Ondas de choque en el tratamiento de la cicatriz queloide

Ondas de choque en el tratamiento de la cicatriz queloide
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Atlas de Fisioterapia Integrativa - Libro Fiit concept

A lo largo de la vida nos encontramos ante numerosas situaciones en las que podemos dañar la piel como por ejemplo en las cirugías, traumas físicos, quemaduras, infecciones, picaduras, pendientes o incluso vacunas. Todas estas agresiones llevan a la formación de cicatrices que comúnmente no suponen problema alguno, pero existe algunos casos en los que la situación se complica y el proceso de cicatrización de la piel excede los límites de la herida. Éste es el caso de las cicatrices queloides (que son las que abordaremos en este artículo) y las cicatrices hipertróficas. A lo largo de este artículo explicaremos el proceso de cicatrización normal, qué es una cicatriz queloide, los tratamientos que comúnmente se aplican a estas lesiones y la efectividad de las ondas de choque, técnica relativamente innovadora en este campo.

Proceso de cicatrización normal

La cicatrización de heridas normal se divide generalmente en 3 fases:(1)

  1. Primera fase: ocurre entre los 2-3 días posteriores a la lesión. Es la fase inflamatoria en la que se desencadena el proceso de coagulación y activación de las plaquetas. Esta fase intenta que se pierda el menor líquido y sangre posible mediante el taponamiento.
  2. Segunda fase: ocurre desde la finalización de la primera fase a las siguientes 3-6 semanas. Es la fase proliferativa en la que se intenta recuperar el tejido dañado, formando nuevas células de la piel, vasos sanguíneos y matriz extracelular para restaurar la función protectora de la piel.
  3. Tercera fase: es la fase de remodelación y puede llegar a durar hasta 1 y 2 años tras la lesión. Se inicia cuando ya se ha producido el cierre total de la herida y consiste en la eliminación del tejido excesivo.

Imagen 1: Fases de cicatrización normal del tejido.

Es muy importante que haya un equilibrio en todas las fases de la cicatrización, porque de no ser así se podría retardar con las secuelas que acarrea o dar lugar a cicatrices excesivas.

Qué es una cicatriz queloide

Una cicatriz queloide es una lesión en la piel (trastorno fibroproliferativo) que afecta a más de 11 millones de personas en el mundo y que deriva de una cicatrización anormal de una herida. Resultan de un aumento de los procesos inflamatorios y proliferativos (primera y segunda fase de la cicatrización) y una disminución de los procesos de remodelación (tercera fase) lo que hace que la cicatrización de la herida sobrepase los límites de esta. Esta lesión puede repercutir en la estética, estado físico, psicología y calidad de vida de quien lo padece.(1-4)

Imagen 2 y 3: Foto de queloide en persona de raza blanca y en raza negra.

Los queloides se presentan rojos en personas de raza blanca y negros en personas de piel oscura, suelen ir acompañados de un aumento de temperatura, dolor a la presión y sensación de prurito al inicio.(4) Tras una fase inflamatoria de tiempo variable, se estabiliza, pierde sus características inflamatorias y persiste una masa sensible, endurecida e indolora pero que no remite espontáneamente. Además, ésta es una lesión que tiende a repetirse cuando ha ocurrido por primera vez.(3)

Aunque no hay una causa concreta existen una serie de factores que se han descrito que influyen en la cicatrización como son: las características del traumatismo (profundidad, localización, entorno, repetitividad del traumatismo o la presencia de cuerpos extraños), la vascularización de la herida, tabaquismo, factores sistémicos (cáncer, insuficiencia venosa, diabetes o déficits nutricionales), genéticos, la edad o la ingesta de corticoides, antiinflamatorios, inmunosupresores o antivitamina K.(1,3)

Tratamiento tradicional de las cicatrices queloides

El tratamiento de los queloides no es efectivo al 100%, pero sí que es verdad que puede ayudar a disminuir sus síntomas y repercusiones, sobre todo si se aplica desde el mismo momento del traumatismo.(3) Existen discrepancias en cuanto a la gestión y prevención de las cicatrices queloides, pero las más aceptadas comúnmente son las que explicaremos a continuación. (2)

Dentro de las estrategias de prevención destacan: (1,3)

  • Asegurarse de un buen cierre de la herida en la que no se aplique una tensión excesiva y se eliminen correctamente los restos de tejidos dañados sin vida.
  • Evitar incisiones una vez ya se ha producido la primera experiencia de queloide y si se tuviese que realizar, orientar las incisiones cutáneas según las líneas de tensión cutánea.
  • Evitar electrocoagulaciones.
  • Aplicación de láminas o geles de silicona
  • Terapia con flavonoides
  • Terapia de presión

Una vez ya se ha producido las estrategias de tratamiento actual son: (1,3)

  • Corticoesteroides
  • Antihistamínicos locales
  • Intervenciones quirúrgicas (sin mucho éxito por la posibilidad de recidiva del fenómeno)
  • Llevar un buen control de la evolución de las cicatrices.
  • Crioterapia
  • Radioterapia
  • Láser
  • Masaje: las movilizaciones activas y pasivas mantienen la cicatriz flexible, previenen retracciones y eliminan adherencias.

