Las personas tienden a presentar diversos tipos de pisadas, debido a que estos se pueden deber a diferentes causas, siendo las deformidades congénitas y las malas posturas, unas de las situaciones que más desencadenan la pisada pronadora y la supinadora.
"El pie con supinación es el contrario al tipo pronador ya que este mantiene el tobillo en pronación"
En cambio la pisada contraria es la conocida como pie pronador, y presenta características opuestas a la supinación.
¿Cuáles son los síntomas del pie supinador?
El pie supinador debido a la distensión de los ligamentos del lado del tobillo y acompañado de la tensión de los músculos que realizan supinación, es un tipo de pisada que tiende a producir dolor en la región, inestabilidad articular, tensión muscular, acortamiento, caídas e incluso incomodidad con ciertos tipos de calzado.
¿Qué estructuras se afectan cuando el pie se mantiene en supinación?
Además de los huesos del tarso, metatarso y falanges que tienden a afectarse con el pie supinador, también los tejidos blandos como los ligamentos, músculos y tendones, suelen disminuir su funcionalidad ya que las fibras se distienden o se mantienen en constante tensión. Por estas razones es que se pierde la estabilidad y se producen lesiones de manera recurrente.
¿Cuáles son la causas del pie supinador?
El pie supinador al igual que el tipo pronador, suele estar ocasionado por malas posturas, movimientos y posiciones repetidas que se mantienen en el tiempo, deformidades congénitas, distensión de los ligamentos del tobillo, correr frecuentemente y debilidad en los músculos de la región de las piernas.
Entonces, en general es un tipo de pisada que puede ser evitada y disminuida cuando se realizan ejercicios adecuados y cuando se utiliza el calzado que mantiene al pie en posición neutra.
"Entre las causas del pie supinador podemos destacar malas posturas, correr por mucho tiempo y debilidad muscular"
¿Cómo corregir el pie supinador?
La supinación del pie puede ser disminuida mediante la implementación de ejercicios enfocados en fortalecer los tejidos distendidos, disminuir la tensión muscular, estiramientos para tratar el acortamiento de los músculos, uso de calzado adecuado, así como también plantillas y actividades enfocadas en reeducar la marcha.
Por lo tanto, es importante que cuando se presenten estas alteraciones la persona asista con un fisioterapeuta que le de información y consejos para evitar futuras lesiones.
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