La episiotomía (1) es, por desgracia, una de las prácticas quirúrgicas más frecuentes en la mujer. Tanto las mujeres gestantes, como aquellas que buscan quedarse embarazadas, así como los profesionales de la salud (especialmente aquellos que nos dedicamos a la esfera uroginecológica) debemos conocer qué es la episiotomía, en qué casos está indicada y qué efectos tiene sobre el periné femenino.
Este es el motivo del presente artículo, pero también informar a embarazadas y profesionales sobre lo que pueden hacer durante el embarazo y el parto para evitar una episiotomía, así como dar a conocer el papel de la Fisioterapia obstétrica y uroginecológica para la recuperación del suelo pélvico de la mujer tras sufrir una episiotomía.
¿Qué es la episiotomía?
La episiotomía (2) es una incisión quirúrgica -un corte que precisa posterior sutura-, y que se realiza en el periné femenino (espacio comprendido entre la vagina y el ano) para ampliar la abertura vaginal con el objetivo de “facilitar” la salida del bebé acelerando el expulsivo, es decir, la segunda etapa del parto.
Según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para un parto respetado, es aceptable una tasa de episiotomías entre el 10 y el 20% del total de partos. Esto significa que la episiotomía no debe realizarse de forma rutinaria ya que no está demostrada su eficacia en la prevención de desgarros (argumento por el que empezó a realizarse este corte perineal).
¿Qué riesgos tiene la episiotomía?
La episiotomía es una de las causas más habituales de hemorragia e infección posparto. Además, aumenta las probabilidades de sufrir un desgarro anal importante y debilita los músculos perineales, predisponiendo a la mujer a la aparición de trastornos como las incontinencias urinarias y fecales o los descensos de órganos pélvico (prolapsos).
A corto plazo, la episiotomía presenta riesgo de sangrados, edema, hematoma, infecciones y cicatrización dolorosa o molesta. En ocasiones, las molestias asociadas a la cicatriz se mantienen a medio e, incluso, a largo plazo, dificultando las relaciones sexuales.
¿Cuándo está indicada la episiotomía?
La decisión final de realizar una episiotomía (3) corre a cargo del profesional sanitario que atiende el parto, matrona o ginecólogo, y aunque en la bibliografía se recogen diversos factores que podrían conducir a la mujer a recibir este corte perineal, cada vez son más los profesionales que reducen sus causas justificadas a dos
- Riesgo de pérdida de bienestar fetal, es decir, un peligro real e inminente para el bebé.
- La existencia de cicatrices severas en la zona genital (ablación o quemadura extensa) que impidan la flexibilización de los tejidos perineales.
Factores como un peso del bebé por encima de los cuatro kilos (macrosoma) o su presentación de nalgas o de pie son muy discutidos en la actualidad como motivo para la realización de una episitomía. Otros, como la distocia de hombros y los bebés prematuros o muy pequeños, se consideran factores relativos.
El masaje perineal
Una de las recomendaciones que, desde la fisioterapia obstétrica, debemos transmitir a las mujeres embarazadas, a fin de favorecer la flexibilidad de su periné el día del parto, es la realización del masaje perineal a partir de las 32-35 semanas de gestación.
Enseñaremos la práctica del masaje perineal a la paciente en consulta, dándole las pautas adecuadas para su realización y le animaremos a llevarlo a cabo hasta el día del parto (no durante el mismo), para elastificar la zona y hacer que los tejidos respondan mejor a la salida de la cabeza del bebé.
Los medios gráficos y/o audiovisuales, como el vídeo que te muestro a continuación, pueden ser de gran ayuda tanto para el fisioterapeuta, al realizar su explicación en consulta, como para la paciente a modo de recordatorio cuando lo practique en casa.
Preparación al parto del suelo pélvico con un automasaje de periné
El suelo pélvico y sus problemas son unos de los grandes olvidados de la medicina y la fisioterapia.
Llegado el día del parto, se deben favorecer dos factores que influirán positivamente en el transcurso de este esperado momento: la libertad de movimiento de la futura madre (las posturas para dilatar y dar a luz son decisivas en la prevención de desgarros y episiotomías) y el respeto por los tiempos, de la madre y del bebé, transmitiendo en todo momento apoyo, confianza, respeto y comprensión.
Fisioterapia de suelo pélvico en el posparto
La recuperación de la musculatura perineal tras el parto, con la ayuda de un especialista, es esencial para asegurar la correcta realización de las funciones de continencia, sostén y sexualidad que desempeña el suelo pélvico (4).
Si la mujer ha recibido una episiotomía, con más motivo aún, para evitar la aparición de molestias de la cicatriz pasada la cuarentena y entrenar el suelo pélvico para evitar su debilitamiento y las nefastas consecuencias que ello conlleva para la calidad de vida de la mujer.
Pasadas seis semanas del parto, es recomendable acudir a un fisioterapeuta especializado que valore el estado de la musculatura perineal y abdominal, así como la estática pélvica, y diseñe un plan personalizado de reeducación del suelo pélvico, en base a las necesidades de la recién estrenada madre.
Un abordaje fisioterápico preventivo durante el embarazo y un programa específico de recuperación durante el posparto favorecerán el estado de salud de la mujer durante esta etapa crucial, de numerosos cambios físicos y emocionales, ayudándole a disfrutar de la maternidad, conociendo y cuidando su cuerpo.
Referencias Bibliográficas
1- https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/8694033
2- https://onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1002/bjs.1800771213