Si has oído hablar de la tecarterapia alguna vez, probablemente te hayan explicado algunos aspectos de esta técnica que no son ciertos. Como todo tratamiento innovador y eficaz, esta técnica es a menudo contada por personas que no están bien informadas respecto a los efectos, usos, indicaciones y resultados que proporciona, algo que puede causar alguna confusión que ahora aclaramos.
Tecarterapia, ¿sirve para todo?
En primer lugar, cabe destacar que, pese a que sus indicaciones y eficacia están demostrados en numerosos ámbitos médicos y estéticos, la tecarterapia no sirve para todo, no lo cura todo. Se debe entender que la tecarterapia no es una solución mágica y que como todo tratamiento, también tendrá aquellas ocasiones en las que no sea recomendable su aplicación. Por lo que es ideal que esto sea aplicado por un profesional capacitado, ya que es este quien será capaz de discernir si la tecarterapia es la herramienta adecuada para emplear en el caso específico de cada paciente.
¿La tecarterapia puede doler?
Por otro lado, el dolor, los pinchazos, los calambres, los toques eléctricos, etc., son sensaciones que el paciente nunca sentirá durante un tratamiento de tecarterapia ya que todos los equipos disponen de sistemas de seguridad que evitan que pueda suceder algo así. Por lo que si tu terapeuta tratante, te ha indicado el uso de la tecarterapia, no dudes en aceptar que sea empleado.
¿Hay una frecuencia que funciona mejor?
Sobre la frecuencia se han difundido también muchos mitos especialmente los dirigidos a encumbrar una determinada frecuencia como la más efectiva. Todos los equipos de tecarterapia trabajan entre 0,5MHz y 3 MHz ya que los efectos fisiológicos en este rango son similares, por lo que es totalmente falso que una frecuencia en concreto funcione mejor que otra.
Así, toda persona ha de tener claro que la tecarterapia es una técnica totalmente indolora que obtiene grandes resultados en muchísimas patologías trabajando en un rango de frecuencia entre los 0,5 y 3 los MHz pero no sirve para curar toda enfermedad existente.