Muchas veces ocurre en nuestra consulta que se cruzan en la sala de espera hombres y mujeres, y ellas se sorprenden pensando “¿qué pinta aquí un hombre si ellos no tienen suelo pélvico?” Pues sí, mujeres, que sepáis que no solo nosotras tenemos problemas de suelo pélvico, ellos también los tienen. De eso trata este artículo, del por qué acuden ellos a un centro de fisioterapia uroginecológica.
La próstata
Iremos al grano, centrándonos en las diferencias de hombres y mujeres a nivel perineal. Además de las diferencias a nivel de órganos sexuales y reproductores, tenemos diferencias a nivel urológico; ellos tienen próstata. Es una glándula situada bajo la vejiga, que abraza, literalmente, a la uretra.
La uretra es, como en las mujeres, el grifo por donde sale la orina desde la vejiga. La próstata tiene dos funciones vitales: proteger a la vejiga de bacterias y microorganismos nocivos y producir gran parte de sustancias que componen el líquido seminal (el semen que es expulsado al eyacular). Estas secreciones que se generan en la próstata hacen que los espermatozoides vivan, se muevan y se transporten mejor.
Con los años, la próstata, que normalmente tiene el tamaño de una nuez, degenera aumentado su tamaño, esto ocurre en la andropausia (si, esto existe, no me lo he inventado). Cuando la próstata aumenta su tamaño, puede darse el caso de que exista: una hiperplasia benigna de próstata, un cáncer o una prostatitis (algunos hombres también tienen prostatitis sin llegar a la andropausia), resumiendo… la buena, la mala y la infecciosa.
La hiperplasia benigna de próstata (HBP)
es un aumento de tamaño de la glándula prostática, y claramente está relacionado con el paso de los años. Cuando aumenta de tamaño, como antes os he explicado que abrazaba la uretra, hace que el pis le cueste salir de la vejiga. Esto puede ser porque la uretra esté comprimida por la próstata o porque la luz de la uretra está tan chiquitina que la vejiga tiene que hacer fuerza para expulsar el pis. Esto da unos síntomas, que son los siguientes:
- Incontinencia.
- Sensación de no acabar de orinar.
- Orina débil, chorro fino.
- Orina de forma intermitente y gotea al final.
- Retardo de la micción.
- Tarda mucho en vaciar la vejiga.
- Muchas visitas al baño
Cáncer
Aquí también aumenta el tamaño de la próstata pero desarrollando células cancerígenas. Como todos los cánceres, a veces, está en silencio mucho tiempo, de ahí la importancia de hacerse revisiones con el urólogo. Como síntomas que aparecen pueden ser los anteriores e incluso hematuria (sangre en la orina).
La prostatitis
Es una inflamación normalmente bacteriana, que puede ser aguda o crónica y como todo lo inflamado esta más grande, la próstata aumenta de tamaño. La sintomatología son síntomas de obstrucción e irritación similares a los de la hiperplasia benigna de próstata.
Todos ellos son tratados con farmacología, aunque el cáncer y la hiperplasia acaban finalmente con una extirpación de la próstata de forma radical o parcial. Cuando a un hombre le operan de próstata puede dañarse parte del esfínter uretral, entonces queda afectada la continencia. Además, a veces, queda afectado en parte el nervio erector dificultando la erección. A parte de la sexualidad y la micción también quedan afectados los abdominales, ya que la operación se realiza a través de ellos.
En la consulta, los fisioterapeutas expertos en uroginecología, les tratamos mediante electroestimulación para reeducar la musculatura del suelo pélvico, para que mejore la función de esfínter.
En ocasiones, la electroterapia la realizamos junto con ejercicios realizados por parte del paciente. Estos pueden ser:
- Gimnasia abdominal hipopresiva trabajan el 80% de las fibras musculares del suelo pélvico y mejora tanto el tono abdominal y como el del suelo pélvico y reeduca la función esfinteriana.
- Ejercicios de contracción-relajación, trabajan el 20% de las fibras de forma voluntaria. Aquí podemos potenciar los ejercicios con corrientes, o al principio, sino controla, enseñándoselos a hacer con un biofeedback.
- Ejercicios contrarresistidos de suelo pélvico que se realizan mediante la tracción del pene y contracción voluntaria de forma simultáneamente.
Además de esto, estos hombres, necesitan ser tratados de las cicatrices abdominales y debemos disminuir la tensión en el diafragma, para lo que utilizamos la terapia manual.
Las anteriores causas de visita del género masculino a una fisioterapeuta experta en suelo pélvico son las más comunes, pero no las únicas. Otros motivos de consulta son las incontinencias fecales por hipotonía del suelo pélvico, que por diferentes causas han dañado dicho músculo (si quieres saber más lee atentamente el artículo sobre como se daña el suelo pélvico.
Otra de las causas de visita son las hernias, tanto de hiato como inguinales y umbilicales y en este caso lo que hacemos en consulta es tonificar abdomen y reeducarlo para que amortigüe las presiones.
La causa menos frecuente de consulta suelen ser los problemas sexuales ya que los tabús sobre estos temas son enormes. Pero que sepáis que problemas de impotencia, eyaculación precoz y anorgasmia son tratables con fisioterapia, aunque eso, mejor os lo explico en otro artículo.
Conclusión
Como consejo comentaros que los hombres como las mujeres deberían revisar su suelo pélvico y su abdomen con un fisioterapeuta experto y/o con un urólogo… la solución siempre es la prevención!!