Embarazo: diástasis de los músculos rectos. Generalidades, prevención y tratamiento

Embarazo: diástasis de los músculos rectos. Generalidades, prevención y tratamiento
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    Sara Gutiérrez
    Fisioterapeuta / Ftp. Musculoesquelética

    Soy fisioterapeuta egresada de la Universidad del Valle de México Generación 2010-2014, también pertenezco a los Miembros de la Asociación de Fisioterapeutas de Jalisco. Me dedico específicamente a la fisioterapia geriátrica, deportiva, ortopédica y traumatológica.

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Atlas de Fisioterapia Integrativa - Libro Fiit concept

En mi artículo anterior hago mención de algunos padecimientos durante el embarazo, y el dolor después del parto. En esta ocasión presento un problema frecuente para las mujeres durante y después del embarazo: la diástasis de rectos, dicho trastorno resulta de músculos abdominales débiles, en el cual se observa una separación entre los lados derecho e izquierdo del músculo recto mayor del abdomen.

¿Que és la diástasis de los rectos?

La distensión del abdomen es normal en las mujeres embarazadas durante la segunda mitad del embarazo. Es causada por la expansión del útero a lo largo de este periodo. En la gran mayoría de las mujeres, la pared puede acoger esta expansión, mientras que en algunos (alrededor del 33% de los casos), puede causar la separación excesiva de los músculos abdominales, llamada diástasis de rectos. Los fenómenos implicados en la separación abdominal están relacionados con la biomecánica y efectos hormonales asociados con el embarazo.

Como tal, tenga en cuenta que se observa un aumento en la hormona relaxina durante el embarazo. Esta hormona provoca la relajación de algunos ligamentos con el fin de permitir la separación de los huesos de la pelvis para facilitar el paso del bebé durante el parto. Por lo tanto, tiene un efecto de liberación de la línea media (línea alba).

¿Cuáles son los factores de riesgo de la diástasis?

 Algunos factores de riesgo están asociados con la aparición de una diástasis del recto. Éstos son los más comunes:

  • Trauma o problemas con la región lumbo-pélvica previa al embarazo (por ejemplo, fractura pélvica o vertebral, cirugía abdominal, etc.)
  • Embarazos múltiples que causan tensión en la línea media
  • El entrenamiento excesivo o inapropiado de la zona abdominal
  • Una disminución de la condición física debido al sedentarismo
  • Los factores genéticos que pueden influir en la elasticidad de los tejidos
  • Las dificultad para respirar durante el embarazo
  • La obesidad

¿Cuáles son las consecuencias para los abdominales?

Los músculos abdominales desempeñan un papel vital en la estabilización del tronco. Durante el embarazo, la expansión abdominal interrumpe la función de estos músculos y conduce a un desequilibrio de esta región. Por eso es importante detectar una diástasis del recto, ya que puede causar diversos trastornos que pueden afectar a la salud y la vida diaria de la persona afectada, entre las consecuencias más importantes se encuentran las siguientes:

  • Dolor lumbar o pélvico durante el ejercicio
  • Mal funcionamiento de los músculos de la espalda, especialmente en la presencia de exceso de peso y la historia del dolor de espalda
  • Hernia umbilical
  • Glacidez de la piel después del parto resultando en un abdomen protuberante

Atención... No es anormal que los trastornos mencionados ocurran durante el embarazo. Estos síntomas suelen desaparecer en los primeros meses después del parto. En caso de duda, se recomienda consultar a su médico o profesional de la fisioterapia, él evaluará la condición y recomendará el tratamiento que se requiera.

¿Cómo auto-detectar una separación de los músculos abdominales?

 La separación de los músculos abdominales es relativamente fácil de detectar, aunque a veces puede pasar desapercibido. Por lo general se manifiesta por separación observable a lo largo de la línea media del abdomen, por encima o por debajo del ombligo. Durante el embarazo, la hinchazón del abdomen se puede observar a través del espacio entre los músculos abdominales.

 Para detectar una diástasis de los rectos varias semanas después del parto, he aquí una prueba muy simple de realizar:

  1. Acuéstese sobre su espalda y coloque sus dedos sobre la altura de su ombligo.
  2. Respire profundo para que los músculos se relajen y realice una pequeña flexión de tronco que consistirá en levantar la cabeza y los hombros.
  3. Aumente gradualmente la presión con los dedos para sentir una separación entre su recto. A continuación, calcular la medida de la separación mediante el recuento del número de dedos necesarios para llenar el espacio entero (una separación de más de 2 dedos y un medio se considera excesivo).
  4. Repita el proceso anterior y por debajo del ombligo para detectar si se trata de un área pequeña o grande.

¿Cómo prevenir o tratar la diástasis de los rectos?

A continuación, os compartiremos algunas pautas a tomar en cuenta en la prevención o tratamiento de la diástasis de los rectos

Antes del embarazo

 Algunas estrategias pueden ayudarle a optimizar su biomecánica lumbopelvica. En particular, hay ejercicios específicos que se pueden realizar antes y después del embarazo. Estos ejercicios son fáciles de realizar y se utilizan para mejorar la distribución de la carga en su región pélvica baja mediante el fortalecimiento del músculo transverso abdominal (activación) y los músculos pélvicos (grupo muscular comúnmente llamado "suelo pélvico"). Sin embargo, es importante mencionar que estos ejercicios deben hacerse correctamente para obtener el efecto deseado y, por tanto, se recomienda consultar a un profesional de la fisioterapia para garantizar su eficacia.

