El cerebro y el resto del sistema nervioso o SN de los bebés es sumamente sensible a lesiones durante los primeros años de vida, por lo que diferentes alteraciones del cuerpo pueden producir daño cerebral. Esto es lo que ocurre con la parálisis cerebral infantil o PCI, la cual es una enfermedad que se caracteriza por trastornos motores y por otros problemas asociados que varían de acuerdo a la lesión del encéfalo. Es importante mencionar que la PCI es una patología muy común en la población infantil que se puede presentar con daños en distintos lugares del organismo, siempre por causa de alteraciones en el SNC.
El sistema nervioso central es el encargado de regular las funciones del resto del cuerpo, por lo que cumple un rol fundamental para que el ser humano pueda realizar las actividades de la vida diaria, lo que explica porque sus alteraciones afectan a distintas partes del organismo.
El sistema nervioso central comprende un conjunto de estructuras nerviosas que aunque son denominadas de forma diferente, todas tienen en común que están compuestas por fibras nerviosas que se van conectando unas con otras para cumplir funciones específicas.
Esas funciones del SNC se desarrollan y regulan cada una en lugares diferentes, sin embargo se necesitan unas a otras para que la tarea sea realizada de la mejor manera posible. Por lo que cuando alguna región se afecta, las demás también terminan perjudicadas, debido a que muchas veces deben trabajar con mayor intensidad para lograr la función afectada.
En la imagen a la derecha, puede observar como se divide el SNC, el cual se compone del encéfalo (cerebro, cerebelo y tronco encéfalo) y por otro lado se encuentra la médula espinal que se localiza más inferior en comparación con los mencionados anteriormente.
Las lesiones y enfermedades que pueden afectar al sistema nervioso central son muy variadas, ya que el cerebro y todas las demás zonas del encéfalo aunque están protegidas por el cráneo y las meninges, siguen estando expuestas a traumatismos craneoencefálicos, tumores, infecciones, edemas, hemorragias, hipoxia y otros factores que pueden predisponer que el tejido nervioso se afecte.
Ahora bien, entre las lesiones que más afectan al cerebro se encuentra la parálisis cerebral, la espina bífida, los ACV, la esclerosis múltiple, el Parkinson, el Alzheimer y muchas otras más.
La parálisis cerebral infantil o PCI es definida en medicina como un trastorno principalmente motor, pero que también de acuerdo al daño neurológico se puede asociar con otras alteraciones sensitivas y cognitivas, por lo que los signos de los bebés con este trastorno pueden variar aunque tengan una afectación cerebral similar. Además la PCI también es conocida por ser una Encefalopatía no progresiva, lo cual quiere decir que una vez que afecta al SNC, el cerebro pierde la capacidad de seguir avanzando como debería, lo cual desencadena una serie de discapacidades dependiendo de la cantidad de partes del cuerpo afectadas.
Entonces, esta enfermedad aunque puede ser muy variada, si presenta signos y síntomas característicos, entre los cuales destacan la espasticidad, la ataxia, los problemas en el movimiento, la afectación de la sensibilidad y el déficit cognitivo.
"La parálisis cerebral comprende un conjunto de trastornos motores que se pueden acompañar de otros problemas en el cuerpo"
En los años 1800 un médico de apellido Little fue el primero en describir algunas características que presentaban los niños y en ese tiempo se creía que únicamente era producto de déficit de oxígeno durante el parto, sin embargo años después el famoso psicólogo Sigmund Freud comenzó a indagar y contrario a lo que decía el otro médico, el manifestaba que no necesariamente era producto de esa causa y que podían existir otras factores asociados.
Pero no fue sino hasta el año 1988 cuando una comisión mundial estableció una definición más completa, en la cual se describía a la PCI como un trastorno que persistía en el tiempo, a pesar de que el cerebro si podía ir presentando ciertos cambios, los cuales son llamados actualmente como neuroplasticidad o plasticidad cerebral. Y que además la lesión cerebral podía ser producto de cualquier daño antes, durante o después del parto.
La PCI puede ser causada por distintos factores por lo que puede presentarse principalmente en tres tipos de acuerdo a la región del encéfalo que se afectó. Esos tipos presentan cada una características y signos diferentes de acuerdo al daño cerebral, por eso son descritas de forma separada a continuación:
Además de los tipos mencionados anteriormente, vale la pena destacar que la afectación motora también puede alterar distintas partes del cuerpo, por lo que encontramos algunos únicamente con alteración en la mitad del cuerpo (hemiplejía), otros solamente en los miembros inferiores (diplejía) y la más severa que es la cuadriparesia que afecta tanto al tronco como a las extremidades (brazos y piernas).
Existen muchas complicaciones que se pueden derivar de la parálisis cerebral, ya que las zonas afectadas son generalmente las que se encargan del control de los movimientos, de regular los estímulos sensitivos y de coordinar ciertas funciones cognitivas, sin embargo existen unas que son más comunes que otras por su frecuencia de aparición en el niño con PC.
