneos laterales, la prevalencia de lesiones en el peroneo lateral corto se encuentra entre el 11% y el 37%, siendo menos frecuentes las lesiones del peroneo lateral largo.
Los problemas en los tendones de los pies, entre las causas que más incapacitan para caminar y practicar deporte.
La #tendinitis de los peroneos es una de las afecciones más comunes en personas que han padecido esguinces de tobillo y en deportistashttps://t.co/H6rmpzD5GJ— Clínica Teknos (@ClinicaTeknos) February 27, 2020
En caso de tendinitis de los peroneos, inicialmente se presenta dolor en la parte externa del tobillo cerca del maléolo externo, que en ocasiones puede irradiarse hacia el pie. Este dolor es particularmente pronunciado durante o después del ejercicio, pero en estadios avanzados también puede ocurrir independiente del estrés o la carga. Además del dolor de tobillo, a menudo también hay inflamación, que se localiza justamente en el área externa del tobillo, ya que allí es donde se ubican los peroneos.
Si la persona afectada inclina el pie hacia afuera, el dolor aumenta ya que los tendones inflamados se tensan y, por lo tanto, experimentan aún más fricción. Dado que los tendones se relajan en reposo, el dolor aminora cuando no hay movimiento, volviendo cuando los tendones se cargan nuevamente, es por ello que el dolor es particularmente agudo durante la mañana, cuando los tendones se cargan nuevamente después de un largo reposo.
Si la inclinación del pie hacia afuera causa dolor es indicativo de ésta lesión en los peroneos laterales..."
Otro síntoma común es la sensación de un chasquido del tendón peroneo, es que, debido al grado de inflamación y degeneración del tendón, el tendón se subluxa (o sea salta del lugar por donde se desliza) cuando el músculo peroneo se contrae. Esta luxación es particularmente común en las etapas posteriores de la tendinopatía, cuando el paciente continúa tensionando el tendón afectado a pesar del dolor.
De igual forma, la hinchazón provocada por esta afección puede causar la irritación del nervio peroneo superficial, que luego conduce a una sensación de ardor o sensación de hormigueo, y rara vez también a alteraciones sensoriales en el área externa del pie.
Los músculos peroneos lateral y sus tendones suelen irritarse debido al ejercicio excesivo, la falta de calentamiento/acondicionamiento o como consecuencia de la desalineación del pie. Dado que los músculos peroneos son responsables de la pronación y la flexión plantar; los deportes, las actividades de ocio y las actividades laborales en los que este grupo de músculos están particularmente demandados y estresados, son los responsables de la irritación de estos tendones. Los deportes que más promueven la instauración de esta tendinopatía son: ballet, ciclismo, fútbol, pádel, baloncesto y carrera (running).
Otro desencadenante destacable es el entrenamiento inadecuado, constituido por cambios repentinos en la carga e intensidad del entrenamiento, también pueden irritar los tendones peroneos, por lo que cualquier persona que comience un exigente programa de entrenamiento de manera repentina y sin el acondicionamiento necesario, corre el riesgo de sufrir irritación y microdesgarros de los tendones peroneos. Además, hay una variedad de factores causales tanto intrínsecos como extrínsecos, que pueden contribuir a esta afección:
Para prevenir la inflamación, irritación y consecuente degeneración del tendón peroneo, se debe tener en cuenta los factores que promueven estos procesos patológicos y tomar medidas según sea el caso. Algunas de las medidas preventivas son:
Otra medida preventiva resulta ser la liberación y descarga de los músculos peroneos, para ello te presentamos en el siguiente vídeo un auto masaje para los músculos peroneos y el tibial anterior, con ayuda de un rodillo de espuma más o menos blando, que facilitará la relajación de las fibras de dichos músculos:
En la región lateral del tobillo, no sólo se encuentran los tendones peroneos, también se encuentran otras importantes estructuras estabilizadoras del tobillo, es por ello que es importante llevar a cabo un diagnóstico diferencial para descartar otras lesiones o enfermedades antes de dar inicio a cualquier abordaje terapéutico. Conoce los diagnósticos diferenciales de esta tendinopatía a continuación:
Para poder hacer el diagnóstico correcto, se debe llevar a cabo una detallada anamnesis basada en una conversación entre el médico o fisioterapeuta y el paciente. Es importante que dicha anamnesis, cuente con la descripción detallada de la dolencia del paciente, esta información puede indicar la presencia de esta afección, sin embargo, son necesarios exámenes adicionales.
El siguiente paso es la inspección y el examen físico, durante la cual el especialista observa y examina principalmente la región del maléolo externo del paciente en busca de los signos claros de esta afección (edema, sensibilidad o dolor en el área). Además, el profesional de salud inspecciona otras áreas para determinar si hay alguna desalineación anatómica, como rodillas en valgo o talón en varo, que puedan explicar el origen en esta afección. Así como también se verifica el estado de la fuerza muscular, amplitud articular del tobillo y se realizan pruebas funcionales y de provocación para valorar el estado de los tendones, tal como la del cajón anterior de tobillo y la prueba de inclinación lateral del tobillo.