Las líneas de investigación actuales enfocan sus estudios a las siguientes terapias: (1,3)

  • Terapia con células madre mesenquimales
  • Injerto de grasa
  • Interferón
  • Terapia de ondas de choque

Efectividad de las ondas de choque en el tratamiento de las cicatrices queloides

Las ondas de choque es un dispositivo empleado en el área de la fisioterapia y la medicina, que emite ondas acústicas de pulso único con un pico de energía muy elevado (500 bares), un ciclo de vida corto (10 ms), un amplio espectro de frecuencias (16-20 Hz) y una gran amplitud de presión. Son pulsos mecánicos que se expanden en forma de onda a través del cuerpo humano.(3,5,6)

Imagen 4 y 5: Ejemplo de equipo de ondas de chooque

Estas ondas inducen a una respuesta celular de curación tanto en huesos como tejidos blandos: aumenta la perfusión celular y angiogénesis (lo que hace que llegue más sangre a la zona de cicatrización evitando zonas de isquemia), interrumpe el biofilm (capa formada por colonias de bacterias resistentes a antibióticos), genera una respuesta proinflamatoria (es decir, reagudiza la lesión), tiene efectos sobre las citoquinas, quimiocinas, en los factores de crecimiento y regeneración de los tejidos.(3,5)

Posibles efectos secundarios

  • Dolor transitorio
  • Enrojecimiento y petequias
  • Migrañas, náuseas y síncope
  • Lesión tisular (en áreas cercanas a pulmón, intestinos, tejido nervioso o arterias)

Contraindicaciones

  • Tumores en la zona de tratamiento
  • Cabeza, zonas próximas a pulmones, gónadas o anomalías anatómicas
  • Implantes electrónicos o marcapasos
  • Niños y embarazadas
  • Hemofilia

El protocolo de aplicación es el siguiente:(3)

 

  1. Limpieza fisiológica de la cicatriz
  2. Desbridamiento
  3. Evaluación de la cicatriz
  4. Preparación del equipo de las ondas de choque (cabezal, presión, frecuencia, número de impulsos, etc.) y puesta del gel conductor
  5. Aplicación de las ondas de choque
  6. Eliminación del exceso de gel
  7. Tratamiento local de la cicatriz

Se han hecho numerosos estudios en los que se prueban todos estos efectos de las ondas de choque sobre cicatrices y heridas. Por ejemplo, en un estudio probaron la eficacia del dispositivo en la disminución de la infiltración leucocitaria y la consiguiente inflamación de las cicatrices.(3) Una revisión de la evidencia publicada respalda su utilización por resultar eficaz, rentable, reproductible, bien tolerado por los pacientes y sin casi efectos adversos.(5) Otro estudio comparó la eficacia de las ondas de choque con la inyección de corticoesteroides en el tratamiento de los queloides y se vio que tenían efectos similares sin encontrar diferencias estadísticamente significativas entre ambos.(4)

Conclusiones

Aunque la literatura actual respalda el uso de las ondas de choque en el tratamiento de cicatrices queloides por presentar mejoras sin tener apenas efectos secundarios, es cierto también que, aunque acorta el tiempo de curación y reduce el dolor y la morbilidad, no supone una curación absoluta. Igualmente, la evidencia actual es limitada y son necesarios más estudios científicos que prueben la eficacia de esta técnica y los parámetros óptimos en esta patología.

Referencias Bibliográficas

  1. Lee HJ, J Y. Recent Understandings of Biology, Prophylaxis and Treatment Strategies for Hypertrophic Scars and Keloids. Int J Mol Sci. 2018; 19(3): Pii:E711. doi:10.3390/ijms19030711. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29498630
  2. Saez Galdeano, O. Las ondas de choque acústicas en la prevención y tratamiento de las cicatrices hipertóficas y queloideas del paciente quemado. Universidad Autónoma de Barcelona. 2015. https://ddd.uab.cat/record/166116
  3. Wang CJ, K J. Extracorporeal shockwave therapy for treatment of keloid scars. Wound Repair Regen. 2018; 26(1): 69-76. doi:10.1111/wrr.12610. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29330940
  4. Antonio V, Mittermayr R, Schaden W, & Stojadinovic A. Evidence Supporting Extracorporeal Shockwave Therapy for Acute and Chronic Soft Tissue Wounds. Wounds. 2011; 23(7): 204-15. https://www.woundsresearch.com/article/evidence-supporting-extracorporeal-shockwave-therapy-acute-and-chronic-soft-tissue-wounds
  5. Cui HS, H. A. Extracorporeal Shock Wave Therapy Alters the Expression of Fibrosis-Related Molecules in Fibroblast Derived from Human Hypertrophic Scar. Int J Mol Sci. 2018; 19(1): pii: E124. doi:10.3390/ijms19010124. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29301325
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