El sistema linfático aunque cumple un papel importante para el ser humano, no suele ser muy conocido por la población en general, por lo que tampoco se tiene conocimiento relacionado con sus alteraciones, entre las cuales destacan como principales los linfedemas y los lipedemas. Estos problemas pueden afectar la salud de la persona que lo padece, es por eso que en el siguiente artículo podrás encontrar información al respecto y sus tratamientos explicados de forma global:
¿Qué es un Linfedema?
Un Linfedema es una entidad clínica que se caracteriza por la afectación del sistema linfático y más específicamente se conoce porque compromete la capacidad de sus estructuras para eliminar las sustancias nocivas, lo cual desencadena inflamación en la zona donde se localiza el ganglio linfático afectado.
Este problema linfático, si bien fue descubierto hace muchos años, no fue sino hasta el año 1936 cuando el tratamiento logró avanzar, gracias a la aparición de las técnicas de drenaje linfático manual, que constituyen una de las intervenciones más usadas por los terapeutas.
“Un Linfedema es una alteración de los ganglios linfáticos que genera acumulación de líquido, con la consecuente aparición de un edema”
En relación a los síntomas y los signos clínicos que producen los linfedemas, podemos mencionar la inflamación, el signo de Stemmer positivo, el edema, el endurecimiento de la piel, la fibrosis y la limitación para realizar actividades de la vida diaria.
Finalmente, es importante recalcar que los síntomas van a ir variando de acuerdo al grado de Linfedema, ya que al principio lo signos no serán tan perceptibles como ocurre en los grados mayores de la enfermedad.
¿Qué es un lipedema?
A diferencia del Linfedema que es una alteración de los ganglios linfáticos, el lipedema constituye una patología crónica que va progresando con el tiempo y que tiene como causante una desestabilización en el metabolismo de os lípidos, que genera un trastorno en la cantidad de grasas del cuerpo.
Esta enfermedad, puede ser confundida y diagnosticada erróneamente como Linfedema o incluso en algunos como obesidad, cuando en realidad no tienen la misma causa, síntomas o tratamiento.
“El lipedema es ocasionado por un problema en el metabolismo de la grasa que desencadena un aumento en el volumen de la zona afectada”
En cuanto a los signos del lipedema, podemos destacar que los síntomas son simétricos, por lo que en ambas extremidades se podrá encontrar cambios en la textura de la piel, la presencia de nódulos, deformidades y en casos más avanzado limitaciones en la movilidad.
¿Qué efectos tienen los linfedemas y los lipedemas en la salud?
Aunque el Linfedema y el lipedema pueden ser similares en cuanto a las características físicas que presentan las personas, estas son entidades clínicas causadas por diferentes entes y factores, por lo que las implicaciones en la salud de las personas que lo padecen pueden ser totalmente diferentes.
Tanto el Linfedema como el lipedema pueden alterar la salud, por lo que se describen de forma separada a continuación.
En los casos de los pacientes con linfedemas podemos encontrar los siguientes:
- Limitaciones articulares y restricciones en la participación.
- Aparición de infecciones en la piel y en los ganglios linfáticos, debido a la acumulación de líquido y de sustancias nocivas que no son eliminadas.
- Puede desencadenar disfunciones en los tejidos y tumores en los vasos linfáticos.
Ahora bien, en los pacientes con lipedemas debido al desorden en la grasa, encontraremos las siguientes alteraciones en la salud:
- Deformidades por el incremento de tamaño de la zona.
- Existen mayores probabilidades de que estos pacientes desarrollen problemas cardiovasculares, diabetes e incluso algún tipo de demencia con el pasar de los años.
- Limitaciones en el movimiento normal.
Los tratamientos del Linfedema y el lipedema van a depender de la severidad del edema y según el grado de su clasificación.
Hemos mencionado anteriormente cuales son las implicaciones de la acumulación de grasa y del líquido producto del Linfedema, por lo que ahora vale la pena destacar que su tratamiento se enfoca en la administración de medicamentos, cambios en las rutinas diarias, terapia física y colocación de vendajes compresivos.
Finalmente, referente al proceso de rehabilitación y fisioterapia, este se enfoca en movilizaciones activas y pasivas, ejercicios suaves, masajes terapéuticos, estiramientos, drenaje linfático manual, masaje circulatorio, reeducación postural, terapias con láser, ondas de choque, vendaje neuromuscular y ejercicios más específicos como los de Buerguer Aller.