Los niños al momento de su nacimiento son más frágiles que los adultos, por lo que están expuestos a sufrir de distintas patologías, siendo una de ellas la tortícolis congénita. Esta lesión de la que hablamos produce un acortamiento de un músculo del cuello, por lo que el bebé presenta limitaciones para movilizar el área cervical hacia un lado, lo cual produce que se mantenga mirando únicamente a un lado.
Los músculos son tejidos especializados que se localizan en todo el cuerpo con la finalidad de contraer sus fibras para así producir un movimiento concreto, por lo que sus lesiones acarrean una serie de problemas para la vida de la persona afectada.
El esternocleidomastoideo o ECM es un músculo largo y grueso que se extiende desde la parte superior del tórax (clavícula y esternón), atraviesa la porción lateral del cuello, hasta lograr insertarse en la apófisis mastoides del hueso temporal del cráneo. Este al igual que otros tejidos de la zona es necesario para el movimiento de la cabeza y del cuello, por lo que sus alteraciones afectan a sus funciones.
En cuanto a la función del ECM, este se enfoca en la parte superior del cuerpo, por lo que se encarga de mover la cabeza hacia anterior gracias a la movilización de las vértebras cervicales, y además interviene en la inclinación de la cabeza hacia el lado del ECM que se está contrayendo.
La tortícolis congénita es una entidad clínica que afecta la movilidad del cuello de los bebés, debido a una contractura permanente del músculo esternocleidomastoideo. Esta resulta ser muy frecuente en la población infantil, constituyendo una de las patologías que más afecta la funcionalidad del bebé.
Esta alteración muscular se manifiesta con una serie de señales típicas, que ayudan a su identificación, por lo que los padres suelen darse cuenta de la limitación desde que el niño esta pequeño. Destacando entre los síntomas poco movimiento del cuello, mantiene la cara mirando hacia un mismo lado, se crean pliegues en la piel por el acortamiento y además en algunos casos se puede generar una masa palpable en el vientre del músculo.
“La tortícolis en los bebés es una lesión muscular que se encuentra entre las más frecuentes en la población mundial”
Ambos términos provienen del latín Tortum Collum, el cual significa literalmente cuello torcido, debido a que es justo esta característica la que ayuda a identificar cuando los niños tienen contractura muscular del ECM.
La contractura muscular del ECM no tiene una causa concreta, sin embargo si existen algunas teorías que intentan explicar la fisiopatología de la lesión, por lo que basados en ello es que podemos describir como es el desarrollo de la lesión y la limitación. Siendo de la siguiente manera su aparición:
Por lo que en resumen, no se sabe realmente como es el desarrollo de la patología, más sin embargo sí se sabe que el músculos ECM es el que resulta afectado, y por tanto su funcionamiento.
Las contracturas además de generar dolor, también producen múltiples limitaciones articulares, por lo que las consecuencias pueden resultar de moderadas a severas si no se realiza el tratamiento adecuado para el bebé. Por lo que entre ellas destacamos las siguientes:
En resumen, cuando no se llevan a cabo los ejercicios especializados y adaptados a la evolución del bebé las complicaciones y consecuencias pueden ir aumentando progresivamente, por lo que es recomendable que los padres acudan al médico y al fisioterapeuta infantil, para así evitar la aparición de las mismas.
“Cuando no se trata a tiempo la contractura del músculo puede desencadenar incluso problemas en la succión y deformidades como la plagiocefalia”
Es muy frecuente encontrar bebés con este tipo de lesión en el cuello, por lo que resulta importante que los padres aprendan a identificarla, para así proporcionarles el mejor tratamiento posible, siempre de la mano de profesionales. Entonces, entre los síntomas podemos destacar la limitación para inclinar y rotar el cuello hacia un lado, dolor e incomodidad, en ocasiones puede aparecer una masa palpable en el músculo y además se forman unos pliegues en el lado afecto ocasionado por la posición constante de la cabeza hacia un solo lado.
Para identificar las señales que se producen cuando un recién nacido tiene tortícolis, es necesario que se realice una evaluación detallada que incluya tipo de parto, antecedentes y todos los detalles que puedan ser relevantes para su diagnóstico, por lo que entre sus signos encontramos los siguientes:
A diferencia de otras patologías infantiles que no se tiene una estadística precisa de su prevalencia e incidencia a nivel mundial, la tortícolis se estima que afecta a más al sexo masculino que al femenino, con aproximadamente uno de cada 250.000 niños nacidos, lo cual indica que es un porcentaje alto en comparación con otras enfermedades y lesiones musculares.
