Los utilizamos todos los días para proteger nuestros pies, para mantener nuestra higiene o simplemente para adorno, como un accesorio más de nuestra vestimenta, pero ¿sabes cuál es el apropiado para ti? En el vídeo de arriba te lo explicamos.
El calzado a lo largo de la historia
El calzado se utiliza desde tiempos remotos. Los primeros registros que se tienen hablan del Antiguo Egipto, en donde se usaban una especie de sandalias confeccionadas con la corteza de una planta (Cyperus papyrus, que conocemos como papiro) para proteger los pies.
Más adelante en la historia los griegos y los romanos (primero los griegos y los romanos adoptaron luego la idea) usaron una especie de calzado de corcho, sujetado por unas cintas que se amarraban alrededor de la pantorrilla.
Poco a poco el calzado fue evolucionando en materiales (cuero, goma e incluso madera) y diseños, agregando cualquier detalle. El calzado ha evolucionado; hoy en día existen muchos tipos distintos, tantos que a veces se hace difícil decidir cuál utilizar.
Se ve bonito pero… ¿Es el calzado ideal?
Hace 10 u 11 millones de años el ser humano se puso por primera vez de pie, y desde ese momento no volvió a apoyar los brazos para trasladarse. Los pies de esos primeros seres humanos que se pusieron de pie sufrieron modificaciones que le permitieron al pie caminar descalzo sin problema.
Hoy por hoy entendemos que el caminar descalzo puede hacerle daño a nuestros pies, por lo que el calzado les brinda protección. Pero observa las siguientes imágenes:
El pie logró incorporar a su estructura 3 arcos (uno interno, uno externo y uno transverso) que le permiten adaptarse a cualquier tipo de terreno. Esta es la posición más eficiente del pie, por lo que el calzado que se aleje de ésta forma que debe adoptar el pie sencillamente no es el calzado ideal, razón por la cual el tacón, las plataformas y otros calzados no son lo que los profesionales recomiendan.
¿Qué consideraciones hay que tener presentes para elegir el calzado ideal?
Para elegir correctamente el calzado debemos de tener en cuenta al menos:
- El tipo de pisada y el tipo de pie que tenemos. Es necesario saber cómo es nuestra pisada y si nuestro pie tiene alguna deformidad, debido a que el tipo de calzado que usemos puede ayudar a corregir hacer más eficiente la pisada o corregir las alteraciones de nuestro pie. Si no sabes cómo es tu pisada lee este artículo para que descubras tu tipo de pisada.
- El tipo de actividad que vamos a realizar. La actividad determina el calzado: no vamos a salir a jugar al fútbol en sandalias, ni es lo más correcto por ejemplo que una persona tenga un zapato plano si va a estar durante mucho tiempo de pie.
Esperamos que esta información te haya sido útil. Recuerda que en Fisioterapia Online tenemos muchos más contenidos para ti. No dejes de seguirnos para mantenerte al tanto de todo.