Las manos y los pies para poder moverse requieren de los músculos que se localizan en las piernas y en los brazos. Pero además de los mencionados también necesitan de músculos más pequeños como los interóseos y los lumbricales, que le brindan movilidad a los dedos.
"Cada músculo interóseo dorsal se localiza entre cada dedo de la mano y cada metacarpiano"
¿Dónde se encuentran los interóseos dorsales?
En el caso de las manos, son 4 por cada una, por eso se sitúan en el dorso, específicamente desde el primero al quinto metacarpiano. Y en cuanto a los pies también se ubican en la misma cara y pertenecen al espacio entre los metatarsianos.
¿Cuál es el origen e inserción de los interóseos dorsales?
Aunque son músculos importantes tanto para la mano como para el pie, nos enfocaremos en el origen y la inserción de las que se ubican en los miembros superiores, ya que en las extremidades inferiores tienen una posición similar entre los huesos del metatarso.
- Origen: se originan en dos grupos, ya que poseen dos porciones, unas en la cara lateral y las otras en la cara medial que corresponden desde el primer al último metacarpiano.
- Inserción: a diferencia de su origen que ocupa a cuatro dedos, la inserción solo se realiza en la base del segundo, tercero y cuarto hueso falange proximal.
¿Qué función tienen los interóseos dorsales?
Junto con el músculo interóseo pero que se ubica en la cara palmar, se encargan de realizar flexión en la falange proximal y de extender la segunda y la falange distal. Además, cuando se activan solos crean un movimiento de separación de las caras internas de los dedos.
"Es un músculo extensor, flexor y con capacidad de separar cada dedo"
¿Qué produce dolor en los interóseos dorsales?
Son músculos internos y profundos que generalmente no se lesionan como otros de la zona, sin embargo cuando se producen lesiones traumáticas y las manos son las más involucradas, el músculo interóseo dorsal del dedo lesionado podrá encontrarse afectado así como también su funcionalidad.
Por lo que serán lesiones que se acompañan de otros signos clínicos y síntomas, dependiendo de la causa de la lesión.