Esas complicaciones incluyen aparición de úlceras por decúbito, infecciones respiratorias por debilidad muscular, caídas frecuentes, dificultad motriz, convulsiones, problemas para trasladarse de un lugar a otro, deterioro cognitivo, problemas visuales y auditivos, alteraciones en la sensibilidad, atrofia muscular, disartria, dificultad para comunicarse, problemas para tragar, y otros trastornos asociados al movimiento.
Los signos de la PC son muy variados ya que dependen de la severidad de la afectación motora y de los trastornos asociados, sin embargo existen unos que son más característicos que otros, entre los cuales se encuentran alteraciones en el tono muscular (hipotonía o en cambio espasticidad), amplia base de sustentación, retrasos en el desarrollo psicomotor, problemas para coordinar y mantener el equilibrio, movimientos involuntarios de las extremidades y cabeza, reflejos ausentes o que permanecen más allá del tiempo fisiológico, poco control motor, problemas en la motricidad fina y gruesa, predominancia de un miembro superior sobre el otro y muchos otros más.
Muchas son las señales que pueden indicarnos alteraciones en el sistema nervioso central, ya que los bebés nunca paran de desarrollarse durante los primeros años de vida, por lo que resulta importante que los padres sepan reconocer si su hijo está pasando por algún retraso que pueda indicar PCI.
Esas señales se resumen a continuación:
Ahora bien, hemos establecido una lista de señales que pueden indicar que un bebé tiene alteraciones en el desarrollo, sin embargo no todas son indicativas de PCI, por lo que resulta importante que los padres estén atentos para que puedan buscar ayuda profesional y así establecer el diagnóstico correcto.
Signos y síntomas de la #PCI pic.twitter.com/Ga6tbtOsMe
— GENEP (@genepgestimed) January 20, 2018
Cuando comienza la gestación todos los niños están propensos a padecer de trastornos motores por daños en el SNC, debido a que en esa etapa existe mayor fragilidad en el cuerpo del bebé, por lo que es una patología que con el pasar de los años ha ido aumentando su frecuencia de aparición en la población mundial. Resultando siempre más afectados aquellos bebés que han nacido prematuros y con bajo peso al nacer. Lo cual ha generado que de 1000 niños aproximadamente 1 o 2 tengan parálisis cerebral.
En cuanto a las estadísticas que reflejan el número exacto de personas en el mundo con PC se han recopilado distintos estudios e informaciones de los distintos países, los cuales indican que existe una cantidad aproximada de 17.000.000 de personas que padecen de una encefalopatía no progresiva. Siendo la más predominante la tipo espástica con un porcentaje de 75% del total de pacientes, mientras que las otras dos ocupan entre un 5% y 6%.
La parálisis cerebral puede ser desencadenada por distintas causas y factores, pero esos se clasifican en cuatro grupos principales según la NINDS por sus siglas en ingles, la cual las separa de la siguiente manera:
"El encéfalo de un niño puede resultar afectado por distintas causas, pero entre ellas destacan la hipoxia, hemorragias, daño de la sustancia blanca y desarrollo anormal del cerebro"
Ya hemos mencionado anteriormente la causa de la parálisis en el encéfalo, sin embargo todas ellas pueden ser producto de diversos factores de riesgo, los cuales son los que aumentan la probabilidad de un niño tenga PCI. Esos factores incluyen los siguientes:
Los niños y con más especial relevancia los bebés son seres indefensos que pueden resultar afectados por distintos factores intrínsecos, familiares y ambientales, por lo que es necesario que sean protegidos incluso antes de nacer, es decir cuando se encuentran en la matriz (aparato reproductor de la madre). Ahora bien, las causas de la PCI son muy variadas, lo cual indica que no todas pueden ser prevenidas, sin embargo si existe un conjunto de factores que se pueden evitar para aumentar las probabilidades de un desarrollo cerebral normal.
Esos factores incluyen una alimentación balanceada en la madre cuando esta embarazada y luego cuando el bebé nazca; evitar consumir sustancias nocivas durante la gestación; mantenerse en control prenatal; evitar situaciones estresantes; tomar vitaminas; realizar ejercicio físico adaptado al embarazo y siempre chequear si se tienen otras enfermedades que puedan producir el daño cerebral.
Finalmente, es importante recalcar que los padres sepan identificar los hitos motores y el tiempo promedio en que deben aparecer, para que así estén capacitados para detectar cualquier retraso en el desarrollo psicomotor, el cual es una característica presente en múltiples enfermedades que padecen los infantes.
"La salud de los niños puede resultar afectado por múltiples factores, por lo que existen algunas situaciones que pueden ser evitadas si se tiene la información adecuada"
Antes de establecer el diagnóstico médico se deben realizar las pruebas correspondientes, ya que existen otras enfermedades que también se pueden presentar con trastornos motores y que no necesariamente se trata de una encefalopatía no progresiva. Y es allí que se debe tomar en cuenta el diagnóstico diferencial, el cual en el caso de la parálisis cerebral incluyen retrasos en el desarrollo psicomotor, hidrocefalia, hipertonía transitoria, hipotonía por otras causas, síndromes cerebelosos, alteraciones en los ganglios basales y muchas otras enfermedades neurológicas.