A pesar de la información que estas pruebas diagnósticas (anamnesis, inspección, examen físico) puedan proveer, un diagnóstico certero solo es posible mediante las pruebas de imagen..."
La primera medida terapéutica en el tratamiento médico de esta afección es detener la sobrecarga del tendón e inmovilizarlo con una férula de tobillo. Esto debería permitir que el tendón peroneo y las correspondientes vainas del tendón superen la inflamación y se recuperen de ella. En algunos casos la inmovilización no es necesaria, ya que en algunos casos basta con reducir simplemente el movimiento que provoca la inflamación hasta que haya una mejoría con respecto al dolor. Otras medidas terapéuticas conservadoras usadas por muchos médicos son:
El tratamiento conservador debe durar de 4 a 6 meses para permitir la resolución total de la inflamación y degeneración. Si la curación no es lograda en este período de tiempo, las medidas quirúrgicas se convierten en una opción terapéutica.
Como hemos señalado anteriormente, si el tratamiento conservador ha fallado, las opciones de manejo quirúrgico son las siguientes:
Teniendo en cuenta que los mismos factores causales puede conducir a la inestabilidad, rotura de los peroneos o luxación de los mismos, es posible que se realicen procedimientos quirúrgicos tales como:
Posterior a estos procedimientos, el cirujano inmoviliza la articulación operada durante 2 – 3 semanas, para permitir la curación de los tejidos reparados. Muchos médicos indican también fisioterapia para lograr la recuperación funcional de los tendones y la articulación intervenida.
El tratamiento de fisioterapia estará enfocado en aliviar el dolor y modificar o tratar el factor causal, que frecuentemente están asociados a una alteración biomecánica del tobillo o pie. Para cumplir el primer objetivo, el fisioterapeuta realiza intervenciones pasivas tales como:
Para cumplir con el segundo objetivo, el fisioterapeuta basado en las características anatómicas y funcionales del paciente desarrolla un plan de entrenamiento individualizado para el caso. El cual puede estar compuesto de las siguientes intervenciones:
La fisioterapia puede ayudar a reducir los procesos inflamatorios producto de la intervención quirúrgica y contribuir a la recuperación de las estructuras tendinosas intervenidas. También ayuda a contrarrestar la degradación de los músculos que se produce inevitablemente después de largos períodos de inmovilización. Inicialmente a los pacientes se les prohíbe la descarga de peso sobre el tobillo operado durante las primeras 2 semanas. En esta fase, el fisioterapeuta enfoca sus intervenciones en la analgesia de las molestias posoperatorias típicas (dolor, edema, inflamación, cicatriz). Posteriormente el fisioterapeuta prescribe ejercicios de amplitud articular, propiocepción y fortalecimiento progresivo hasta el fortalecimiento excéntrico, el cual se inicia en 2 - 4 semanas después de la cirugía.
Queremos brindarte las herramientas terapéuticas necesarias para que continúes tu proceso de rehabilitación fisioterapéutica en casa, con este propósito te dejamos a continuación variedad de vídeos de nuestro portal FisioOnline en YouTube.
El uso de hielo es importante para controlar la inflamación y el dolor consecuente de esta afección, además, de la colocación directa de hielo sobre la zona afectada, recomendamos las técnicas de descarga y automasaje con hielo. Si quieres aprender a realizarla correctamente y obtener todos los beneficios de dicha técnica te recomendamos ver el siguiente video:
El automasaje no sólo contribuye con el alivio de la dolencia, también contribuye a la descarga del músculo en tensión. Aprende a cómo realizarlo con las directrices que te brindara un experto fisioterapeuta en el vídeo a continuación:
El entrenamiento propioceptivo es muy importante para conseguir la completa recuperación de esta tendinopatía y para evitar la reaparición de la misma en un futuro. Es por ello que queremos mostrarte un entrenamiento propioceptivo enfocado en el fortalecimiento del tobillo, en una etapa inicial de entrenamiento te resultaran útiles los siguientes ejercicios:
Continua con el entrenamiento propioceptivo al realizar los ejercicios propuestos en el siguiente vídeo:
Para lograr una recuperación total y evitar la aparición de lesiones, son fundamentales los ejercicios de propiocepción del tobillo. Si quieres aprender cómo realizarlos correctamente te recomendamos ver el siguiente vídeo:
Un pronóstico favorable va a depender de un diagnóstico y tratamiento temprano, aquellos pacientes que reciben un tratamiento en el tiempo oportuno, mostrarán notables signos de mejoría en unas dos o cuatro semanas con un abordaje terapéutico conservador. En los casos, que hayan requerido una intervención quirúrgica para reparar los daños de dicha tendinopatía, podrán retornar a las actividades deportivas (con supervisión) en un periodo de 1 – 3 meses, sin embargo, obtendrán la curación completa de la lesión en un periodo de 13 meses.