El organismo suele estar expuesto a diversas alteraciones en el medio externo, y algunas de ellas pueden generar enfermedades o patologías en el cuerpo, algunas de ellas con efectos adversos irreversibles que pueden producir la muerte de los tejidos que conforman el cuerpo.
"Se define como la muerte del tejido y de las células de una zona específica del organismo."
¿Por qué se produce una necrosis?
La necrosis puede producirse o estar causada por múltiples motivos, pero dentro de las causas más frecuentes se encuentran los desarrollados por factores exógenos o químicos como las úlceras por presión, la radioterapia, por efectos de congelación y el uso de ciertos fármacos; estos se caracterizan por una destrucción directa en el tejido.
También puede ocasionarse por procesos infecciosos tales como fascitis necrosante, gangrena gaseosa, ectima o meningococcemia aguda.
Pero la causa más común es por la oclusión vascular como las vasculitis necrosantes, alteraciones en la homeostasis y los depósitos de sustancias en la pared del vaso o en la luz del vaso (calcifilaxis, enfermedad por émbolos de colesterol, crioglobulinemia). Además, existen otras causas patológicas de la piel como el pioderma gangrenoso que también pasa por un proceso de necrosis.
¿Cómo se produce la necrosis?
La necrosis se desarrolla con un aporte insuficiente de sangre oxigenada al tejido, lo que es denominado como isquemia, generalmente producto de alguna causa como exposición a sustancias químicas, procesos infecciosos, etc. Al avanzar este proceso genera un estado de putrefacción debido a la muerte del tejido y las células que lo conforman, produciendo una lesión en la zona que es irreversible.
La zona afectada por la necrosis es sustituida por tejido fibroso de color negro, producto de la degeneración del tejido, y aunque el segmento esté lesionado tiende a conservar su estructura.