El diagnóstico de la parálisis cerebral generalmente no se realiza antes de los dos años de edad, ya que existen muchas patologías que pueden afectar al movimiento corporal como lo hace la PCI, sin embargo si se puede tener la sospecha de que el niño tiene la entidad clínica ya que puede cumplir con una serie de características indicativas. Entonces, en general el diagnóstico médico se realiza comprobando una serie de pruebas manuales, anamnesis y de imagen diagnostica.
Las pruebas clínicas que realizan los médicos se van realizando de forma progresiva, para ir observando si se van presentando cambios significativos en ese tiempo, por lo que en general el pediatra realiza los siguientes estudios:
Los objetivos del tratamiento médico van a depender del tipo de PC y de las manifestaciones clínicas que presenta el paciente, por lo que no todos los niños son tratados de la misma manera. Entonces, algunos requieren únicamente de medicamentos, mientras hay otros bebés que necesitan de tratamiento ortopédico y de cirugías en caso de retracciones que limiten el movimiento.
Los fármacos son comúnmente utilizados en las personas con parálisis cerebral, ya que las alteraciones asociadas pueden producir distintas discapacidades físicas y empeorar el estado de salud en general. Entonces, entre los medicamentos podemos encontrar el baclofeno para la espasticidad, la levodopa para regular el tono muscular, la toxina botulínica, el diazepam para la epilepsia y otros más que varían de acuerdo al signo clínico del niño.
"Es importante que los padres siempre tengan información relacionada con el tratamiento más idóneo para su hijo"
El tratamiento ortopédico juega un papel importante en todos estos pacientes, sin embargo tiene mayor relevancia en los que tienen cuadriparesia espástica debido a la severidad de la espasticidad y a las múltiples deformidades que se pueden presentar en las articulaciones. Es por eso que se utilizan órtesis en tobillo, columna, rodilla como las más comunes, para evitar la aparición de complicaciones como el pie equino, la cifoescoliosis, el valgo y el varo de rodilla.
Las cirugías no son la primera opción para el tratamiento de la PCI ya que pueden producir otras complicaciones, por lo que cuando se van a realizar se debe primero sopesar los pro y los contra del procedimiento quirúrgico y del objetivo que busca el médico. Además, se debe realizar una explicación a los padres, en la cual se ofrezca información referente a las opciones que existen para reparar el daño.
La fisioterapia tiene un papel fundamental en las alteraciones del movimiento tanto de adultos como de niños, ya que mediante las distintas técnicas terapéuticas se pueden lograr grandes avances para disminuir la discapacidad y las limitaciones a medida que el niño va creciendo. Es por eso que la terapia física infantil está enfocada diferente a los adultos, siendo sus métodos adaptados al infante.
Entre las técnicas que se utilizan en fisioterapia como tratamiento de la parálisis cerebral se incluyen las mencionadas a continuación:
La fisioterapia neurológica especializada en niños y bebés debe ser realizada por profesionales capacitados y en compañía de los familiares, por lo que en nuestro canal de youtube de FisioOnline podrás encontrar información relacionada con algunos ejercicios y recomendaciones para los infantes que padecen de PCI.
La aplicación correcta del vendaje neuromuscular puede aportar grandes beneficios para los pacientes, y en el caso de los niños existen algunas técnicas adaptadas que ayudan a disminuir síntomas asociados con la parálisis cerebral.
Los animales son seres vivos que nos brindan cariño y empatía, por eso la terapia con ellos ha ido evolucionando hasta convertirse en la actualidad en parte de la fisioterapia neurológica, logrando diversos efectos positivos en los niños con diferentes patologías.
La equinoterapia es un tipo de intervención terapéutica que se ha estado utilizando cada vez más, ya que con el paso del tiempo se han obtenidos beneficios para los pacientes con alteraciones motoras y sensitivas.
El masaje infantil consiste en una serie de técnicas manuales que ayudan al desarrollo de los distintos sistemas corporales, por eso es una buena manera de ayudar a los bebés durante sus primeros años de vida.
El reflujo gastroesofágico suele ser común en los bebés durante los primeros 6 meses, pero en el caso de los niños con PC puede perdurar por mucho más tiempo debido a la inmadurez del sistema digestivo y a la falta de alimentación sólida, por lo que puede convertirse en un problema para los padres. Es debido a lo anterior, que en el siguiente vídeo podrás encontrar información sobre que hacer cuando este problema se presente.
Como ya hemos mencionado en el transcurso del artículo, la PC puede afectar la salud del niño de múltiples formas, pero esto no necesariamente significa que tendrá disminuida la esperanza de vida, por lo que el pronóstico muchas veces no puede establecerse de forma concreta. Siendo entonces necesario e importante que al momento del diagnóstico se realicen todos aquellos tratamientos que puedan ayudar a mejorar las funciones físicas, con el objetivo de aprovechar al máximo la capacidad del encéfalo de regenerarse al 100% durante los primeros tres años de vida del niño.