Para poder ejercitar tu suelo pélvico, ya sea a modo preventivo o como parte de un programa de rehabilitación, es imprescindible que seas capaz de localizar y sentir los músculos que lo forman.
¿Qué es la propiocepción y cómo se puede mejorar?
Por ello, desde la Fisioterapia especializada en el ámbito uroginecológico y coloproctológico, es importante trabajar la propiocepción, es decir, la conciencia de lo propio, el sentido de la interocepción gracias al cual nuestro cerebro tiene conciencia del estado del cuerpo, de la posición de nuestras articulaciones y músculos, incluidos los que forman el suelo pélvico. Sólo sabiendo localizar y sentir esta musculatura, podremos trabajarla de manera activa y correcta. Existen distintas opciones que pueden ayudarte a mejorar la propiocepción de tu suelo pélvico: desde la movilización de la pelvis sobre un fitball, utilizar una toalla enrollada que aumente la superficie de contacto de tu periné, ayudarte de un cojín de propiocepción, masajeadores perineales, etc.
Electroestimulación: otra opción para trabajar la propiocepción
Otra opción a considerar, cuando se hace especialmente complejo localizar y contraer los músculos del suelo pélvico, es recurrir a la electroestimulación: a través de la corriente eléctrica estimulamos las fibras nerviosas que producen una contracción muscular. Ante esta contracción podemos, simplemente, sentir lo que sucede (electroestimulación pasiva) o sumarnos de manera activa cuando la corriente hace contraer los músculos perineales (electroestimulación activa asistida).