La enfermedad de Parkinson es una de las enfermedades neurológicas más frecuentes, y una de las que lamentablemente no posee un tratamiento curativo, sin embargo se cuenta con una variedad de tratamientos que ayudan a mejorar los síntomas que esta enfermedad suele provocar en el paciente.
El tratamiento de la enfermedad de Parkinson suele ser un tratamiento personalizado o individualizado y que de acuerdo al caso de cada paciente amerita uno u otro tratamiento adicional según las características de sus síntomas.
El estilo de vida de los pacientes con esta enfermedad es un factor sumamente importante, por lo que una buena alimentación de forma balanceada, la realización de ejercicio físico (no intensivos para aumentar la musculatura, en el caso de los paciente con Parkinson porque aumenta el estado rigidez que esta patología genera) y evitar el estigma de esta enfermedad ya que esto afecta negativamente su calidad de vida.
Los tratamientos utilizados para esta enfermedad se dividirán en dos tipos:
Entre ellos la dopamina por medio de la L-dopa la cual abordará la falta de esta sustancia en las personas que sufren de esta enfermedad, además se utilizan otros complementos de medicamentos que hacen que esa dopamina administrada o la que queda en el cerebro se aproveche de mejor forma, así como la sucedáneos que son medicamentos que no son dopamina pero que favorecen el estímulo que produce la dopamina.
Cuando las terapias farmacológicas no ayudan a controlar los síntomas que la enfermedad de Parkinson genera o cuando los pacientes no se ven beneficiados con la opción de tratamiento oral se utiliza la estimulación cerebral profunda.
La estimulación cerebral profunda es una técnica médica en la que se utiliza un dispositivo neuroestimulador que trabaja a través de una batería con el objetivo de enviar una estimulación eléctrica a áreas específicas del cerebro que controla el movimiento y en este caso los temblores que suele generar la enfermedad de Parkinson en los pacientes. Esta técnica no es utilizada en todos los pacientes, si no sólo en los que con características individuales ante esta enfermedad hacen necesario su uso. Los resultados ante su aplicación son beneficios sobretodo en la mejor calidad de vida que le da al paciente
Otras terapias avanzadas son la apomorfina, el gel intestinal de l-dopa y el HIPU (técnica de ultrasonidos que hace que mediante una acción selectiva se caliente una zona del cerebro y se provoque una quemadura que mejorar los síntomas sobre todo en el temblor esencial).
Es importante tener en cuenta que no todos estos tratamiento son utilizados en todos los paciente, de acuerdo a las características y síntomas que presente cada uno el médico neurólogo utilizara uno u otro tratamiento.