Todas las estructuras óseas del cuerpo humano, tienen características específicas para poder trabajar y articularse con otras partes del cuerpo. Es decir, para que las articulaciones puedan funcionar correctamente, deben estar conectadas con la zona que le corresponde. En el siguiente texto daremos información específica sobre los cóndilos articulares, sus lesiones y el posible tratamiento.
“Parte ósea redondeada y prominente del fémur y de la mandíbula”
Ya que forman parte de ciertas articulaciones, como es el caso de la rodilla y de la ATM (articulación temporomandibular), estos participan en los movimientos de flexión, extensión, abducción y aducción en la rodilla; y en apertura y oclusión en la mandíbula.
¿Qué significa cóndilo?
La primera vez que se describió el término cóndilo, fue en la época griega, en la que “kondylos” significaba el nudo o lazo ubicado entre una articulación. Posteriormente, la lengua latín, utilizó la palabra cóndilo- “condylus”, para describir la parte de un hueso, que tiene forma circular y que se fusiona con otra estructura ósea.
¿Dónde se encuentra el cóndilo?
El cóndilo está localizado en diferentes partes corporales, uno de ellos es el área mandibular, el cual se sitúa específicamente, en el costado superior del maxilar inferior y que además, se articula con el hueso temporal, para formar la ATM (articulación temporomandibular). Los otros, son los cóndilos femorales, situados uno en la parte interna y el otro en la parte externa de la superficie inferior del fémur.
“Localizado en la cabeza (a cada lado de la mandíbula) y en la parte inferior del hueso conocido como fémur”
¿Para qué sirve el cóndilo?
Además de que los cóndilos forman parte de las articulaciones clasificadas como enartrosis, y que trabajan en los distintos movimientos de la rodilla y de la mandíbula, también sirven como:
- Mandibular; tiene una parte áspera en la que llega el ligamento lateral externo y una cavidad que se conecta con el músculo pterigoideo lateral.
- Femoral; poseen diversas caras, en las que se encuentran la tróclea femoral, las ranuras condilotrocleares, la escotadura intercondílea (importante para la llegada de ciertos ligamentos de la rodilla), los canales supracondíleos y la rampa capsular (en la que se fija la cobertura fibrosa de la articulación).
¿Cuáles son las lesiones del cóndilo mandibular y del femoral?
En el caso del mandibular, nos encontramos con diversas alteraciones del hueso temporal con la mandíbula, entre las que podemos mencionar están los trastornos en el complejo cóndilo-disco, debido a afectación en la función del cóndilo con el disco de la articulación, por causas como deslizamientos y adherencias discales.
Estos trastornos producen cambios y alteraciones en las superficies articulares de la ATM, en la oclusión dental, dolor en la zona oral y por ende afectación muscular con debilidad en los músculos que forman parte de la cabeza.
“Las lesiones más comunes que presentan los pacientes en la zona mandibular son los trastornos entre el cóndilo y el disco, y para la zona femoral encontramos osteonecrosis y lesión condral”
Ahora bien, en cuanto a la afectación de los femorales, tenemos la lesión condral, en la cual tenemos como principales síntomas la presencia dolor en la zona femoropatelar y acumulación de líquido. También está la osteonecrosis de la rodilla, con característica alteración del cóndilo femoral, y la condropatía femoral, por lesión tanto en el cóndilo femoral interno como externo.
Tanto en los pacientes con trastornos condilar del fémur y de la mandíbula, se podrán apreciar cambios en las superficies de los huesos, dolor en el área oral en los casos mandibulares y dolor femoropatelar en los casos femorales.
Una vez que los pacientes presentan los síntomas antes mencionados, deben acudir al médico para determinar el diagnóstico, para luego poder realizar el tratamiento que busque revertir los daños y cambios en el área condilar.
“El tratamiento médico y rehabilitador va a depender del caso del paciente, y del área afectada”
Generalmente, el tratamiento se enfoca en aliviar el dolor, fortalecer la musculatura que se encarga de proteger a los huesos, en mejorar la amplitud articular que se vio limitada, y en reinsertar adecuadamente a los pacientes a su vida diaria.