En cuanto a la incidencia esta se mantiene actualmente en un porcentaje que se encuentra entre 0,4 y casi el 2% cuando se compara con todos los niños nacidos, en cuanto al lado que más se perjudica, resulta ser que el músculo del lado derecho tiene mayor incidencia en comparación con el izquierdo.
Aunque se han realizado investigaciones para averiguar las causas de la contractura, aún no se tienen hallazgos precisos, sin embargo si existen estudios que establecen los posibles factores que desencadenan la lesión muscular, entre los cuales se encuentran las siguientes:
“Es una patología que puede afectar a ambos sexos y aparece desde los primeros meses incluso desde recién nacido”
El diagnóstico debe ser realizado por el médico pediatra, debido a que son ellos los profesionales que deben evaluar de forma detallada tanto la parte física como los distintos hitos motores, ya que estos pueden resultar afectados por múltiples patologías.
Entonces, una vez que el padre tiene la sospecha de la lesión y lo lleva con su pediatra, este debe realizar una valoración de la zona que incluya tanto la palpación como las movilizaciones activas y pasivas. Además es necesario que se realicen pruebas diagnósticas, tal como son los rayos x y los ecos, ya que estos ayudarán a identificar que no existan otras enfermedades asociadas.
Una vez que se estableció el diagnóstico y que se realizó un descarte de otras patologías, es necesario comenzar de forma inmediata con el tratamiento para así evitar otras complicaciones en el movimiento del bebé.
Después de que el médico pudo realizar el diagnóstico, se debe comenzar de forma inmediata con el tratamiento de fisioterapia, el cual será en su mayoría remitido por el especialista tratante. Pero enfocándonos en las intervenciones que se realizan a nivel de medicina, estas son muy pocas ya que primero se busca un tratamiento conservador.
Siendo en algunos casos necesaria la administración de toxina botulínica para aliviar la contractura del músculo en situaciones muy severas y en otras ocasiones puede resultar que el bebé necesite de cirugía cuando después de un tiempo la fisioterapia no ha podido ayudar o cuando se encuentren patologías asociadas con daños en la columna vertebral.
En el caso de los bebés con tortícolis el tratamiento puede prolongarse en el tiempo, sobre todo cuando hay otras lesiones, por lo que es necesario que los objetivos se establezcan en base a las manifestaciones clínicas. En cuanto a las técnicas más usadas se encuentran las siguientes:
La fisioterapia juega un rol fundamental en este tipo de lesiones, ya que los ejercicios y las distintas técnicas terapéuticas son las que se encargan de aliviar los síntomas, la tensión muscular y de estimular los hitos motores. Es por eso que en nuestro canal de youtube de FisioOnline podrás encontrar información relacionada con el desarrollo de los bebés.
Aunque al principio pueda parecer difícil de aprender los hitos y las fases del desarrollo de los infantes, estos son etapas que deben saber los padres para poder identificar si se presenta algún retraso, lo cual resulta importante cuando aparecen lesiones como las contracturas.
La posición del recién nacido es de suma importante durante los primeros meses, ya que esta ayuda a evitar la aparición de patologías, como la displasia de cadera, y además sirve para distinguir cuando hay algún problema en el patrón fisiológico de los bebés.
El porteo ergonómico es una manera que tienen los padres de tener a sus hijos en brazos sin que sea una posición incómoda para ambos, por lo que es importante que aprendan los beneficios del mismo, sobre todo cuando hay lesiones asociadas.
El giro o rolado es un hito motor que comienza alrededor de los 4 y 5 meses, es por eso que constituye un paso importante para otros avances, es por eso que en el siguiente vídeo encontrarás información al respecto.
La plagiocefalia es una deformidad craneal que puede resultar como una consecuencia de la tortícolis, pero también puede ser una causa de la misma. Por lo que vale la pena destacar como se puede prevenir.
La lactancia materna es la mejor manera que tenemos de alimentar a los infantes, por lo que las madres deben aprender cuales son las posiciones más apropiadas para cada bebé.
Cuando en los primeros meses se ha comenzado con los ejercicios correspondientes, el pronóstico que tienen los bebés es muy favorecedor, ya que se está combatiendo a tiempo la tensión muscular. Sin embargo, cuando el tratamiento no es llevado a cabo o cuando existen otras lesiones asociadas si se puede necesitar más tiempo de recuperación. Por lo que la reparación tisular puede perdurar entre 6 meses y 2 años dependiendo de las manifestaciones clínicas.