Nuestro cuerpo posee diferentes órganos y glándulas que se encargan de segregar hormonas, con el fin de regular múltiples funciones corporales. Entre las más conocidas están el glucagón, la insulina, la adrenalina, la progesterona, la prolactina, la melotina, el cortisol entre muchas otras más.
¿Qué glándula segrega a la hormona adrenalina?
Todas las hormonas del cuerpo son liberadas por diferentes partes del organismo, en este caso la epinefrina es segregada por las glándulas suprarrenales. Estas glándulas además de liberar adrenalina, son las encargadas de segregar aquellas sustancias necesarias para el deseo sexual y el cortisol que es conocido por combatir los procesos de estrés.
¿Cómo funciona la adrenalina?
Esta sustancia tiene la función de actuar en múltiples zonas del cuerpo al mismo tiempo. En las situaciones de estrés, puede observarse como la persona que segrega la adrenalina, siente los latidos del corazón más acelerados, la pupila se dilata, se incrementa la frecuencia respiratoria, no hay presencia ni deseos de realizar necesidades fisiológicas y además aunque no puede ser observado las circulación se encuentra en aumento y destinada mayormente a los órganos vitales como el corazón, pulmones y cerebro.
"Los efectos de la epinefrina pueden causar alteraciones en la salud si no se disminuyen oportunamente"
¿En qué partes del cuerpo actúa la adrenalina?
Una vez que esta sustancia fue liberada por las glándulas suprarrenales, por la presencia de una situación angustiante, esta recorre el torrente sanguíneo y se comienza a distribuir a todas las zonas del cuerpo que son necesarias para el momento.
Esta actúa y tiene efectos en la visión al dilatar las pupilas, en la circulación, en los pulmones, en el sistema digestivo y además aumenta la producción del glucosa, que es la energía necesaria para las contracciones musculares.
¿A qué se deben las alteraciones de la adrenalina?
Aunque parece mentira y no es muy conocido por la población, la epinefrina en niveles elevados puede causar efectos nocivos para la salud, ya que al actuar constantemente sobre los mismos órganos y sistemas crea alteraciones que no son recomendables para nadie. Una descarga constante de adrenalina y de energía puede tener efectos negativos en la visión, la cabeza, el corazón y la circulación.