Durante el embarazo

 Varios consejos pueden aplicarse durante el embarazo:

  • Use una faja/cinturón abdominal, incluso en caso de tos severa. Tal correa añade soporte para el abdomen y así podrá prevenir o aliviar lesiones en la espalda
  • Antes de levantarse de la cama, doblar las rodillas y girar hacia un lado
  • Evitar ciertas posiciones y ciertos ejercicios
  • Cualquier forma de ejercicio aumenta el riesgo de la presión intra-abdominal (por ejemplo abdominales, el levantamiento de las 2 piernas en la posición supina, etc.)
  • Giros de la parte superior del cuerpo diarias
  • Ejercicios sobre una pelota suiza que implica una extensión del cuerpo hacia atrás
  • Cualquier postura de yoga que podría estirar los músculos abdominales
  • Levantar o cargar objetos pesados
  • Ejercer la plancha abdominal

Después del nacimiento

Al igual que antes y durante el embarazo, algunos trucos pueden ayudar a mejorar la salud de su suelo pélvico después del parto:

  • • En caso de dolor de espalda, la faja/cinturón abdominal puede ser usado para aliviar el dolor o malestar que se siente. Tenga en cuenta que podría ayudar en la evacuación de las heces.
  • • Realización de ejercicios para fortalecer el músculo transverso abdominal y los músculos pélvicos también resulta beneficioso. Sin embargo, es importante mencionar que estos ejercicios deben hacerse adecuadamente con el fin de tener el efecto deseado y, por tanto, se recomienda consultar a un profesional de la fisioterapia para garantizar su eficacia.

Cirugía o tratamiento quirurgico..

Cuando la diástasis es demasiado grande, es posible que las diversas soluciones propuestas no funcionan o que no dan los resultados deseados. Por lo tanto, se hace necesario hablar con su médico para considerar la posibilidad de la cirugía y el tratamiento médico adecuado.

 Los ejercicios de fortalecimiento para la diástasis de los rectos

Ejemplos de ejercicios de fortalecimiento que se pueden realizar antes y después del parto.

Ejercicio 1. El fortalecimiento de la transversal abdominal

  1. Colóquese sobre la espalda en una superficie cómoda y estable (por ejemplo. Una colchoneta de yoga), las rodillas dobladas.
  2. Contraiga su vientre suavemente con la impresión a chupar el ombligo hacia la columna.
  3. Mantenga esta contracción durante 10 segundos, luego suelte el vientre suavemente (no debe haber ningún movimiento en la columna lumbar o la pelvis).
  4. Respire normalmente durante el ejercicio (no debería haber ningún dolor).
  5. Repetir 10 veces. Este ejercicio se puede realizar dos veces al día, todos los días.

Ejercicio 2: Levante la pierna

  1. Colóquese boca arriba, una rodilla doblada y la otra pierna extendida.

  2. Contraiga el abdomen suavemente en como si aspirara el ombligo hacia la columna vertebral.

  3. Contraiga el suelo pélvico (los músculos que se usan cuando se trata de dejar de orinar).

  4. Levante la pierna (45 °), luego baje la contracción.

  5. Retire su contracción. La respiración debe permanecer fluida durante el ejercicio.

  6. Repita los ejercicios 10 veces, por un lado, y luego cambia de pierna y repita. El primer objetivo es de 3 series de 10 repeticiones por pierna. Este ejercicio se puede hacer 1-2 veces al día, todos los días, en función de su resistencia.

Ejercicio 3: El puente

  1. Colóquese sobre su espalda en una superficie cómoda, estable, con las rodillas dobladas.
  2. Contraer su estómago suavemente actuando como si usted aspirara el ombligo hacia la columna vertebral.
  3. Con cuidado, separe la pelvis de la superficie y mantenga la contracción durante 10 segundos.
  4. Una vez en lo alto, descienda lentamente hacia el suelo, manteniendo la contracción abdominal del transverso y libere los músculos.
  5. Repita el ejercicio 10 veces. La meta es de 3 series de 10 repeticiones, interrumpidos por una pausa de 30 segundos. No debe sentir dolor durante el ejercicio.

Ejercicio 4: cuatro puntos

  1. De pie, en posición de gateo en una superficie cómoda y estable.
  2. Contraiga su estómago suavemente actuando como si usted aspirara el ombligo hacia la columna vertebral.
  3. Contraiga los músculos del suelo pélvico.
  4. Mantenga esta contracción (en el transversal y el suelo pélvico) durante 10 segundos, luego relaje lentamente los músculos.
  5. Respirar normalmente durante el ejercicio.
  6. Repita el ejercicio 10 veces. Este ejercicio se puede realizar dos veces al día, todos los días.

Este ejercicio es un poco más exigente, ya que va a trabajar contra la gravedad y el peso de las vísceras del abdomen.

¿Sabías que...?

Tu fisioterapeuta podría utilizar la ecografía para ayudarle en la realización de sus ejercicios. Permite, entre otros, para obtener una respuesta visual al realizar ejercicios, que ayudan a entender cómo realizar correctamente los movimientos. En realidad se puede observar la eficacia y el impacto del ejercicio sobre su cuerpo.

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comentarios (2)

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Una duda: en el apartado del embarazo, desde el punto Giros de la parte superior... Hasta el final, se refiere a evitar ese tipo de movimientos? No es bueno estirar los rectos abdominales en una pelota de Pilates?

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Hola Sara. Me gustaría investigar más sobre el tema, ¿qué bibliografía y/o estudios cientificos me recomiendas? Un saludo y gracias.

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