Las articulaciones son uniones que se establecen entre dos huesos, con la finalidad de producir variados movimientos de acuerdo al tipo de superficie articular de los huesos involucrados. Estas zonas para poder cumplir con sus funciones necesitan de varios componentes, de los cuales podemos destacar el líquido sinovial, cartílago, membrana, cápsula y bursa.
"El cartílago articular es un tejido resistente que forma parte de las articulaciones móviles"
¿Qué función tiene el cartílago articular?
La principal función del cartílago, es soportar las fuerzas que se ejecutan con cada movimiento de la vida diaria. Así mismo, es el encargado de disminuir las probabilidades de que una persona padezca de lesiones articulares producto de factores internos o externos.
¿De qué está compuesto el cartílago articular?
Principalmente, este tejido se encuentra formado de unas células especiales, conocidas como condrocitos, y de otros elementos llamados fibroblastos, ácido hialurónico y colágeno.
Ahora bien, además de los condrocitos también existen otros dos componente articulares, los cuales aunque no forman parte directamente de las propiedades del cartílago si ayudan a que todas las células se mantengan irrigadas.
Esas partes son el hueso subcondral y el líquido de la sinovia. Ambos, son importantes para evitar el roce de todas las estructuras internas de cada articulación móvil.
¿Dónde está el cartílago articular?
El cartílago es un tejido que se localiza en las articulaciones móviles, específicamente por encima del hueso subcondral y por debajo del líquido sinovial. Por lo tanto, los tres elementos mencionados son los encargados de evitar el roce entre la superficie de cada hueso, lo cual puede conllevar a futuras lesiones.
"Se localiza entre el hueso subcondral y el líquido sinovial"
¿Cuál enfermedad destruye el cartílago articular?
La principal enfermedad que es conocida por destruir y lesionar al cartílago articular junto con los condrocitos, colágeno y los otros componentes, es la artrosis. La cual se manifiesta con dolor, rigidez, limitación articular e incluso con deformidades.
Ahora bien, cuando la artrosis aparece puede ser por factores externos como caídas, traumatismos y movimientos repetitivos, o por factores internos como ocurre en el caso de la obesidad o genética.
Sin importar la causa de la artrosis, el paciente debe asistir a fisioterapia para poder realizar el tratamiento de rehabilitación que ayudará a aliviar los síntomas y a evitar futuras complicaciones.
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