En el siguiente artículo se quieren exponer los diferentes factores predisponen a sufrir luxación congénita de cadera en un niño. Esta luxación es la pérdida de contacto o salida del fémur respecto con el acetábulo de la pelvis(1). Con el termino luxación congénita se hace referencia a la luxación que se puede sufrir en el neonato o durante el desarrollo de la infancia. también, a continuación puedes informarte sobre la etiología (origen), causas, el pronóstico de la misma y los diferentes tratamientos que se pueden llevar a cabo para su resolución.
Así mismo, la incidencia de aparición de la luxación congénta es de 2 por cada 1,000 nacimientos con una cierta tendencia familiar. Es más frecuente que se presente en un solo lado, con predominancia del izquierdo (60%) y esto es debido a que la posición del bebé en el útero, Varía en las diferentes zonas del mundo, se da con mayor frecuencia en la raza caucásica que en la raza negra, existen regiones en que la frecuencia es mayor por razones que se desconocidas, es más frecuente en sexo femenino que masculino con una relación 8:1
- Factores genéticos: Como la laxitud articular, se presentan tanto en la cápsula articular como en los ligamentos predisponen a una luxación.
- Parto de nalgas: La extensión de la cadera durante el parto de nalgas o en presentación pélvica y la tracción sobre miembros inferiores pueden luxar la cadera.
- Displasia: Anomalía en el desarrollo de la articulación
- Primogénito
- sexo femenino
- antecedentes familiares
- parto de nalgas
El diagnóstico de la luxación congénita de cadera debe ser precoz y se realiza de la siguiente forma:
- Maniobra de Ortolani-Barlow: Las maniobras o pruebas (test) de Ortolani y Barlow se efectúan inmediatamente después del nacimiento para determinar una luxación de cadera en el bebé ó una displasia (malformación) estas pruebas son movimientos suaves donde flexionan y abren las piernas del bebé para determinar si existe una malformación. Si la prueba es positiva se siente un chasquido, o escucha un chasquido o click lo cual significa que la cadera ha salido/entrado del cótilo o acetábulo del fémur.
- Ecografía de cadera: Posterior a la prueba se realiza una ecografía que asegura el diagnóstico de la luxación congénita de caderas.
- Radiografía: La radiografía convencional constituye el método usual de diagnóstico y control en los niños mayores de 6 meses, ya que a partir de la osificación de la cabeza del fémur se dificulta la ecografía.
- La dirección de la luxación, si es anterior o posterior y si se asocia o no a la displasia del acetábulo (si no hay acetábulo, no podremos conseguir la estabilidad de la cadera).
- El grado de retracción de los tejidos blandos, también es un factor a tener en cuenta, no sólo los músculos (aductores sobre todo) sino también el engrosamiento de los tejidos capsulares: sinovial, ligamento redondo, paquete adiposo del trasfondo acetabular...
- La edad del niño en el momento del diagnóstico hoy día es siempre precoz, ya que con los medios de diagnóstico por imagen que disponemos actualmente, es raro que una luxación congénita pase desapercibida.
En los primeros 6 meses de vida lo importante es que la cadera permanezca estable(2): cerca de 90º de flexión, 45º de abducción y rotación externa. Cuando el niño permanece en esa postura, los movimientos que realice van estimulando el crecimiento del acetábulo. Para ayudar a mantener la posición podemos utilizar la "Técnica del doble pañal", que básicamente es poner 2 pañales para mantener la postura.
Otro tratamiento es el Arnés de Paulick: Es una especie de cesta pélvica con tirantes para sujetarla y unas cinchas que llegan hasta los tobillos, y mantienen la correcta postura de la cadera. La principal ventaja de este arnés es que el niño se puede mover, pero dentro de un rango de seguridad, no podrá realizar extensión o aproximación. A partir de los 6 mese, cuando el niño empieza a gatear, el arnés deja de ser útil.
Entre los 6-18 meses el niño empieza a cargar peso en la cadera: si no hay una buena relación céntrica entre acetábulo y cabeza del fémur (la cadera será inestable), y empezamos a cargar la cadera, habrá problemas. Además, en cuanto empieza a haber carga, se desarrolla la musculatura con lo que aumentan las fuerzas de compresión articular. Si se permite una carga temprana en una cadera inestable se producirá un desarrollo anormal de cabeza y acetábulo.En esta etapa se recomienda la tracción esquelética mantenida, que irá reduciendo el fémur espontáneamente. Esto se consigue mediante inmovilización con yesos. Por otro lado, en la cadera inestable, la información propioceptiva no es adecuada, lo que provoca que la información generada por el sistema nervioso a la musculatura tampoco lo sean: normalmente provocarán una contracción excesiva lo que inmovilizará la articulación. Por eso, a veces, es el acortamiento de los tejidos blandos lo que impide la estabilización de la cadera.
- Tenotomía de aductores: Consiste en realizar un corte a los aductores que permitirá descender el fémur.
- Osteotomía de fémur proximal: Esta operación radica en dar cortes en el hueso para intentar orientarlo hacia el acetábulo lo mejor posible y va a precisar una inmovilización posterior.
- Varizante: se debe conseguir un ángulo de inclinación femoral (cervicodiafisario) de unos 130º.
- Desrotatoria: buscamos un ángulo de declinación o anteversión femoral de 30º.
A medida que va pasando el tiempo, en el cuerpo se puede formar un “falso acetábulo”: una especie de acetábulo fibroso por engrosamiento de los tejidos donde esté la cabeza femoral. Esto requiere una mayor reconstrucción.
- Limpieza del trasfondo cotiloideo: Cuyos tejidos están engrosados, podemos hacer osteotomías pélvicas: introducción de una cuña de hueso por encima del acetábulo para orientarlo hacia abajo y reducir el índice acetabular.
En niños pequeños, las intervenciones son paliativas. La artrodesis de la cadera está indicada muy pocas veces, y nunca bilateralmente.
Habrá artrosis prematura de la articulación, pero lo peor será que la cadera hipomóvil provoca el engrosamiento de cápsula y sinovial, que se pinzan, lo que produce mucho dolor. Esto provoca la contracción de la masa glútea como defensa, lo que aumenta mucho las fuerzas de compresión, que destrozarán en pocos años las superficies articulares. En personas jóvenes que necesiten prótesis habrá que sospechar que padecieron algún problema en las etapas de desarrollo.
Cuando el diagnóstico y el tratamiento son precoces, la evolución es más favorable. por otro lado, cuanto más tarde se detecta y se trata la luxación, será más complicado tanto el tratamiento como los resultados. Si persiste la luxación la marcha claudicante (cojera) será permanente. Si la cabeza del fémur sufre una necrosis avascular en un futuro quizá necesite una prótesis de cadera pues no tendrá irrigación. El niño debe ser siempre estar bajo las indicaciones médicas, del ortopedista y posteriormente de un Fisioterapeuta, que van a colaborar con un enfoque multidisciplinario al tratamiento de la luxación congénita de cadera.