Para saber si tienes un pie cavo necesitas una hoja de papel o periódico y una cubeta con agua. Vas a introducir ambos pies en la cubeta y con los pies bien mojados vas a pisar la hoja o el periódico para dejar marcada la huella y pisada de tu pie. Vas a comparar la huella de tu pie con las huellas que te presento en el vídeo.
Si es una huella muy ancha lo más seguro es que tus pies sean pies planos, que han perdido el arco. Si es una huella donde se observa poco apoyo externo del pie, esto apunta a que tus pies son pies cavos.
Cuidados para el pie cavo
Las estrategias que te ofrezco a continuación te van a ser útiles tanto para relajar los pies como para flexibilizar las articulaciones y demás estructuras que se encuentran en tensión en un pie cavo.
Automasaje del pie con pelota
Vas a necesitar una pelota dura –de esas que suelen rebotar mucho– la cual vas a colocar entre las almohadillas del pie con el talón apoyado en el suelo y vas a realizar movimientos en forma de abanico con el pie.
Luego sitúas la pelota justo en el centro de tu pie y dejas caer todo tu peso colocando la otra pierna paralela a la que se está masajeando y con la pelota cerca del talón realizas nuevamente los movimientos en forma de abanico. Por último vas a masajear el arco interno y externo del pie rodando la pelota hacia adelante y hacia atrás.
Movilización del pie
Nos sentamos en la cama y con el pie por fuera de ella vamos a movilizarlo con la mano lateralmente, hacia arriba y hacia abajo y en círculos. Con el pie un poco más adentro fijamos con una mano el talón y movilizamos con la otra mano haciendo movimientos circulares y de torsión. Agarrando más hacia los dedos los movilizamos hacia arriba y hacia abajo en bloque o uno por uno.
Automasaje de la fascia plantar
Primero vamos a masajear con los nudillos desde el talón hacia los dedos con bastante presión pero de manera lenta para darle tiempo a los tejidos que cedan.
Luego vamos a masajear con los dedos de ambas manos desde el centro del pie hasta los extremos del mismo. Por último, utilizando el dedo pulgar vamos a traccionar de los tejidos desde la zona interna del pie hacia afuera. Vamos a realizar estas tres maniobras durante 2 minutos cada una.
Estiramiento de gemelo y sóleo
Vamos a utilizar un escalón para este estiramiento en el cual vamos a apoyar solo los dedos del pie y vamos a dejar caer el talón hacia abajo. Para estirar el gemelo la rodilla debe permanecer estirada y para estirar el sóleo debemos flexionar la rodilla.
Consecuencias del pie cavo
No siempre va a ocasionar molestias u otras patologías, sin embargo estas son las más comunes que solemos encontrar en un pie cavo:
- Metatarsalgia
- Fascitis plantar
- Dedos en garra
- Durezas y callosidades