Las vértebras cervicales, dorsales y lumbares de la columna, poseen características específicas para cada zona, más sin embargo, hay rasgos que son comunes para casi todas, este es el caso de las apófisis espinosas, de las que hablaremos en el siguiente artículo.
“Estructura ósea que sobresale en las vértebras cervicales, torácicas y lumbares, con excepción de la vértebra atlas”
¿Qué significa apófisis espinosa?
El término apófisis, según el latín “Apophysis”, es todo aquello que sobresale de otra estructura. Entonces, las palabras del latín, “processus spinosus vertebrae”, se refieren a las apófisis espinosas o también llamadas procesos espinosos de las vértebras.
¿Dónde se encuentra la apófisis espinosa?
De acuerdo a la anatomía de las vértebras, encontramos que los procesos espinosos, están localizados en las vértebras de la columna (cervical, dorsal, lumbar), y son aquellas excrecencias que salen de las dos láminas de las vértebras.
¿Para qué sirve la apófisis espinosa?
La importancia de esta estructura radica en la protección y resguardo que le brinda a la médula espinal, al pasar por la columna vertebral. Y además, sirve como punto de anclaje para los músculos que pertenecen a la zona intervertebral (músculos multífidos y erector de la columna).
“Protege a la médula y presta inserción a músculos de la columna”
Lesiones de la apófisis espinosa
Los problemas que generalmente las afectan, son aquellos causados por factores que producen el envejecimiento y degeneración a nivel de los tejidos de la columna vertebral.
Estas lesiones más comunes son la espondilosis, artrosis interespinosa y la osteocondrosis, los cuales pueden afectar cualquier nivel de la columna. Además de los problemas ya mencionados, también existen los traumatismos que pueden desencadenar la aparición de fracturas.
“Músculos, médula espinal, cuerpo y superficie vertebral se ven afectados por las lesiones, y ocasionan dolor en la zona alterada”
Estas lesiones mencionadas anteriormente, están caracterizadas por presentar dolor en la zona (cervical, dorsal y lumbar), debilidad en músculos, alteraciones en la médula espinal e inclusive desgaste en la superficie articular del hueso o vértebra afectada. Por todo lo descrito, es que resulta necesaria la asistencia a un médico para establecer el diagnóstico y el tratamiento a seguir.